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Los retos de la madre trabajadora

Tener esos brazos que cubren el cuello llenos de amor es una de las mayores satisfacciones de una madre. Por eso, lograr conciliar las tareas de mamá con el trabajo puede ser complejo. El secreto de todo está en el balance y tener claro el porqué de trabajar.

Enfrentar los distintos roles de la sociedad es una tarea agotadora, entre el trabajo, pareja, amistades, la administración de un hogar, los niños y con todo, la presión impuesta por nosotras mismas para cumplir con todo a cabalidad, puede resultar en cansancio extremo y muchas veces convertirse en frustración.

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En algunos países y principalmente en los latinoamericanos, los retos que la mujer enfrenta son grandes y más importantes deben ser aquellos que la colocan como un ser visionario, con aspiraciones personales, familiares, económicas, sociales e incluso políticas. Para tener la absoluta seguridad en lo que a ella compete, de que logrará cumplir esas aspiraciones y retos que se proponga, no hay nada más importante que tener una fuente de ingresos permanente, explica Cynthia Lorena Micheo, médico psiquiatra.

Sin embargo, la felicidad en la vida se alcanza con el balance, afirma Virgilio Cordón, doctor en dinámica humana y salud mental.

Es importante encontrar el equilibrio entre la vida personal, laboral y espiritual, y más aún cuando se trabaja desde casa.

“Si seguimos pensando que el dinero o el éxito nos dan felicidad…estamos condenados a ser infelices ya que el enfocarse en ser productivas y hacer dinero tarde o temprano hará que abandonemos otras áreas igual de importantes como lo son la familia, las amistades y la vida social. Todo tiene un costo, y conozco a muchas personas para quienes el costo de triunfar en la vida profesional ha sido lastimosamente familias separadas y relaciones inestables, entre otros. Así pues, el que una mujer se desarrolle profesionalmente es algo que debe buscar para sentirse empoderada y realizada, pero también deberá tener en cuenta que su aporte a la sociedad al cumplir el rol como esposa y mamá es vital”.

Claro que las mujeres somos multitarea. Sin embargo, este hábito de querer hacerlo todo nosotras mismas, al final nos deja tan agotadas, que ya no nos da ni energía para planificar lo que debemos y que queremos hacer, pero no podemos perder esta perspectiva. Es importante aprender a ceder el control, más si tienes obligaciones impostergables.

Conocer las habilidades de otras personas para apoyarnos en ellas es importante. Esto da confianza para solicitar ayuda, tanto en la vida laboral como en el cuidado de los niños o ir instruyendo poco a poco a los colaboradores de forma supervisada. No delegar carga es lo que se le conoce en inglés como burden y esta carga es innecesaria. Toda madre que trabaja, puede adentrarse en la aventura de aprender a confiar, y los resultados pueden sorprenderla muy gratamente, explica Micheo.

Cordón nos cuenta que ha trabajado con muchas mujeres exitosas que han buscado ayuda para lograr balancear su vida profesional, familiar y social y lo han logrado con éxito.

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Para ello se requiere desarrollar la disciplina de cumplir con una agenda que les permita pasar de una actividad a otra y cumplirla. Por ejemplo, ahora que se hace trabajo en casa, de un momento a otro debes quitarte el sombrero de profesional y ponerte el de esposa y madre para cumplir los distintos roles. Muchas veces el problema es que la mujer carga todo el tiempo con todos los problemas y se vuelve una relación poco sana.

A la vez, es recomendable que no renuncies a tus amigas, ya que diferentes estudios han demostrado que las mujeres son naturalmente más propensas a buscar relacionarse con otros porque es parte de su naturaleza. Esa interrelación con diferentes personas para compartir sus sentimientos, emociones, historias, ideas y sueños es necesaria.

Una mujer que no logra encontrar el balance, más temprano que tarde tenderá a sentir frustración y eso no le permitirá disfrutar de sus hijos y su éxito profesional, puntualiza Cordón.

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