Para cuidar tu imagen recuerda siempre ser prudente en las presentaciones. No olvides que una sonrisa es indispensable para causar una excelente impresión y siempre debes ver a los ojos de tu interlocutor.
En una reunión, fiesta, cóctel o acto social no saludamos sólo a los conocidos, también a las personas que no conocemos. Según las normas de la etiqueta tradicional las presentaciones deben hacerse del más joven a la persona de mayor edad, del menor rango al de mayor, y del caballero a la dama.
En la etiqueta empresarial son válidas las reglas anteriores, sin embargo es normal que las personas se presenten a sí mismas especialmente en los ambientes profesionales y de negocios, donde la mujer debe ser tratada por su rango y no por su sexo y se mencionan cargos y profesiones, a modo de sugerir un punto de interés común, que dé paso al inicio de una conversación. Es importante llevar tarjetas de presentación, para reforzar un contacto personal importante.
Respecto a personas conocidas públicamente, de seguro tú las conoces, pero jamás asumas que ellas a ti, por eso solo debes darles la mano y decir tu nombre. Esta es una manera correcta de saludar con respeto.