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Cuando el jefe es difícil

La posición de liderazgo va acompañada de poder e influencia que potencializa la autoestima. No obstante, es diferente ser líder a déspota y tener complejos de superioridad. Es importante comprender que no todos los jefes suelen tener la formación precisa para ser líderes y menos contar con la claridad del significado de autoridad, explica Egor Espinosa, gerente para ManpowerGroup.

Según el especialista, un jefe difícil es aquel individuo que tiene un comportamiento brusco con los empleados, el que toma decisiones que parecen injustas y critica constantemente los fallos cometidos por sus subordinados. Es importante dejar claro que este comportamiento es una percepción de la persona que se siente agraviada, por una exageración, la cual en muchos casos es verídica. Sin embargo, es importante evaluar para confirmarlo.

Se me hace imposible aguantarlo

Lidiar con una persona difícil es posible siempre y cuando pongas de tu parte para lograrlo. Es necesario que evalúes los motivos por los cuales tu jefe ha mostrado una conducta poco colaboradora contigo. Identifica si tu comportamiento o resultados son la causa directa de sus actitudes. Es importante que aprendas a lidiar con tus propias emociones negativas derivadas de esa relación, para poder controlar tus acciones y responder de manera consciente. Considera que debes ir despacio para lograr comunicar las inquietudes y reestablecer la relación conflictiva.

Tu actitud hace la diferencia

Es importante que reacciones siempre tranquila ya que puedes caer en el error de contraatacar. Aunque la persona pierda el control trata de mantener una comunicación cordial y educada. Es importante que cuando te llamen la atención tengas cautela y lo tomes como oportunidad de mejora en el área laboral. En muchas ocasiones, pedir consejos a tu superior puede ayudarte a mejorar no solo el trabajo, sino la comunicación. Deja fluir las palabras enfatizando aquello que pueda incidir en una decisión positiva. Escucha y toma la información que necesitas, agrega Julio Zelaya, motivador.

Cuando la situación se torna difícil y sufres de un ataque de parte de tu jefe, cálmate y trata de hacer aportaciones positivas a la conversación y que de forma implícita proponga soluciones constructivas en lugar de quejas. Si el superior tiene tendencia a llamar la atención en público lo recomendable es que guardes silencio y retomes la conversación en otro momento. Esto es primordial para una buena relación. Vilma Duarte, consultora en recursos humanos, recomienda que envíes un correo con todas tus inquietudes para que quede todo por escrito y así también respaldes tu versión de lo ocurrido. Conserva la serenidad y trata a la otra persona como deseas ser tratada, toma en cuenta que aunque tu enojo es grande es mejor evitar habladurías, chismes y siempre trata de expresarte de manera positiva.

Consejos para mejorar la relación

1. Mejora tu actitud general: ponerte a la defensiva impulsivamente no disminuirá los choques con tu jefe. Aprende a reconocer tus errores para mostrar tu lado más humano y ponte la meta de mejorar notablemente para no volver a incurrir en los mismos errores.

2. Utiliza un tono positivo: cuando debas hacer una sugerencia, no ataques. Muéstrate propositiva y proactiva. Si te enfocas en lo malo, esa será tu actitud. Prueba aplicar la siguiente frase: “Considero que sería buena idea…”, porque no señalas ni ofendes, al mismo tiempo que te muestras propositiva.

3. No señales sus errores abiertamente: a nadie le gusta que le digan públicamente que se equivocó. En algunas situaciones es importante que hagas notar el error de tu superior, pero plantéale una pregunta indirecta, que lo invite a la reflexión y le permita darse cuenta de su equivocación sin que tú se lo digas directamente. Es importante que lleves a cabo esta acción en privado.

4. No ignores las directrices de tu superior: no te arriesgues a tomar decisiones trascendentales sin la aprobación de tu jefe, con la excusa de que llevan una mala relación. No dejes que lo personal afecte el ámbito profesional de tu vida. Discute las decisiones importantes con tu jefe, aunque esto represente un reto para ti.

5. Demuestra una actitud de respeto y disposición, sin caer en la falsedad: no adules a tu jefe con el fin de mejorar la relación, ya que el efecto puede ser contrario.

Por Brenda Enríquez

Fuentes: Egor Espinosa, gerente de País de Manpower Guatemala. www.manpower.com Vilma Duarte, consultora en recursos humanos, teléfono 5215-9245. Julio Zelaya, Solo por ser usted.

 

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