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Abriendo brecha: tres magistradas en el

Este ha sido un acercamiento a las tres profesionales integrantes del Tribunal Supremo Electoral y a sus esfuerzos por hacer cambios significativos en nuestra vida nacional, sobre todo a favor de las mujeres.

A las mujeres no se les permitió votar en Guatemala hasta 1945, pero entonces solo se otorgó el derecho a las alfabetas; el resto tuvo que esperar hasta 1965.

En la historia de la participación femenina en la democracia, una fecha importante es el 5 de marzo 2008, cuando el Congreso de la República eligió por primera vez no a una sino a tres Magistradas Titulares para integrar el Tribunal Supremo Electoral. Las nombradas fueron María Eugenia Villagrán, presidente; Mirtala Concepción Góngora, vocal II, y Patricia Eugenia Cervantes, vocal III.

Esto es fuera de lo común en una sociedad en donde los hombres ocupan los puestos importantes de poder. Las expectativas han sido altas desde que ellas tomaron posesión, en sus manos está organizar el proceso electoral que vivimos. Si existe una agenda apretada en estos días es la del TSE, su sede es un hervidero de personas en febril actividad. Llego con la imagen que he visto en los medios de comunicación, me imagino a las funcionarias serias y formales. Es comprensible que nos hagan esperar un poco, han tenido un día muy agitado y están en un receso para comer.

Algunos guardaespaldas nos ven de reojo y están pendientes de cada movimiento. De pronto se abre la puerta y aparece Villagrán con una amplia sonrisa y nos invita a pasar. Se nota, a pesar del impecable arreglo, que ha tenido un día duro que ha sido precedido por muchos iguales o peores.

Luego llegan Góngora y Cervantes y nos instalamos en un sillón. Se relajan cuando se dan cuenta de que queremos conocerlas como mujeres, como seres humanos. Sonríen, quizás es la primera vez en el día que pueden bajar la guardia. Poco a poco la entrevista se vuelve una agradable charla, hablan con sencillez pero con seguridad.

Las tres coinciden en que su elección es un reflejo de la mayor participación política de la mujer. Según el padrón electoral, quienes elegirán al próximo presidente son de ambos sexos y en igual cantidad. Sin embargo, ellas también están conscientes de que hace falta mucho por hacer para que dicha igualdad se refleje en otros ámbitos.

Nuestras magistradas son parte de un movimiento más amplio, a nivel continental, que busca precisamente que los procesos democráticos estén en manos más equitativas. Ellas comparten con entidades y mujeres de otros países sus inquietudes y proyectos. El tema de género es importante en sus agendas.

¿Qué es?

El Tribunal Supremo Electoral es independiente. Fue creado en 1983 para realizar elecciones libres y transparentes.

En un proceso electoral debe convocar, organizar, ejecutar, coordinar y fiscalizar. Declara el resultado y la validez de las elecciones o su nulidad parcial o total.

Su organización, funcionamiento y atribuciones están determinados en la Ley Electoral y de Partidos Políticos.

Los actuales magistrados titulares son María Eugenia Villagrán, presidente; Helder Ulises Gómez, vocal I; Mirtala Concepción Góngora, vocal II; Patricia Eugenia Cervantes, vocal III, y Marco Tulio Melini, vocal IV.
Su período inició en 2008 y terminan en 2014.

María Eugenia Villagrán

Por ser la presidente del TSE es quien recibe más atención mediática. No es raro verla en televisión o en una foto de prensa informando sobre temas cruciales, tranquila pero también enérgica.

Villagrán se graduó de la Universidad Rafael Landívar hace 27 años. Presidió el Tribunal de Honor del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala, fue presidente de la Sala Primera de la Corte de Apelaciones del ramo Civil y Mercantil, subsecretaria de la Corte Suprema de Justicia, coordinadora de la Sección de Amparos de la misma corte, jueza Segunda de Primera Instancia del Ramo Civil y Supervisora de Tribunales.

En lo académico cuenta con una Maestría de Especialización en Derecho Penal por la Universidad de Sevilla, España; Doctorado en Derecho por la Universidad Mariano Gálvez, Guatemala; Maestría en Derecho Comparado, Universidad Francisco Marroquín de Guatemala. También tiene una amplia experiencia como docente.

¿Cuántos hijos tiene?
Tres, ya tengo un nieto de 4 años, de mi hija mayor. Mis otros dos hijos son universitarios.

Dada su larga trayectoria ¿cómo es trabajar y tener una familia?
Es complicado, sobre todo cuando los hijos son pequeños. Yo me dediqué a la docencia para tener más tiempo. La mujer profesional no puede dedicarle la atención que quisiera a su familia, a su esposo, entonces debe buscar tiempo de calidad.

Pero por otro lado, la preparación no debe detenerse nunca. Mi esposo también es abogado y es muy comprensivo, siempre me está apoyando.

Pero ¿todo se ha complicado más desde marzo de 2008?
Este trabajo es muy demandante, los horarios son tan largos que a veces no veo a mis hijos. Salgo a las 6:30 de la mañana y regreso a las 10 de la noche. Sin embargo, si tengo la oportunidad me acuesto temprano para recuperar energías. El apoyo y comprensión de la familia es fundamental, sin ellos no podría hacerlo.

¿Cuáles son sus funciones como presidente del TSE?
Dirijo la administración, esto incluye los recursos humanos, finanzas, auditorías, soy la representante legal y me toca dar la cara. Tanto Mirtala como Patricia me han apoyado totalmente, y se han involucrado en grandes proyectos. Los cinco magistrados planificamos, discutimos y tomamos decisiones en conjunto. Luego vamos decidiendo quién se hará cargo de cada aspecto.

La crítica y la presión de la opinión pública ¿le afectan?
Estoy consciente de que no siempre son favorables con respecto a lo que hacemos. No todo el mundo va a estar de acuerdo con nuestras acciones, pero es parte de nuestro trabajo. Nosotros tomamos decisiones ajustadas a la ley, siempre tomando en cuenta lo mejor para todos y las atribuciones que tenemos como órgano que debe garantizar la voluntad popular.

¿Cuál diría que es el mayor logro de su presidencia en el TSE?
Hemos hecho muchas cosas, pero para nosotros fue un gran logro el haber creado el Instituto de Formación Cívico Político Electoral, así como la Unidad de Género.

Cuéntenos sobre el instituto
Nació en 2010 y trabaja de forma permanente no solo para época de elecciones formando a personas de todo tipo en temas cívicos. Capacita a las juntas receptoras de votos, a los fiscales de los partidos políticos, a los observadores y a los voluntarios.

¿También es importante formar a los políticos?
Sí. Paralelamente debemos fortalecer a los partidos, que son el instrumento de la democracia, para que ellos puedan ofrecer mejores planes de gobierno y llegar a resolver los grandes problemas que tenemos. Además debemos exigirles que se democraticen y que sus acciones sean transparentes. Para esto hay que fortalecer la ley de partidos políticos, porque no tenemos suficientes herramientas legales para hacer cumplir la ley.

Sin estas herramientas ¿es difícil hacer su trabajo?
Por supuesto, pero estamos buscando la manera. A muchos no les importaba hacer campaña anticipada porque la multa es baja, pero por primera vez multamos por valla, lo cual ya es una cantidad considerable. Pero necesitamos que aprueben nuestras propuestas de cambios a las leyes, pues dentro de ellas hay medidas más drásticas, como podrían ser incluso la cancelación de los partidos reincidentes.

¿Qué va a hacer cuando se retire del TSE?
Lo estoy analizando. Me encanta la docencia universitaria porque allí se siembran los valores. Además me gustaría hacer una asociación para apoyar la participación de la mujer en todos los espacios de la vida nacional.

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Mirtala Concepción Góngora

Es abogada y notaria desde hace 25 años. Se ha desempeñado como Magistrada Vocal I del Tribunal de Segunda Instancia de Cuentas y de Conflictos de Jurisdicción del Organismo Judicial, Magistrada Coordinadora de la Jurisdicción de menores y Magistrada Presidente del Tribunal de Segunda Instancia de Cuentas y de Conflictos de Jurisdicción del Organismo Judicial. Además fue representante Suplente de los Magistrados de Salas de Corte de Apelaciones y Tribunales de igual categoría, ante el Consejo de la Carrera Judicial. Ahora es la vocal II del TSE.

¿Qué nos puede contar de su vida familiar?
He estado casada por 32 años y tengo cuatro hijos. Mi hijo mayor, que es abogado, está por darme mi primer nieto. Tengo una hija publicista y la otra es administradora de empresas en turismo y hotelería, el más pequeño, de 18 años, está por graduarse del colegio.

Con su trabajo ¿ha sido difícil la vida familiar?
Sí, pero encontramos maneras de llevarla mejor. Mi esposo y yo somos peteneros, al graduarnos pusimos nuestras oficinas allá, en nuestra casa. Así tenía cerca a mis hijos, podía estar pendiente de ellos. Cuando eran pequeños, nunca los dejé solos, buscaba secretarias a quienes les gustaran los niños, aunque no escribieran bien a máquina.

Cuando crecieron ¿siguió con la misma rutina?
No. Nos vinimos a la capital y como ya estaban un poco más grandes me animaba a dejarlos en casa para ir a mi oficina. Años después nació el menor, lo cual volvió a complicar un poco las cosas, por lo que opté por cerrar mi despacho. Tomé un descanso, pero cuando él ya fue al colegio entré a trabajar en la Corte de Apelaciones como magistrada.

¿En dónde cree que radica el éxito de la educación?
La formación espiritual de los hijos es muy importante para tener un buen balance en todo.

¿También aplica su espiritualidad en el trabajo?
Sí, creemos que Dios debe unirnos y no separarnos. Un día antes de la convocatoria para inscribir a los candidatos hicimos servicios religiosos para todos los que trabajamos en el TSE.

Su esposo ¿es su principal apoyo?
Sí. En mi opinión los hombres que tienen esposas con trabajos exigentes y cargos altos deben tener un buen grado de madurez, ellas necesitan su apoyo incondicional. Mi esposo es abogado y creo que eso lo hace más comprensivo.

¿Cómo ha sido la experiencia como magistrada del TSE?
Por fortuna, las tres magistradas estamos trabajando muy unidas, apoyamos en todo lo que la presidente necesita. Yo estoy más que todo involucrada en el tema del voluntariado juvenil, además represento al TSE en la mesa técnica del RENAP y también coordino la comunicación. Pero me involucro en lo que haga falta.

¿Será cierto que las mujeres somos más susceptibles a la crítica?
Sí, pienso que tenemos miedo al qué dirán. Pero debemos vencer lo y abrir brecha, seguramente nos va a costar y vamos a ser señaladas, a pesar de que la situación ha cambiado mucho, todavía hay sectores muy recalcitrantes.

¿Qué la enorgullece de su trabajo en el TSE hasta hoy?
Un avance que puedo mencionar es que logramos poner en blanco y negro todo el proceso electoral. Es decir, antes no había nada escrito acerca de las atribuciones de cada quien ni cómo se hacían las cosas. Hicimos 21 talleres para analizar las fortalezas y debilidades del proceso electoral con la participación de todos los involucrados. Con esto pudimos preparar la planificación del proceso electoral actual que empezó en enero 2010. Además, ahora hay una planeación estratégica que ayudará a todos quienes trabajen aquí en el futuro.

¿O sea que se prepararon desde que entraron en 2008?
Sí. Antes se acostumbraba esperar a que pasara el proceso para ver qué defectos tenía y corregirlos. Nosotros no quisimos esperar, mejor hicimos un análisis previo para mejorar las debilidades. Armamos una comisión mixta con el Congreso de la República, todos los magistrados trabajamos por ocho meses, consensuando una iniciativa de reformas y en 2009 se presentó a la dirección legislativa.

¿Y qué pasó?
La engavetaron. Pero nosotros el año pasado volvimos a presentar otra iniciativa de reformas electorales. Aquí se incluye, por ejemplo en el tema de la mujer, la cuota de paridad y alternabilidad de género. Nuestra tarea, luego de las elecciones, es seguir promoviendo reformas que vayan perfeccionando el proceso. Necesitamos herramientas legales para hacer cumplir la ley. El TSE no legisla, por eso se ve limitado a veces.

¿Qué hará cuando se termine su mandato en el TSE?
Quisiera dedicarme a mi familia, más concretamente a cuidar a mis nietos, el que está por nacer y a los otros que vengan. Siempre me gustó la vida hogareña, cocinar, atender mi hogar, arreglarlo.

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Patricia Eugenia Cervantes

Esta abogada y notaria, actual vocal III del TSE, se graduó en la Universidad de San Carlos (Usac) y lleva 25 años de ejercer. Además tiene maestrías en derecho laboral y seguridad social y en docencia universitaria.

Su experiencia es amplia. Se puede mencionar que fue Magistrada Presidente en Funciones de la Sala Primera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social; Magistrada Vocal II del tribunal de segunda instancia de cuentas y conflictos de jurisdicción; Vocal I y luego tesorera de la Junta Directiva del Instituto de Magistrados de la Corte de Apelaciones; suplente de la Junta de Disciplina del Organismo Judicial; docente por más de 20 años en la Usac; abogada de la fiscalía del Ministerio Público; y revisora, asesora y directora de asuntos jurídicos del Registro General de la Propiedad.

Cuéntenos de su familia
Estoy casada y tengo tres hijos, la mayor se graduó de abogada, la otra estudia diseño industrial y el pequeño estudia derecho.

¿Cómo ha logrado equilibrar sus diferentes roles?
Cuando mis hijos estaban pequeños tenía la oficina en casa y dar clases me permitía tener un horario más flexible y dedicarme más a mi familia. Incluso, a veces los llevaba a la universidad cuando eran pequeños, se quedaban en la cafetería, pero ya más creciditos entraban a la clase.

Admiro mucho a mis alumnas que estudian ya casadas y con hijos, me doy cuenta de lo difícil que se vuelve el panorama. Ya casada empecé una segunda carrera, en Ciencias Políticas, y para cumplir con trabajo, clases, hijos y esposo tenía que levantarme incluso a veces a las tres de la mañana. No pude terminarla, es realmente complicado hacer todo eso.

¿Fue difícil tomar la decisión de acceder al TSE?
Para aceptar el cargo discutí con la familia todos los temas importantes. Ellos debían estar convencidos también porque este trabajo les iba a afectar. Yo necesitaba su comprensión y apoyo incondicional, este no es un trabajo normal con horarios convencionales.

¿Cambió su vida este trabajo?
Sí, paso mucho tiempo afuera. Mi esposo es un gran apoyo, a veces me da pena no poder verlo tanto como antes y no poder compartir más tiempo. Pero él me dice: no te preocupes, te veo por televisión. Otro tema es el de la seguridad. Tenemos que cuidarnos no solamente por nosotros mismos y nuestras familias, sino porque estamos desempeñando un trabajo importante para el país. No debemos poner en riesgo procesos que están en marcha y que se pueden afectar.

¿Cuáles son sus funciones dentro de este tribunal?
Aquí todas las decisiones se toman colegiadas para tener un orden. Nos involucramos y apoyamos en lo que el pleno decida, apoyando a la presidente en lo que necesite. En mi caso, estuve en la mesa técnica del RENAP y ahora estoy encargada de todo lo que tiene que ver con la observación electoral, así como en muchos otros temas que van surgiendo conforme avanza el proceso.

Algo difícil de este trabajo es que nos toca tomar decisiones importantes y trascendentales para el país. Es muy importante entonces que los cinco magistrados nos apoyemos como equipo.

¿Algo en especial que le parezca importante de su gestión?
Me siento orgullosa de que organizamos y asistimos a seminarios sobre formación ciudadana con jóvenes en el interior. Todos los magistrados, incluso los suplentes, nos repartimos los diferentes departamentos para visitarlos. Existe la idea equivocada de que el TSE trabaja solamente durante el proceso electoral, por el contrario, nosotros lo hemos hecho desde que tomamos posesión.

Las personas no se imaginan el trabajo que conlleva organizar estas elecciones, los detalles que implican horas y horas de trabajo. Por ejemplo, organizar el TSE infantil me ha significado mucha dedicación y trabajo.

¿Qué piensa de las críticas?
En el trabajo suelen ser más duras para la mujer y quizá nos afectan un poco más. Yo me apoyo en mi familia, siempre estamos dialogando. Ellos me tranquilizan diciéndome que conocen mi forma de ser y conocen mi trabajo. Pienso que cuando uno actúa para hacer el bien y está segura de lo que hace, las críticas no deben afectar.

Nosotras como las primeras magistradas del TSE queremos dejar un legado, tenemos un compromiso con las mujeres porque estamos abriendo espacios que deben ser ocupados por más mujeres, cada seis años.

En lo laboral, muchas veces se perdonan los errores a los hombres, hasta se les justifica. En cambio a la mujer se le pide perfección y sus errores son magnificados.

¿Ya tiene definido qué hará al dejar este cargo?
Para empezar, quiero dedicarme más a mi familia. Además voy a escribir un libro sobre mi experiencia en la vida, sobre todo porque soy un testimonio de Dios. Quisiera contar todas las etapas de la carrera que he vivido, prácticamente he ocupado todos los puestos que una abogada puede ocupar. También quiero regresar a dar clases, mi experiencia puede ser de utilidad para los estudiantes de derecho.

La última pregunta, acompañada por flashes es apurada por la presencia de funcionarios y secretarias que necesitan firmas o autorizaciones. Las magistradas miran el reloj, es hora de irse. Las tres mujeres desaparecen por una puerta lateral, a atender sus otros compromisos.
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Por Jessica Masaya
Foros Julieta Ordóñez

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