“El creador de Zumba, Beto Pérez, quería que el mundo conociera una manera divertida de hacer ejercicios. A mí me encantó desde la primera vez, bailando bajé 30 libras sin dolor ni dietas estrictas y comencé una nueva vida”, cuenta Silvia Ramírez.
Mi rutina era sedentaria, trabajaba y regresaba a casa a descansar todos los días. Traté de mejorar mi condición de salud poco a poco, así que me inscribí en el gimnasio. Hacía ejercicios extremos, dietas severas, remedios caseros que no eran agradables y me limitaba con los chocolates, la pizza y las papas fritas; pero la verdad nada de ello me hacía feliz.
Un día decidí asistir a una clase se zumba con mi hermana y me gustó tanto que pensé que esto debía formar parte de mi vida y así comenzó todo. Iba a clases cuatro veces a la semana y a los 6 meses ya había recobrado mi peso ideal, había bajado 30 libras. Empecé a cuidar mi salud adoptando hábitos más saludables como estos:
- Como suficientes verduras, frutas y manías.
- No como en la calle.
- Preparo mis alimentos en casa.
- Una vez al mes como en algún restaurante comida rápida.
- Mi consumo de sal y azúcar es muy bajo.
- Respeto mis tres tiempos de comida y refacciones.
- Prefiero las preparaciones cocidas u horneadas.
- No consumo carbohidratos.
¿Por qué fue efectiva la zumba para mí?
- Combina movimientos rápidos y lentos
- Tonifica los músculos
- Elimina grasas
- Reafirma los tejidos
Por todo esto, es un increíble ejercicio para adelgazar y reducir medidas de forma saludable, efectiva y divertida. La zumba combina diferentes ritmos y con una clase puedes quemar hasta 1000 calorías.
Bailar es alegre
Cuando haces zumba liberas endorfinas, las hormonas de la felicidad que te ayudan a estar de mejor ánimo y más positiva. Poco a poco vi los cambios no solo a nivel físico sino emocional, esto evitó que cayera en un estado de depresión por la relación sentimental que había concluido recientemente.
Mi vida cambió
Gracias a todos esos esfuerzos ahora soy instructora de zumba certificada miembro Zin, esto para mi significa responsabilidad, respeto, dedicación, esmero, disciplina, sacrificio y lo más importante, amor y pasión.
“Con la zumba no solo cambiamos por fuera, sino que transformamos nuestro cuerpo, alma y espíritu”.
Las clases las imparto todos los días, dos o tres veces, y mi objetivo es transmitirles a las alumnas que con este baile es posible recobrar la figura, levantar la autoestima, adoptar hábitos más saludables de vida, alcanzar las metas que quieran e incluso superar la pérdida de la pareja. Por algo la practican más de 25 millones de personas en 180 países. En mi caso, quiero impactar a muchas personas y enseñarles una actividad que a mí me cambió la vida.
Fuente: Silvia Lorena Ramírez Coronado, Instagram: @colochramirez