La naturaleza según un temperamento

[‘La incursión que Elsie ha hecho en la escultura ha afectado su pintura. Ha engrosado las formas y robustecido los trazos. Ahora presenta un volumen que antes no mostraba’. Silvia Herrera Ubico, crítica de arte, 2003]

En Ventanas a un mundo interior, Elsie Wunderlich da un giro en su trayectoria plástica. En sus anteriores muestras, en las cuales ya expuso pintura y escultura, la primera disciplina fue la protagonista. Ahora invierte la balanza. Con 11 esculturas, una de 2.30 metros, en técnica mixta -bronce y vidrio intervenido con cromos-, la creadora muestra su poder para definir volúmenes tridimensionales.

Se trata de figuraciones que atienden a su llamado por explorar a la Naturaleza. Lo que ve y siente por ella al contemplar sus parajes se traduce en sus lienzos y bultos redondos. Bulto redondo, dice la Real Academia de la Lengua, es una ‘obra escultórica aislada y, por tanto, visible por todo su contorno’.

Sus esculturas son precisamente contornos pulidos y cuidadosamente calculados que soportan pinturas sobre vidrio. Si no supiéramos de antemano su verdadera fuente de inspiración tal vez nos decantaríamos por pensar que se trata de seres imaginarios tomados de algún bestiario olvidado por la historia. La Naturaleza misma sorprende aun al más agudo de sus observadores. Y eso mismo pasa con la obra de Elsie, si uno abre la mente cuando la mira.

Como marco, colgó cuatro óleos sobre lino, de gran formato. Ella estudió arquitectura, pintura y dibujo en la Universidad Francisco Marroquín en donde se graduó en Historia del Arte, también en la Escuela Nacional de Artes Plásticas y fue alumna de Miguel Ángel Ríos y Elmar Rojas. Ha expuesto en Francia, Estados Unidos, Guatemala, México y República Dominicana. El año pasado fue invitada a exponer en la Universidad de Pavia, en el marco de la celebración de su 600 aniversario.

Por León Aguilera Radford