El placer de viajar podríamos decir que ha desaparecido. Hoy tenemos que sujetarnos a las normas de seguridad de los aeropuertos las cuales no siempre son tan efectivas como se quisiera.
Sin embargo, en el tema de seguridad todos los viajeros están sujetos a su estricto cumplimiento. Significa que las horas de espera sean más largas y todos pasemos por los inconvenientes de estar mucho tiempo en un aeropuerto sintiendo que los minutos se alargan. Cuando llegamos por fin a nuestro asiento en el avión no estamos del mejor humor y muchas veces poco dispuestos a ser un viajero y compañero gentil y amable con quien nos va a acompañar el tiempo que dure nuestro vuelo.
He aquí algunas sugerencias que podrán ayudarnos a ser mejores compañeros de viaje:
Cuando entres y salgas del avión muestra cordialidad y respeto por los miembros de la tripulación. No es conveniente conversar con ellos, ya que el pasillo es angosto y podrías estorbar el libre paso a los viajeros.
Espera a que entren en el avión las personas que por razones de salud, movilidad o alguna limitación física necesiten ayuda y más tiempo para acomodarse.
Paso preferencial también lo tienen las familias que viajan con niños pequeños, ten paciencia y espera sin molestarte.
Toma nota que en tu boleto se indica el número de asiento que se te ha asignado y en qué grupo serás llamada, adelantarte o retrasarte no ayuda.
Cuida tu equipaje de mano, si es pesado pide ayuda, recuerda que actualmente los sobrecargos en los aviones ya no colaboran en este sentido.
Si tu asiento es junto a la ventanilla o en medio no te levantes con frecuencia, pues es molesto para tu compañero de fila.
Cuando comas hazlo con la debida prudencia y no dejes papeles ni servilletas en tu asiento.
Al viajar con niños diviértelos y evita que molesten a otros pasajeros o a los sobrecargos.
No insistas en entablar una conversación con tu compañero de asiento si notas que la persona no desea socializar.
Ruth Muñoz de Rayo
Experta en protocolo, etiqueta y ceremonial
ruthetiqueta@gmail.com