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Mujeres en Alta Verapaz realizan trabajo que antes hacían solo hombres

El afán de cambiar su estilo de vida, proporcionar mejoras a sus familias y sentirse capaces de ejercer un trabajo son las principales motivaciones de estas mujeres luchadoras.

La falta de oportunidades para desarrollar habilidades profesionales, escasez y  carencia de recursos, ha llevado a un grupo de más de 75 mujeres de Fray Bartolomé de las Casas, Alta Verapaz, a desempeñar un trabajo que en las últimas décadas ha sido realizado únicamente por hombres.

Ellas tomaron la decisión de convertir la tarea de recolección de semillas –pepas- de palma africana en una oportunidad de empleo y así obtener recursos económicos para sufragar sus necesidades y las de sus familias. Con una jornada que empieza desde las 6:00 y termina a las 15:00 horas, de lunes a sábado, estas mujeres trabajan arduamente para ofrecer mejores oportunidades a sus seres queridos.

La temporada de recolección de pepas dura todo el año, aunque existen dos épocas de cosecha: una alta de junio a diciembre y otra baja de enero a mayo.

El trabajo consiste en la recolección del fruto suelto de la palma, una semilla grande, la cual sirve para la extracción de aceites esenciales.  Ellas seleccionan las pepas y las meten en sacos de brin y redes que después se vuelven muy pesadas, pero juntas en equipo logran movilizarlas hasta el punto de acopio.

Trabajando aquí aporto al hogar ya que con el salario de mi esposo no nos alcanza para los gastos de todos. Por eso, cuando termine la temporada de cosecha, tengo pensado poner un negocio de comida en la comunidad, dice Delfina Tic de 35 años.

Este trabajo lo pueden hacer tanto hombres como mujeres, pero el afán de promover la inclusión social y la igualdad de género han unido esfuerzos para empoderar a las mujeres y brindarles mejores oportunidades.  El objetivo es que esta dinámica sirva para fomentar la inclusión laboral en regiones donde habitualmente son los hombres quienes trabajan y sostienen los hogares.

Ellas reciben el salario mínimo con todas las prestaciones de ley y cuentan con incentivos de productividad.  Con los ingresos económicos muchas de ellas están sacando adelante a sus familias, en especial las que son viudas.  En su mayoría este grupo de mujeres trabajadoras son de escasos recursos y madres solteras, por lo tanto necesitan el trabajo para salir adelante.

Yo soy madre de dos hijos y me quedé viuda, y desde que empecé a trabajar como recolectora de pepas he podido ofrecerles mejores cosas a ellos, incluso darles la oportunidad de estudiar, cosa que antes no se podía, finaliza Norberta Choj, de 30 años.


Fuente: NaturAceites, www.naturaceites.com

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