Jennifer Aniston, la novia de Hollywood

Jennifer Aniston sigue siendo una de las estrellas favoritas de Hollywood, y aunque muchos no estén de acuerdo con el estilo de cine que elige, la taquilla es el mejor indicador de la preferencia del público por sus filmes, por ejemplo Horrible Bosses, recaudó $210 millones y ni que hablar de Marley & Me, con $243 millones.  Ahora al terminar de filmar el drama de Life of Crime, Aniston sigue abriendo las puertas del éxito.  

Por Fabián W. Waintal©  Copyright 2014

Adaptado por Karla Rímola

¿Podemos hablar de la evolución de tu carrera desde el súper éxito de la serie Friends?

La verdad he tenido experiencias maravillosas en los últimos 24 años y estoy agradecida porque me siguen llamando para trabajar con proyectos cada vez más divertidos.  Ya ni siquiera busco algo tan específico como comedias, dramas o acción.  A esta altura de mi carrera solo quiero encontrar buen material y colaborar con gente maravillosa.  No estoy interesada en el ego ni la pérdida de tiempo.

¿Has sentido acaso cierta presión de mantener el éxito con cada nueva película?

Puede ser.  Pero también siento que me divierto mucho más con aquellos personajes donde en cierta forma de-saparezco.  Siento que estoy pasando por un maravilloso segundo acto, durante el cual solo espero nuevas oportunidades. 

¿Hasta qué punto estás abierta a un cambio?  ¿Te animarías a algo tan descabellado como una película de Bollywood en India?

Absolutamente, me encantaría, especialmente con esos números espectaculares de baile al final.  Son fantásticos (risas).

¿Entre tanta popularidad, alguna vez te sentiste como una prisionera de la fama?

Puedo sonar un poco dramática pero sí, hay situaciones en las que me siento como una prisionera en ciertos temas de este negocio, pero es algo que yo elegí y aprendí a amar y ver que son cuatro hermosas paredes, en lugar de cuatro paredes de una prisión (ríe).

¿Y qué tan difícil es empezar una película dentro de las cuatro paredes de un estudio de cine, donde se necesita recrear la mejor ilusión de que conoces muy bien a alguien, cuando detrás de cámaras recién se conocen?

No me parece que sea una ilusión, realmente se vuelve una familia.  Después de pasar tres o cuatro meses de tu vida, todos los días, a veces es demasiado.  Pero creo que es lo mismo que un programa de reality donde reúnen a diferentes personas, para trabajar en la misma ciudad, durante cuatro meses y al final terminan amándose, odiándose, queriéndose o bromeando entre sí.  Es lo que pasa en el rodaje de una película.  

En ese sentido ¿Qué te atrajo tanto de Life of Crime?

Es un rol muy diferente a lo que estoy acostumbrada.  El guion estaba muy bien escrito, y me pareció un honor que me ofrecieran algo tan maravilloso.  Y cuando me encontré con el director Daniel Chechter, dejé de dudarlo, pues  él tenía muy claro todo lo que quería alcanzar con este maravilloso viaje.  Fue una experiencia nueva para mí.

¿Tuviste alguna preparación para personificar una mujer engañada en su peor momento para terminar el matrimonio?

Sí, trabajé con una mujer maravillosa llamada Nancy durante un par de semanas antes del rodaje, durante este tiempo quise entender el abandono que se siente en el matrimonio, la falta de pasión y una vida sin amor, donde se vive sin ninguna comunicación. 

¿Cómo se crea la peor química de odio cuando en lugar de llevarte bien, tuviste que demostrar la peor relación con Tim Robbins?

Con muchos abrazos (risas).  Nos la pasábamos preguntando si estábamos bien y yo trataba de no echarle la culpa a Tim, se la echaba al  director y al guion (más risas).

¿Y el romance de la cinta con uno de los malos, crees que sea posible?

Es una hermosa relación, terrible al principio por supuesto, pero al final es muy tierna porque aunque la secuestran y parece una situación de terror, él en cierta forma  la libera  de  una  vida donde se sentía prisionera, por eso creo que en realidad la salva.    

¿Cuál fue el verdadero desafío de tener que actuar con la cabeza completamente tapada?

Era mi Mummenschanz, como esas máscaras suizas de teatro (ríe).  Para ser honesta, fue bastante sofocante tener la cabeza tapada.  Además no te da mucho para trabajar, en cuanto a la actuación, más allá del corazón y la situación terrible por la que pasaba mi personaje. 

Este filme transcurre en una época de los años 70, donde la moda también era muy diferente ¿Te quedaste con algún recuerdo del vestuario?

Considero que esa época fue bastante fantástica para la moda.  A mí me encantaron los lentes de sol.  De verdad, al final del rodaje traté de guardármelos pero no funcionó, creo que fue porque no soy tan buena como criminal.

De la ficción a la realidad

Fue durante su increíble participación en la comedia Friends, cuando Jennifer se enamoró de Brad Pitt.  Con una fabulosa boda celebrada el 29 de julio de 2000 unieron su vida.  Pero con el pasar del tiempo los títulos de sus películas empezaron a reflejar su vida privada.  Por ejemplo, al filmar Rumor Has It, confirmó los rumores del engaño de Brad con Angelina Jolie.  El divorcio oficial llegó en octubre de 2005, mismo año en el cual empezó el rodaje de The Break-Up, otra cinta que daba a conocer intimidades de otro de sus romances, con todo y ruptura, en la ficción y en la realidad, con Vince Vaughn.  Jennifer volvió a encontrar otro famoso amor con el cantante John Mayer, justo cuando en el cine filmaba Love Happens, aunque para el día del estreno, ya se habían separado.  Pero el mundo del cine tuvo mucho que ver con su actual noviazgo con el actor Justin Theroux, después que compartieron en el plató de la cinta Wanderlust.