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¿Hasta dónde cambiarte la imagen?

El mundo de la cosmética te propone un desplegado de soluciones y oportunidades para hacerte lucir cada vez mejor.

El mundo de la cosmética te propone un desplegado de soluciones y oportunidades para hacerte lucir cada vez mejor.  Pero ¡cuidado!  Todo tiene un límite.  No dejes que los encantos ofrecidos por las cirugías y los tratamientos oculten tu verdadera belleza interior ni pongan en riesgo tu salud o tu vida.

Por Ingrid Reyes y Yeni Leiva

Fotoartes: Gerber Sarazúa

Alo largo de décadas se mantiene la polémica en el tema de los tratamientos de belleza.  Se habla de una línea delgada entre tomar lo mejor de la diversidad de opciones cosméticas presentes en el mercado y el abuso de estas intervenciones, que podría causar efectos indeseables.

Por el quirófano han pasado hombres y mujeres con el afán de alcanzar la perfección en la apariencia física, algunos con mejores resultados que otros, pero también muchas víctimas de malos procedimientos que les han provocado terribles deformaciones, la mayoría de veces irreversibles.

Con frecuencia reaparecen los cuestionamientos en los medios, y con ello se vuelven a mencionar los riesgos de estas intervenciones, en especial cuando se convierten en adicción.   

La decisión de modificar la imagen de forma compulsiva está inspirada en muchas razones.  “Las soluciones cosméticas son buscadas cuando no hay aceptación del paso del tiempo, hay influencia de los medios, la competencia y la presión de la pareja o la de grupo”, aclara José Fernando Silva, médico de la Asociación de Cirujanos Plásticos de Guatemala.

Paula Orellana Cardona, psicóloga social de La Liga de la Higiene Mental, menciona que todo gira en torno a la aceptación.  Aclara que sin amor propio el rumbo podría equivocarse en ese camino de cambio y confundir entre lo necesario y lo superfluo.

Cuando se habla de una conducta adictiva “no es una situación que surja de la noche a la mañana, es un andamiaje que se construye cuando la persona siente dañado su interior, al punto de no encontrar satisfacción en su propio ser”, agrega la especialista.  Como todas las obsesiones, se comienza con pequeñas señales que luego se transforman en grandes problemas emocionales, sociales y físicos.

Se olvida que la finalidad de cualquier tratamiento es que la persona esté más segura de sí misma y se desenvuelva mejor.  Con salud emocional cualquier intervención, incluso la que modifica solo un mínimo detalle de la fisionomía, logrará que la persona se sienta plena y feliz.

La imagen exterior refleja los sentimientos y emociones internas,” Julia Bobadilla, asesora de imagen

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Insatisfacción al acecho

Eswin Romeo Minera, psiquiatra, asegura que “estamos bombardeados de muchas condiciones o normas sociales -esbeltez, labios gruesos, altura, estado físico y figura- de manera que las personas pierden el parámetro donde su concepto de belleza se altera”.  Por ello, la definición de ese término resulta muy amplia.   

Al respecto, Orellana agrega: “La industria nos impone los modelos, especialmente los que vienen de otros países.  El perfil de la mujer exitosa es encasillado con un cuerpo y rostro perfectos, y ese es el que se desea imitar”. 

Antes de cualquier procedimiento, una breve reflexión siempre es importante para evitar situaciones como la de Judith.  Ella es una mujer de 35 años, quien por complacer a su pareja se sometió a una implantación de prótesis mamarias de un tamaño que supera el máximo recomendado para su contextura física, lo cual obviamente no le permite sentirse cómoda.   

Frente a estos casos, un cirujano plástico no siempre puede detectar que exista ese tipo de presión, porque a veces es información personal que se oculta, dice Lorena Muy, médica y cirujana plástica.  Por su parte, el doctor Silva menciona que de percibirse alguna anomalía desde el momento de la primera entrevista, es fundamental investigar más para orientar mejor a la paciente.

Todo sale de control

Cualquier obsesión es, por naturaleza, errónea, en especial si nos referimos a quienes de forma compulsiva buscan mejorar su imagen física.  “Es probable que estén perdiendo el elemento básico del equilibrio emocional, que es su belleza interna”, dice Silva.

Sergio Giovanni Valle Lioni, experto en adicciones, menciona que un comportamiento compulsivo respecto a la perfección de la imagen es el reflejo de no estar a gusto con el cuerpo.  Ahora, todas esas conductas relacionadas con la belleza son tratadas como trastornos de personalidad.

Uno de esos comportamientos es el narcisismo, el cual basado en el ego cae en un exagerado enamoramiento de sí mismo.  También se mencionan conductas como la tanorexia, conocida como la obsesión por mantener una piel bronceada, o el síndrome de Barbie y Ken.  Estos últimos ejemplificados en Valeria Lukyanova, una joven ucraniana y Justin Jedlica, un neoyorquino, quienes han pasado por múltiples operaciones para darle a sus cuerpos la imagen de los famosos muñecos de Mattel.

Otra condición muy común de los últimos tiempos es el uso de la toxina botulínica -botox-, el colágeno, los estiramientos de piel y las abrasiones, preferidos por sus resultados inmediatos.  Sin embargo, cada uno tiene sus riesgos y el exceso podría modificar la fisonomía, incluso provocar daños más graves, como una parálisis de los músculos faciales o quemaduras en la piel. 

Los profesionales del comportamiento humano coinciden en que las conductas obsesivas deben erradicarse desde su origen.  Minera invita a buscar ayuda profesional para determinar si existe esta condición. 

Hay algunas señales de alerta que señalan la presencia de una conducta obsesiva.  Un ejemplo es dedicar tiempo excesivo al arreglo personal al punto de interferir con su rutina normal, o bien hacerlo de manera reiterada durante el día.  Otra característica es que convertir su apariencia física en el principal tema de conversación, lo cual ya se tipifica como un evento delirante y psicótico, agrega Minera.

Es probable que la persona presente síntomas de ansiedad y pensamientos que causan delirio, malestar e incomodidad, los cuales necesitan ser tratados con terapia y en algunos casos con medicamentos específicos.  Silva menciona que un signo de desequilibrio es cuando las expectativas del paciente son irreales y van más allá de lo que se puede hacer por medio de una cirugía.

También se manifiesta cuando se requieren intervenciones repetitivas en una misma zona y combinaciones o cambios mayores, agregan los especialistas.

Orellana menciona que una paciente toca fondo cuando su anhelo de cambio afecta sus círculos personales y familiares.  Se cae en extremos gastando la mayor parte de sus recursos en tratamientos de belleza y dejando de cumplir con las obligaciones familiares.

Hay que tomar en cuenta que la obsesión por la belleza es solo el principio de una condición patológica que lleva a realizar prácticas compulsivas.  Orellana sugiere encontrar el origen del problema, porque “siempre están relacionados con la autoestima y las construcciones sociales que cada quien ha experimentado”.

Todo por la belleza

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Alejandra Guzmán

La cantante mexicana ha tenido episodios críticos uno de ellos es la infección provocada por el metacrilato, una sustancia que le inyectaron en los glúteos, y que se le plastificó.

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Jocelyn Wildenstein

Es conocida como la mujer por sus exageradas cirugías faciales.  Su condición surgió porque su exesposo Alec Wildenstein amaba estos animales.  En su haber cuenta con más de 30 retoques quirúrgicos los cuales le costaron más de tres millones de euros.

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Donatella Versace

Es considerada el ícono de la adicción a las cirugías, al bótox y al colágeno.  Su paso por el bisturí le ha dejado una crítica negativa.

Melanie-Griffith

Melanie Griffith

Los cambios de esta actriz han sido drásticos.

Janet-Jackson

Janet Jackson

Su busto cambió de tamaño y de forma.  En su afán por mostrar sus nuevos atributos, la cantante dejó ver  en una oportunidad que su seno derecho tiene un bulto extraño.

Donatella Versace

Es considerada el ícono de la adicción a las cirugías, al bótox y al colágeno.  Su paso por el bisturí le ha dejado una crítica negativa.

Termómetro de una autoestima equilibrada

¿Sabes si tienes una autoestima equilibrada?  Si respondes de manera positiva a las siguientes frases vas por buen camino:

Me siento bien y confiada de quien soy y así me desenvuelvo en el mundo.

A pesar de la invasión de estereotipos sobre cómo deberían ser un hombre y una mujer, me siento bien.

Conociendo mis defectos puedo reconocer mis virtudes.

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Tocar fondo

¿Hasta dónde podría llevar la adicción a la belleza?  Los expertos comparten que se presentan situaciones de aislamiento, separaciones familiares y a nivel de salud una serie de daños físicos.  El cirujano plástico José Fernando Silva advierte que la exposición constante a cirugías se traduce en aumento de la fibrosis, es decir, cicatrización interna de los tejidos, pérdida de las estructuras y fibras suspensorias o elásticas de la piel -estrías-, y se vencen los ligamentos suspensorios de las mamas, entre otras consecuencias.  Además, por salud una paciente no debe recibir una nueva cirugía, ya sea por retoque o porque algo no salió bien, hasta que hayan pasado como mínimo seis meses o un año en el proceso de recuperación.

Según la Sociedad Americana de Cirugía Plástica Estética, más de 280 mil personas se hicieron una liposucción en 2009.  Entre los principales riesgos se mencionan sangrado, infección y reacciones adversas a la anestesia.  También pérdida de sensibilidad, cambios de pigmentación y en casos extremos, perforación de tejidos internos.

Minera menciona que el comportamiento compulsivo hacia la búsqueda de la belleza física puede traer variadas consecuencias.  “A la clínica llegan pacientes con trastorno de ansiedad después de un resultado no esperado tras haberse realizado alguna cirugía plástica u otro tratamiento embellecedor”, dice el experto.  Por este proceso de recuperación emocional está pasando la paciente Verónica, quien hace aproximadamente tres años se sometió a una cirugía de corrección de busto.  Se siente muy desilusionada por no haber logrado corregir esa parte de su cuerpo que siempre fue un tropiezo en su autoestima.  Ella deseaba únicamente reafirmar la zona, pero ahora tiene cerca de cuatro tallas más, debido a unos implantes extragrandes que jamás solicitó. 

“Mis senos siguen estando caídos, no puedo usar bikini y las blusas me quedan apretadas”, agrega la entrevistada quien actualmente se encuentra en la lucha legal para que el médico reconozca su error.  Como una recomendación, Verónica sugiere que antes de acudir al cirujano se haga una buena investigación de sus credenciales médicas, reputación y de trabajos anteriores, para tener mejores posibilidades de resultados óptimos.

En general, es recomendable que antes de cada cirugía las personas se sometan a una evaluación psiquiátrica y psicológica, porque a veces no es necesario el cambio.  Es parte del protocolo universal, el proceso incluye una entrevista personal.   

Tiempo de buscar ayuda

Si tú o algún familiar pasa por un problema de autoestima que se refleja en la búsqueda incansable de tratamientos, considera los siguientes aspectos:

  Es preciso hacerle ver que está en problemas aunque la respuesta sea frustración y rechazo.

  Como familia se debe buscar asesoría profesional para ayudarle a recuperar la conexión con su ser, desde el amor propio, el sentido de vida y la rehumanización.

  Acompañarle en su proceso para encontrar cuál es la causa del vacío existencial y aprender a disfrutar de la soledad.

Encuentra el amor propio y el estilo

Parte esencial del tratamiento es recobrar el amor propio.  “Empieza por aprender a valorarte tal como eres, ser más segura de ti misma, y sentirte satisfecha y feliz.  Esto te ayudará a relacionarte y comunicarte mejor con los demás, hacer amigos y superar tus vacíos emocionales”, dice Valle Lioni.

A partir de este punto será importante trabajar la autoaceptación y la satisfacción personal se incrementará automáticamente.  Muy difícilmente puede ser feliz una persona perfeccionista, lo esencial es establecer de antemano el grado de perfección de manera que sea realista para sí misma.

No compararse con nadie es un paso fundamental, dice el médico cirujano.  Hacerlo lleva a la infelicidad, o a crear una falsa sensación de superioridad.  “El mensaje a transmitir es recordar que cada ser humano es único, con sus debilidades, fortalezas y talentos”, aclaran los especialistas.

Julia Bobadilla, asesora de imagen, explica que cada quien es la muestra de cómo se siente.  Una de las estrategias para fortalecer el amor propio es encontrar un estilo que proyecte lo mejor de cada persona.  Comenta que un test de personalidad podría ayudar.  Así encontrarás si eres una mujer clásica o tienes una tendencia más audaz y atrevida.  “Cuando nosotras no nos hemos encontrado en el interior, todo lo externo nos influye, mientras lo ideal es saber quiénes somos y mantenerlo con estilo”, aclara Bobadilla.

Una clave es encontrar una forma de vestir que sume a nuestros atributos y no que reste a la presentación.  Una mujer siempre debe vestirse para ser admirada y no deseada, entender que la felicidad no la da nada externo.  Cada edad tiene un encanto por descubrir y la primera motivación al estar frente al espejo debe ser exaltar a nuestra belleza interior.  Quitar, agregar o aumentar en exceso tiene consecuencias que en ocasiones terminan en rostros y cuerpos deformados, o en la muerte.

Fuentes: José Fernando Silva, médico cirujano plástico de la Asociación de Cirujanos Plásticos de Guatemala, teléfono (502) 2329-6363.  Paula Orellana Cardona, psicóloga social de La Liga de la Higiene Mental, teléfonos (502) 2232-6269 y (502) 2288-3739.  Eswin Romeo Minera, médico psiquiatra, de Boston Clinical, teléfono (502) 2369-5819.  Julia Bobadilla, asesora de imagen, teléfono (502) 5206-9599.  Sergio Giovanni Valle Lioni, consejero especializado en adicciones de La Comunidad Terapéutica Alborada, teléfono (502) 7721-8583.  Lorena Muy, médica cirujana plástica, lorenamuy@yahoo.com

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