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Tu factor de protección

Si bien el sol te llena de vigor y energía, exponerte a sus rayos requiere de cierta precaución para evitar quemaduras y daños provocados por la radiación. Elige un factor de protección de acuerdo con las características de tu piel.

Por Yeni Leiva

Para prevenir el fotoenvejecimiento prematuro y el cáncer de la piel es fundamental que todos los días cubras el rostro, cuello y orejas con un protector o filtro solar de amplio espectro. Además, cerciórate que brinde una buena protección contra los rayos UVA y UVB.

Si omites el uso de un protector corres el riesgo de recibir una buena dosis de radiación capaz de provocar la aparición de manchas o lunares malignos. Sofía Del Cid, dermatóloga, menciona que el daño solar se manifiesta con manifestaciones cutáneas que no existían antes, y cada cierto tiempo cambian de forma, incluso hasta pueden sangrar, y con el tiempo volverse cancerosas.

Por ello es fundamental elegir un factor de protección -FPS- no menor de 30. Este es un número indicador del tiempo al que se puede exponer la piel protegida. Por ejemplo, un FPS 50 se multiplica por diez y eso significa que estarás protegida durante 500 minutos, o bien 8 horas, pero si te expones al sol deberás repetir la aplicación cada cuatro horas.

No obstante, es más preciso utilizar un protector de acuerdo con las actividades realizadas y características de la piel. Si estarás expuesta al sudor o al agua, lo mejor es utilizar una fórmula impermeable.

Si eres de cutis graso, lo recomendable es utilizar un protector de preparación en gel y de fácil absorción. De esa manera evitarás lucir una piel oleosa.

Las pieles con tendencia a la resequedad y descamación requieren uno en crema y con efecto humectante. Lo esencial es aplicarlo cada cuatro horas.

Si el cutis es sensible también tienes la opción de utilizar uno en aerosol. Eso evita frotar la piel al momento de difuminar el producto.

Para las pieles maduras son aptos los protectores que contienen ácido hialurónico en su fórmula, porque además de actuar como barrera contra el sol, promueven una mejor elasticidad dérmica.

Fuentes: Sofía Del Cid, dermatóloga. Salvador López, médico del Instituto Nacional de Cáncer INCAN. Erik Conde, médico de Laboratorios La Roche-Posay.
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