Las altas temperaturas que se viven en la playa implican una doble dosis de hidratación. Con ello previenes intensos dolores de cabeza, incluso ser víctima de una infección urinaria. Estos consejos te mantendrán sin sed.
Cuenta los vasos
Una persona ingiere un 20% de líquidos por medio de los alimentos y el 80% restante por diferentes bebidas. Para que el calor no te marchite ni te deje sin aliento es obligatorio beber dos litros de agua. La clave es ingerir un vaso de 8 onzas cada 30 o 45 minutos.
Saboriza tu agua
En un pachón con medio litro de agua exprime medio limón o naranja, dilúyelo bien y bebe un vaso cada media hora. Los cítricos aportan un buen porcentaje de electrolitos que se pierden durante la sudoración.
¡Bien fresca!
El calor y la sudoración nos hacen sufrir de sed. Por eso procura beber suficientes líquidos y a una temperatura con la que te sientas refrescada. Una idea colorida, sabrosa y sin necesidad de añadirle calorías al agua pura es que a un litro le agregues 5 fresas congeladas. El aporte de vitaminas te mantendrá más hidratada.
Aliméntate con comida jugosa
Quienes ingieren ensaladas, sopas frías, verduras y frutas jugosas reciben más del 20% de líquido necesario, contrario a quienes comen alimentos procesados. Cómete un delicioso tazón con trozos de sandía bien fría, pero si comes cítricos, recuerda lavarte bien las manos porque el sol puede mancharte la piel.
Prepárate algo tónico
Incluye en tu pachón de agua una pizca de semillas de chía, bicarbonato y gotas de limón o naranja. Esta combinación permite que el líquido se adhiera a tus órganos y te mantenga hidratada por más tiempo.
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