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Un respiro al amor

Separarse por un tiempo puede ser el respiro que necesitan algunas parejas cuando la relación no va tan bien. Pero dar este paso no se resume en hacer maletas y partir. La decisión debe ir acompañada de una serie de compromisos, una actitud de cambio y la disposición a negociar siempre por el bien de los dos.

Muchos hombres y mujeres llegan a desear un tiempo lejos de la pareja cuando la relación es conflictiva. Eso sí, el tema no debe tomarse a la ligera porque requiere madurez, reglas claras y el interés por el cambio. De lo contrario, irse y pensar que al no verse unas semanas o meses cambiará el escenario, no trae ningún beneficio.

Felipe de Jesús Ortega, psicólogo y orientador familiar, admite que en las décadas que lleva aconsejando a parejas, la mayoría de las ocasiones tanto ellos como ellas tienen problemas de convivencia, los cuales no están relacionados con el amor en sí, sino con las costumbres. Es evidente en el caso de Julia* y Adrián*. Ella detestaba el desorden de su esposo, mientras él no soportaba la impuntualidad de su pareja. Como resultado vivían en una batalla y nadie cedía.

¿Qué perdía él con dejar su ropa en el cesto correcto o ella en arreglar su horario? Pero los dos estaban centrados en no cambiar y creían que estos ajustes los mostraría débiles ante su pareja, explica Ortega. Necesitaron alejarse y condescender un poco para aliviar el problema, sentarse a solas para evaluar el comportamiento propio, descubrir en qué necesitaba cambiar cada uno y dejar de ver únicamente los errores del otro.

Esta última fase les llevó casi dos meses, antes de regresar y tratar de restablecer la armonía en su vida. No en todos los casos se logra el mismo resultado. Hay ocasiones en las cuales ella y él, al estar lejos, se empiezan a sentir cómodos y libres así que prefieren una separación definitiva.
Lo cierto es que se recomienda el apoyo profesional al decidir apartarse por un tiempo. Esta ayuda permite que una tercera persona recomiende de forma objetiva ciertas acciones a la pareja y puede evaluar mejor los avances y retrocesos de los dos. Si el deseo es rescatar la relación, tienen que aprender técnicas para resolver conflictos, cultivar la conversación, buscar acuerdos, tener detalles y practicar las expresiones de afecto, entre otras habilidades que pueden ser útiles para mejorar su matrimonio o unión.

El tiempo a solas

Cuando ambos están de acuerdo en separarse por un tiempo y de forma amigable es importante que tomen en cuenta ciertas condiciones. Los dos tienen que estar comprometidos con la idea y reconocer que cada uno ha cometido errores que han afectado su vida juntos. Es necesario que esta decisión sea consensuada en pareja y debe tomarse en un momento que no esté precedido de peleas, pues éstas contribuyen a tomar medidas apresuradas e incorrectas.

No existe un tiempo promedio recomendado para estar alejados. Esto depende de cada historia, así como de cuántos días creen necesitar las parejas para corregir sus faltas y evaluar qué cambios de costumbres pueden aportar a la relación. Además, es preciso no salir con otras personas en este tiempo destinado de forma exclusiva para ustedes. De lo contrario, vivir una fase de enamoramiento con alguien más podría magnificar las virtudes de la nueva persona y sobredimensionar los errores de la pareja. Después de la etapa de enamoramiento surgirán otros problemas, a veces mayores de los que se tenían antes, dice Ortega.

Por eso los dos deben estar conscientes del impacto y objetivos de esta decisión. Este tiempo pretende ser de reflexión, reconstructivo y reparador. Adaptar las reglas básicas referidas anteriormente ayuda a que la temporada sea menos dolorosa e inútil emocionalmente, agrega Rodolfo Sazo, psicólogo.
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Segunda vuelta ¡peligrosa!

Irse y regresar sin acciones definidas es dejarse llevar por la nostalgia, y es pensar equivocadamente que después de perdonar todo quedará olvidado. Por un tiempo esto se convertirá en un aparente alivio del problema, pero no será la solución. Incluso, es posible abrir un círculo vicioso que trae más daños emocionales, dicen los expertos.

Laura Doyle, en su libro Esposa entregada, también explica que es negativo continuar relaciones en las que existen problemas de alcoholismo, infidelidad frecuente, drogadicción, codependencia, insultos y golpes, entre otras prácticas que dañan la autoestima. Existe un alto porcentaje de probabilidad de que las historias se repitan una y otra vez. No se tienen demasiadas expectativas de cambio, así que es mejor cerrar las puertas y darse la oportunidad de un nuevo comienzo, asegura la escritora. ‘Separarse será una solución acertada, por ejemplo, cuando las agresiones se vuelven cotidianas, ya que esa relación no es sana y más bien puede acrecentarse el grado de violencia verbal, psicológica y material’, explica Ortega.

Con regularidad en los contextos anteriores el agresor pide perdón, ofrece cambios drásticos y promete que no volverá a cometer los mismos errores. Si se decide regresar, es posible experimentar un corto período de paz y que los problemas surjan de nuevo.

Esta aseveración no desacredita testimonios positivos como el de Roxana* y Esteban*, mediante el cual cuentan que él logró recuperarse de alcoholismo. ‘Me di cuenta de que estaba perdiendo a mi familia y reconocí que tenía un problema. No fue fácil, entré al programa de Alcohólicos Anónimos y hasta ahora tengo una lucha diaria’, explica Esteban, quien regresó con su esposa después de un año de estar separados y ahora tiene casi una década de sobriedad y un mejor matrimonio.

El caso de Esteban es un ejemplo que pueden tomar todas las parejas en crisis. Su búsqueda de cambio personal hizo la diferencia y en realidad ésta es la moraleja de los expertos: que cada uno tenga un listado de cambios para ayudar a la convivencia mutua y así lograr el rescate de la relación. En síntesis poner sobre la mesa soluciones y detener las quejas.

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Para todas las parejas

No existen fórmulas mágicas para mantener estable una relación, pero sí hay algunas recomendaciones que favorecen una armoniosa convivencia y el crecimiento propio mientras se vive junto a alguien. Cuando los problemas surgen, estas ideas pueden ayudar a buscar acuerdos e, incluso, evitar la decisión de decir adiós.

Conviene mantener una reunión periódica para resolver problemas. Tener claro que si se van a reunir es para hablar con madurez no para atacar ni agredir al otro, sino para buscar soluciones. Por ejemplo, un día a la semana hablar de 10 a 15 minutos sobre un solo problema. Si durante esa plática surgen otros problemas, dejen éstos para el siguiente día y así sucesivamente, hasta ir agotando los temas que ameriten por separado y llevar una relación sana.

  • Es mejor comenzar por los problemas más simples. Evitar reunirse cuando el problema es del momento y esperar a estar tranquilos.
  • Es recomendable hablar en plural cuando se trate de situaciones negativas, por ejemplo: ‘Cuando nosotros somos desordenados
    ‘; y decir lo positivo en singular: ‘Tú eres muy bueno en..’.
  • Recordar que el perdón, la sinceridad, la tolerancia y el buen tono son aspectos que no se deben descuidar.
  • Pensar en las cualidades de la pareja y decirle las cosas que han agradado.
  • No olvidar los detalles.

*Nombres ficticios.

Por Ingrid Reyes

Fuentes: Felipe de Jesús Ortega, psicólogo. Rodolfo Sazo Avendaño, psicólogo. Libro: La esposa entregada, de Laura Doyle, Editorial Norma.

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