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Los signos de la edad

Estas características le ponen fecha a tu piel. Identifícalas para observar los cuidados necesarios.

No importa tu edad, la piel necesita un cuidado especial para que el paso de los años sea menos notorio. Según explica Edith Tobías, dermatóloga y patóloga, no es solo una cuestión de vanidad o estética pues de eso también depende tu salud. ‘Llevando un cuidado constante no solamente se evitarán las arrugas, sino también problemas más serios como el melanoma y cáncer de piel’, señala.

¿Por qué envejecemos?

Hay muchas teorías que intentan explicarlo. Se ha visto en el laboratorio que la mayoría de células cuando se cultivan se dividen un número de veces, luego dejan de hacerlo y mueren. Aparentemente cada una tiene alguna información en sus genes sobre su ciclo vital.

La piel humana experimenta continuas modificaciones desde la más tierna infancia y a lo largo de toda la vida. Según Heinz Wyhbrecht, en el libro Cosmetología Moderna, es un órgano independiente que si bien está conectado con el resto del cuerpo puede reaccionar por sí solo.

Hay dos tipos de envejecimiento en la piel: intrínseco y extrínseco. ‘El primero acompaña al cronológico y, por supuesto, es inevitable’, señala la dermatóloga Maritza Kummerfeldt. Durante este fenómeno la capa externa, o epidermis, se adelgaza y el número de células que contienen pigmento o melanocitos disminuye; las que quedan aumentan de tamaño, de modo que la piel envejecida parece más delgada, pálida y traslúcida.

Lo que sí se puede cambiar

Por otro lado, el envejecimiento extrínseco es causado por la exposición a la radiación ultravioleta (UV) y al tabaquismo, por lo que se puede prevenir.

Claudia Núñez, dermatóloga, refiere que el daño solar se acumula a lo largo de la vida, por lo que es preciso empezar a cuidarla desde la niñez todos los días, pues aunque el sol no sea tan fuerte, e incluso esté nublado, los rayos UV están presentes.

Si fumas, deja el hábito ya. Kummerfeldt dice que el consumo de tabaco provoca una piel sin brillo, arrugada y de apariencia acartonada. A muchas mujeres les basta escuchar esto para dejar de fumar. Pero otras son demasiado adictas, por lo que deberían pedir ayuda a un terapeuta de adicciones.

Los puntos críticos

Kummerfeldt afirma que hay áreas del cuerpo que son el barómetro del envejecimiento. ‘Estos signos aparecen inicialmente en áreas delgadas, que también son áreas de cambios no solamente de tejidos blandos, sino también óseos’, señala.

Hay adelgazamiento de la piel, flacidez por cambios gravitacionales, pérdida o modificación de la grasa y cambios óseos de reabsorción. A continuación describimos cada área:

Área periorbitaria, alrededor de los ojos

Es la piel más delgada de todo el cuerpo y es finamente plegable. No contiene tejidos adiposos y en la parte de la dermis es muy floja. Su pigmentación es algo más intensa que la del resto de la cara. Debido a estas características necesita productos especiales y no ser maltratada.

En esta parte aparece lo que se conoce como arrugas de expresión. Si las cremas especiales para atenuar el paso del tiempo no funcionan, un dermatólogo con experiencia puede aplicarte toxina botulínica, mejor conocida como Botox.

Unos ojos cansados también pueden empeorar los signos de envejecimiento, por lo que es importante descansar para que no se formen bolsas y ojeras. Sí estas últimas son hereditarias o por alergias, puedes usar un corrector en un tono adecuado.

Aplicar infusiones de té puede ayudarte a atenuar las ojeras por desvelo, mejor si es de manzanilla y se enfría antes de usarlo. Usar rodajas de pepino no es recomendable, porque su poder astringente puede resecar el área acentuando las arrugas.

Frente

Esta piel es casi tan gruesa como el cuero cabelludo, pero es mucho más desplazable. Hacia abajo se engrosa más cerca de las cejas en los arcos superciliares.

En esta área suelen aparecer arrugas profundas, tanto horizontales como verticales, que hacen ver a las personas preocupadas o enojadas. La musculatura del rostro, cráneo, cuello y parte superior del tórax se toma de las estructuras óseas, es decir de los músculos de la mímica y de la masticación. A cada gesto la piel se adapta incorporándose velozmente por lo que aun en la juventud aparecen líneas de expresión. En la adultez presenta menos turgencia y adaptabilidad, queda fisurada y aparecen arrugas, y en la vejez ya no responde en elasticidad y carnosidad y por eso se tienen surcos.

En esta parte, los mismos productos del resto del cutis debes usarlos con movimientos ascendentes sin estirar y dando un masaje para reactivar la circulación. Algunas marcas de cosméticos ofrecen productos especiales para disminuir estas líneas si todavía no son muy profundas. Si ya son arrugas pronunciadas, al igual que en los ojos, puedes acudir al botox, para que desaparezcan por algunos meses, según recomiende tu dermatólogo.
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Cuando ya están demasiado marcadas y la frente está muy surcada, existe la opción de acudir a un cirujano plástico para un lifting, este es un recurso que depende de las características de cada persona. Obviamente, siempre existe la posibilidad de cubrir el área con un flequillo, según sea la forma de tu rostro.

Cuello y región peioral (pecho)

En el cuello la piel es delgada en las regiones anteriores y se vuelve más y más gruesa en dirección hacia la nuca, donde es extraordinariamente firme y dura. En la parte superior se parece a la de la cara, pero en las partes inferiores va tomando el carácter de la del pecho. Estas dos regiones son olvidadas muchas veces por las mujeres, pero es muy vulnerable porque no posee un buen sostén muscular y es pobre en glándulas sebáceas.

Además, la piel es muy fina y se deshidrata con rapidez lo que implica que aparezcan arrugas en collar y el descolgamiento del contorno facial. En el escote pueden aparecer manchas oscuras causadas por el sol.

Para evitar todo esto debes tratar esta área de igual manera que el rostro, al usar los mismos productos, esto incluye limpiadoras, tónicos, humectantes y bloqueador solar. Si el daño es más grave, recurre a cremas para cutis dañado y para problemas específicos como manchas.

En esta área lo que ofrece la medicina cosmética en casos avanzados es una cirugía que estira la piel mediante incisiones en la nuca y la raíz del cabello.

Las orejas

Los pabellones auditivos se agrandan con el paso de los años en tanto que la capacidad de oír disminuye. Médicos británicos midieron los pabellones de sus pacientes mayores de 30 años y han llegado a la conclusión que aumentan de longitud a una media de 0.22 milímetros por año.

Aunque no parezca ser alarmante, a muchas personas les molesta esta característica de la edad, sobre todo las que gustan de lucir aretes llamativos y peinados recogidos o muy cortos. La solución podría ser la otoplastia, una cirugía que corrige la posición o forma de las orejas, tratando de lograr una mejor relación de proporción con la forma y tamaño de la cabeza y el rostro.

Sin embargo, a quienes no les molesta tanto este crecimiento, les bastará con disimularlo con el cabello. En ambos casos deben dárseles un cuidado esmerado de limpieza aplicando luego humectante y protector solar.

Dorso de las manos

Están tan expuestas al sol como el rostro lo que puede provocar manchas y arrugas. Su piel es muy ?na, al igual a la capa de grasa que las cubre por eso se ven huesudas con la edad.

Usa diariamente una crema de manos con protección solar, reforzando con un bloqueador cuando vas a estar más expuesta. Además, algunas casas de belleza ofrecen sistemas completos de cuidado, que incluyen exfoliantes, mascarillas y cremas intensivas. Se recomienda usar guantes de hule al hacer cualquier trabajo en casa, sobre todo si se usan detergentes y otros químicos.

Para casos más avanzados existen cremas y peelings de más complejidad que quitan las manchas, pero es mejor consultar con un dermatólogo. En clínicas estéticas hay tratamientos como infiltraciones de material de relleno y grasa, láser y luz pulsada para quitar las manchas, revitalización con vitaminas y bioestimulación.

Hábitos a seguir

Cambia tu comportamiento para mejorar tus posibilidades de lucir joven por más tiempo. Según Carolina Rivas, dermatóloga, las radiaciones están divididas en ultravioleta A (UVA), ultravioleta B (UVB) y ultravioleta C (UVC). Las más dañinas son las UVA, porque penetran más profundamente e intervienen en el fotoenvejecimiento. Las UVB son las responsables del bronceado, pero también de las quemaduras solares. Ambas radiaciones causan cambios genéticos y cáncer de piel.

Por su parte, las UVC son absorbidas y filtradas por la capa de ozono, por lo que no producen aún mayor daño.

En opinión de Rivas no existe una manera correcta de broncearse con el sol, por lo que no es recomendable hacerlo. Las opciones de broncearse con cámaras, camas o cabinas tampoco son seguras porque utilizan también radiaciones UVA. Incluso, según Rivas, pueden ser todavía más riesgosas porque los rayos inciden de manera directa, aumentando su potencial de hacer daño.

Si no quieres arriesgarte es mejor usar cremas autobronceadoras, que generalmente contienen dehidroxiacetona (DHA), pues son bien toleradas por la mayoría de personas. Esta sustancia es un derivado de la caña de azúcar que reacciona con los aminoácidos en la capa superior de la piel, produciendo un color bronceado que se pierde alrededor de siete días después de su aplicación, según la fórmula del producto.

Otra manera de tener más color es el uso de maquillaje para cuerpo, el cual viene en crema, gel o aerosol. Según la dermatóloga es inofensivo, su desventaja es que debe reaplicarse, aunque hay algunos que ofrecen ser a prueba de agua.

En vista de que no puedes dejar de exponerte al sol, Núñez recomienda usar crema protectora con al menos un SPF de 15 en áreas expuestas todos los días por las mañanas. ‘Mientras sea de día hay radiación’, indica.

Si te vas a mojar usa un protector resistente al agua y reaplícalo nuevamente al mediodía. Lo ideal es un protector solar con base de cinc o dióxido de titanium, con factor de protección de 30. ‘Recomiendo también usar previamente antioxidantes tópicos. Un ejemplo es la vitamina C’, apunta Kummerfeldt.

El uso de medidas físicas también es recomendable, como la ropa clara de manga larga, sombreros y anteojos oscuros con filtro solar. Además evita exponerte a las horas pico, entre 10:00 y 16:00 horas.

Una ayuda con productos

Kummerfeldt opina que los cosméticos combinados con los protectores solares y los hábitos mencionados son de gran utilidad.

Byron Morales, representante de una marca de cosméticos, señala que hay productos para cada edad y para todos los bolsillos. Lo importante es elegir los más adecuados, según las características propias, tomando en cuenta que existen formulaciones más complejas con resultados dramáticos. ‘Las cremas regulares humectan, pero hay otras que tienen más investigación e ingredientes especiales que combaten problemas específicos e incluso ofrecen darle luminosidad al rostro’, refiere Morales.

Para llevar un régimen de cuidado básico debes consultar con un dermatólogo acerca del estado actual de tu piel, sus características y problemas. Es decir, si es seca o grasosa, si hay acné, manchas, si hay poros abiertos o si es sensible. Ya con esta información, compra productos adecuados para ti. Lo básico es tener limpiadora, tonificante, humectante, crema especial para los ojos y para labios. Luego de aplicártelas recuerda usar el protector solar.

Por Jessica Masaya

Fuentes: Edith Tobías Achtmann, dermatóloga y patóloga. Maritza Kummerfeldt, dermatóloga. Claudia Núñez Girón, especialista en dermatología. Carolina Rivas Anaya, dermatóloga de Multiderma. Byron Morales, director comercial de la marca La Roche-Posay. Libros Cosmetología moderna, de Heinz Weyhbrecht, Editorial Lidium; Bella a cualquier edad en forma natural, de Anita Guyton, Grupo Editorial Norma. Sitios web: www.pulevasalud.com www.39ymas.com www.cosmetologica.com www.elpais.com y www.umm.edu

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