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¡No al trabajo infantil, sí a una educación de calidad!

El mensaje de este año para el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, conmemorado cada 12 de junio, es ¡No al trabajo infantil, sí a una educación de calidad!

Ese es el mensaje del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, conmemorado hoy. Se estima que 168 millones es el número global de niños que trabajan, y 85 millones de ellos desempeñan un trabajo peligroso.

Por Margarita Pacay

Según la Organización Internacional del Trabajo, OIT, la persistencia del trabajo en la niñez tiene sus raíces en la pobreza, la falta de trabajo decente para los adultos, así como de la protección social e incapacidad para asegurar la asistencia de los niños a la escuela.

Este año, el tema a tratar será enfocado a la importancia de una educación de calidad como un factor clave en la lucha contra la situación de la niñez. Según la OIT, es un momento oportuno, pues la comunidad internacional examinará las razones de la incapacidad de alcanzar los Objetivos de Desarrollo respecto a la educación, y así establecer nuevos objetivos estratégicos.

En Guatemala, según un estudio de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales, Asies, publicado en su segundo boletín temático del Observatorio de Trabajo Decente, a pesar del crecimiento experimentado por la población total de menores, a partir de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida, ENCOVI 2006, los valores absolutos y porcentuales de los infantes trabajadores han disminuido.

La tasa de ocupación entre 2012 y 2014 decreció en todos los rangos de edad comparados, observándose la mayor reducción proporcional en el rango de 7 y 9 años. Las reducciones en los otros rangos de edad son también alentadores.

En el área rural la concentración de población infantil trabajadora es mayor. Los varones tienen más participación en las áreas urbana y rural, mientras las niñas no indígenas del área rural ocupan el porcentaje minoritario. Proporcionalmente la población ocupada de niños indígenas alcanza casi tres veces la de los niños no indígenas.

Más de la mitad de los menores ocupados son trabajadores no remunerados, teniendo esta condición mayor incidencia en los niños indígenas.

La mayoría que tienen ingresos son asalariados, la minoría restante se divide entre trabajadores por cuenta propia no agrícola y agrícola. La gran mayoría de la población de estos niños trabajadores se desenvuelve en el sector informal, y la minoría que está en el formal recibe los salarios promedio más altos, superando en más de la tercera parte a los del sector informal.

Fuente: Asies, Boletín 2, Trabajo infantil 2015

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