No le huyas a la crisis, ¡enfréntala!

Esta es una ley de aprendizaje: las crisis son parte de tu vida y grandes formadoras, pero cuando escapas de ellas solo te deforman.  Es durante esos momentos que la dificultad te habla y te revela quién eres, de qué eres capaz y cuando la manejas bien te ayuda a adquirir la sabiduría para comprender a otros.

Recuerda que la única que dura para siempre es la que ignoras y no enfrentas, el resto son pasajeras y aleccionadoras, cuando las sabes esgrimir te dejan enseñanzas para no repetirlas.  Por ello los especialistas afirman que dos crisis exactamente iguales no son posibles, porque el conocimiento adquirido evita que caigas en lo mismo.

Apreciada lectora, si te encuentras atravesando una crisis en el último mes del año necesitas enfrentar esa situación.  Ya sea un accidente, una enfermedad, un divorcio, atraco, cambio de casa, falta de presupuesto o cambio de trabajo.  Todas son posibles de tratar y solucionar, para darle paso al crecimiento.

Por ello lo primero es que reconozcas que estás en medio de una y dejes de huir.

Ten en cuenta que el primer impacto será en tu forma de ver y entender la vida, en lo que has creído hasta la fecha.

Para esto necesitas enfrentar los paradigmas, en especial aquellos que limitan, pues las crisis son excelentes momentos para liberarte de impedimentos y te impulsan a atreverte.

Una buena parte de los descubrimientos de los seres humanos son durante esas circunstancias difíciles por las que tienen que atravesar.

Al encararla surge en ti la duda, el miedo, la ansiedad y muchas veces esos temores ganan la batalla, por lo que regresas a la etapa anterior, y esto te deja estancada en la frustración.  Por ello es necesario que crezcas y para eso debes entender que son tus viejas creencias las que arruinan tu futuro.

 Para este período que empieza anímate a aceptar la crisis como un factor que alimenta tu vida y como la mano que toca la puerta del cambio para transformar tu vida.  Feliz Navidad y próspero 2013.