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Estas son las consecuencias negativas de ser “la amante”

Ser la tercera en discordia en una relación no solo genera profundas insatisfacciones y soledad, también daña la imagen y autoestima. De hecho, podríamos decir que no existe ninguna razón positiva por la cual una mujer quisiera adoptar este rol.

Estas son solo algunas de las consecuencias de ser la amante

  • No puedes tener una relación pública, compartir espacios con la persona que amas o presentarla a tu familia, pues el origen de la misma proviene de una infidelidad.
  • Tienes que ajustar tus horarios y vida a él, porque debes estar siempre disponible cuando lo requiera.
  • Te aíslas de tu familia y amigos por lo complicado de tu relación.
  • Pierdes el tiempo en una relación rentada, lo que reduce tus posibilidades para estar junto a alguien que realmente te quiera.
  • Tu reputación queda por el piso, sin contar con la nueva que tendrás que cargar.
  • Pierdes la tranquilidad pues siempre estás a la espera de una llamada, ya sea para una cita o para una cancelación.
  • Careces de libertad tanto en lo personal como en tus redes sociales, pues no puedes publicar tus fotografías con total independencia.
  • Jamás dispondrás de todo el tiempo para dedicárselo como pareja, porque al paso de unas horas él deberá retornar a su nido.
  • Si él decide vivir contigo, siempre cargarás en la consciencia la trillada frase: “nadie puede ser feliz sobre la tristeza de otros”.
  • Te llenas de celos, enojo y frustración por el simple hecho de saber que cuando no está contigo lo estás compartiendo con otra mujer.

Qué induce a serlo

La psicóloga Sthepanie Guillá, menciona que tanto en hombres como en mujeres  las razones que inducen a una infidelidad son las mismas, acá te mencionamos alguna:

  • Por vengarse.
  • Por agregar emoción a su vida, porque les devora la rutina tanto en su convivencia como en la sexualidad.
  • Por ego, para sentirse especiales o deseados.
  • Para buscar una conexión de amor. La falta de comunicación entre la pareja crea distancias insalvables.
  • Por soledad. La pareja ha tomado distancia y ha establecido otras prioridades.
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La infidelidad es una enfermedad ¡Cuidado!

La terapeuta sexual y familiar, Ana Simó, explica que desde el punto de vista psicológico la infidelidad es considerada una enfermedad, conocida como “Don Juanismo”.

El hecho de no tener una sola pareja provoca desgaste emocional, migraña, tensión y ansiedad, incluso se detonan los síntomas de la gastritis provocados por el cumulo de adrenalina que la relación puede provocar.

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Fuente: Dra. Stephanie Guilá de Boston Clinical Consulting, teléfono 2507-9029 Ana Simó, terapeuta sexual, @anasimoRD
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