El eterno Johnny Depp

Sin ser un erudito de la tecnología, Johnny Depp le da vida a un nuevo personaje que lo lleva a sumergirse en el mundo virtual.  En esta entrevista nos comparte detalles de su nueva producción y otras anécdotas, durante la cual mostró ese particular sentido del humor que tanto lo caracteriza. 

Por Fabián W. Waintal
©Copyright 2014
Adaptado por Karla Rímola

¿Consideras que puede compararse la imagen que tiene la gente cuando busca fotos o videos tuyos por Internet, con la película Transcendence y la historia de una persona que realmente puede vivir eternamente como si fuera el corazón de una computadora?

Puede ser. Pero la barba es lo peor, de verdad (risas).

¿Qué opinas de la inteligencia artificial?

Bueno, aunque yo no tenga tanta inteligencia, la idea me pareció hermosa, por la desintegración de un personaje, viendo como se transforma de a poco.  Además, el tema de la inteligencia artificial se investigó muchísimo en la producción, con la idea de que el cerebro de una persona se pueda transferir a una computadora llamada PINN, donde después pueda convertirse en lo que él quiera.  Por eso es que en la película al personaje se le ve más brillante, y como decía, parece una versión más joven, que en realidad es la que quiere ver su esposa, en lugar de la persona que ni siquiera puede vertirse por sí sola.

En la película Transcendence, tu personaje es bastante romántico al querer estar cerca de su esposa eternamente ¿Alguna vez hiciste algo romántico que haya ido demasiado lejos?

Se me ocurren muchísimas cosas y podría hablarte 45 minutos seguidos. ¿Y? Estaríamos todos implicados y terminaríamos en la cárcel (risas).  Mi coprotagonista, el actor inglés Paul Bettany, dice que he hecho cosas terribles en mi vida.

¿Cómo es tu interacción con la tecnología?

Las cosas siempre termi-nan mal, todo el tiempo, especialmente entre la tecnología y yo.  No estoy tan familiarizado y soy de la vieja escuela, creo que hasta un poco tonto como para poder descifrar ciertos temas.  Todo lo que implique usar mis dedos pulgares por cierto período de tiempo, me hace sentir estúpido (risas) y por eso trato de evitarlo, para proteger mis dedos, por supuesto (risas).  Mis hijos ni siquiera me piden ayuda en computación o matemáticas. 

¿En algún momento has buscado tu nombre en Internet, para ver lo que aparece?

La única vez que lo hice me arrepentí.  Trato de mantenerme alejado de todo lo que ten-
ga que ver conmigo en ese mundo.  

La esposa de tu personaje en la película, solo quiere salvar al hombre que ama.  ¿Crees que deberíamos hacer cualquier cosa por amor, o hay ciertas líneas que no deberíamos cruzar?

A mi parecer la tecnología en términos de transferir la conciencia de una persona, no está demasiado lejos de la realidad, para serte honesto.  Puede llegar a pasar, de verdad.

¿En tu caso tomarías la misma decisión de transferir a una computador la conciencia de alguien que amas para conservarla eternamente?

Creo que sí lo haría.  Pero hay que detenerse a pensarlo  ¿Me casaría esencialmente con un disco duro?  Además, la tecnología se mueve demasiado rápido, todo se vuelve obsoleto muy pronto y si realmente pasara lo de la película, yo creo que mi personaje Will Caster, dentro de 15 años terminaría en alguna habitación de Las Vegas, donde la gente lo usaría como tragamonedas.  Por ejemplo ¿quién usa ahora un reproductor de discos compactos?  Si te das cuenta todo pasa de moda.

¿Y desde ese punto de vista, crees que tu personaje del doctor Will Caster es un monstruo?

Cuando hicimos la cinta, trazamos un mapa de todo lo que iba a pasar, para asegurarnos de que íbamos a seguir el orden correcto, especialmente para mi personaje.  Esto lo logramos al ir planteando ciertas dudas, como si se volvería loco o
reaccionaría como cualquiera de nosotros.  Por ejemplo, es como un guardia de seguridad que tres meses antes se ganaba la vida como jardinero, y en el momento en el que le diste un uniforme, se transformó.  Yo creo que a la mayoría de nosotros también nos pasaría.  El poder cambia a la gente.  Y cuando Will está en la computadora, va creciendo al mismo tiempo que la computadora, y probablemente se desvíe de lo moralmente correcto.  

Tus actuaciones son famosas por la transformación física de tu personaje y en este caso, aunque hay un verdadero cambio en el personaje, físicamente te ves igual ¿el trabajo se hace más fácil o más difícil en ese sentido?

Para mi siempre es más difícil interpretar algo que sea demasiado cercano a la superficie, o sea, algo que se parezca demasiado a mí.  

Siempre trato de esconderme, porque para empezar, no soporto la forma como luzco.  No sé.  Creo que es importante cambiar buscando algo interesante para el personaje.  Pero todo depende de lo que te pida el guión y tu responsabilidad sobre el personaje.  

¿Qué me cuentas de tu visita a China, es realmente un lugar de película?

China es un país maravilloso.  Me llevaron a un lugar llamado Distrito 798, una fábrica abandonada de los tiempos de Mao donde también fabricaban bombas.  Pero con el paso del tiempo, de a poco se fueron mudando artistas que hicieron un trato con el gobierno para alquilar el enorme lugar  y lo convirtieron en este distrito donde solo hay artistas y artesanos, gente que hace flautas o esculturas gigantes y pinturas maravillosas.  Me abrió los ojos por completo, porque nunca antes había visto una comunidad de artistas, una verdadera colonia con gente que vive y se lleva tan bien. 

¿Qué más estás preparando para estrenar en el cine?  ¿Cómo vas con la cinta acerca del mafioso Whitey Bulger?

Me cuesta llamarlo “Whitey”, pero sí, voy a hacer una película llamada Black Mass donde  interpreto al mafioso James Bulger, James “Whitey” Bulger.  Es un personaje fascinante y no se parece en nada a lo que hice antes.  Estoy muy entusiasmado por meterme en ese cuerpo por un tiempo.