La piel de las axilas es muy sensible y delicada, al grado que simples descuidos en la rutina de aseo personal pueden ser la causa de esa desagradable apariencia reseca, oscura, descamada, irritada o simplemente con mal olor. Toma nota de los procedimientos que debes adoptar para aportarle belleza a esa oculta zona de tu cuerpo.
Higiene, ¡no debe faltarte!
Por naturaleza son los filtros donde pasa la transpiración, por lo tanto se mantienen en constante humedad y eso promueve la proliferación de bacterias, mientras más fuerte es el olor, más microbios están alojados en las axilas.
Para prevenir infecciones y disminuir el olor , conviene mantener hábitos de higiene diaria. Es útil lavar con jabones libres de detergentes y, en especial, aquellos que ayuden a nivelar el pH de la zona. Además, el vello debe eliminarse para controlar el exceso de transpiración. Durante un día caluroso, si no es factible el baño porque estás en la oficina, los expertos sugieren acudir al uso de toallas húmedas, o bien empapar un trapo con agua y jabón para limpiar la zona y sentirte fresca. Lo esencial es no volver a aplicarte desodorante, porque si lo hiciste por la mañana la piel ya sufrió su respectiva frotación.
Húyele a las manchas
La decoloración en esta zona es un efecto que se sufre como consecuencia del frote, ya sea por pasar a diario una cuchilla para cortar el vello o por el uso de barras antitranspirantes por más de una vez al día. “La fricción que se hace en la piel crea cierta inflamación cutánea que cicatriza en forma de pigmentación”, indica en su visita a Guatemala Philippe Humbert, PhD jefe del Departamento de Dermatología del Hospital de la Universidad de Besacon, Francia, y científico de Belcorp.
Por su parte Johana Plocharski, esteticista y experta en cuidados de la piel, sugiere: “Aplicar una mezcla de jugo de limón y bicarbonato antes del baño, dejarlo actuar por dos minutos y de inmediato enjuagar sin dejar ningún residuo, para así evitar que la luz active los componentes del cítrico y eso te manche más”. También es preciso limpiar la zona antes de irte a dormir. Para liberar al poro de esa manera la piel libera de toxinas.
Familiarízate con la exfoliación
El objetivo de esta práctica es promover que el vello no crezca de forma interna, o bien, que en un mismo folículo crezcan dos y eso genere una irritación o infección en la zona. Para ello, la esteticista y depiladora profesional Heidy Cáceres sugiere: “Exfoliar la piel dos veces por semana con una mezcla de azúcar y miel, o cualquier otro producto granulado, pero que no sea cremoso”.
Durante el tratamiento utiliza las yemas de los dedos haciendo movimientos en contra del nacimiento del vello, y no en forma circular porque eso promueve que crezcan en forma de remolinos.
“Unas dos veces al mes frota la piel de tus axilas con un poco de avena en polvo, su efecto exfoliante ayuda a prevenir la pigmentación de la piel en esa zona”.
Libre de vellosidades
Afeitar la zona es el método más rápido y práctico para cortar el vello, es inmediato y se realiza durante el baño. La desventaja es que provoca escozor y debe repetirse de manera constante. Además, la fricción que la piel sufre al entrar en contacto con la cuchilla propicia que la axila cambie de color. Incluso de uno podrían salir hasta dos o tres vellos, según explica el dermatólogo Humbert.
Si este es tu método, procura hacerlo de manera más espaciada, cambia la cuchilla cada semana. Aplica el desodorante unos 20 minutos después del tratamiento.
Cuando lo haces por medio de la depilación tienes una alternativa más segura, en cuanto a los resultados. Con este método se utiliza cera a base de chocolate, plantas u otros ingredientes. La depiladora profesional Heidy Cáceres explica el procedimiento: se calienta la cera o miel a una temperatura apropiada para la piel, así el calor abre el poro y facilita la extracción del vello desde la raíz, eso ayuda a que el folículo se regenere y reaparezca en un lapso de tres o hasta cuatro semanas, según las características de cada persona. Si eres constante en la práctica de esta técnica, el vello se debilita y con el tiempo disminuye o hasta limita su producción.
En el mercado existe una variedad de ceras. A diferencia de las que usan calor, las frías no abren el poro, por ende la producción y crecimiento del vello seguirá su proceso normal. Optar por la depilación láser es la que más asegura la disminución del vello. Lo básico es realizarla con personal experto.
Bríndales hidratación
Para mantener suave la piel de esa zona se recomienda utilizar crema humectante. De preferencia las fórmulas a base de vitamina C, de esa manera se mantiene un pH balanceado y se limita la pigmentación.
Hacerlo inmediatamente después del baño resultará más efectivo, pues la piel absorbe los nutrientes de la crema. No obstante, Plocharski recomienda inclinarse por fórmulas naturales, libres de químicos tóxicos que puedan acumularse en el poro y luego ser absorbidos por la piel.
Amiga del desodorante
En el mercado tú puedes elegir entre los desodorantes que solo tratan el problema del mal olor, o bien los antitranspirantes que controlan el exceso de la transpiración, dice Laura Salguero, gerente de marca.
La elección del producto dependerá de tres factores: la cantidad de transpiración, actividades que a diario realizas y del cuidado que le quieras dar a tus axilas. Por ejemplo, si tienes una sudoración excesiva, elige aquellos aplicadores clínicos cuya tecnología de protección sea tres veces más que una fórmula tradicional.
Usa productos que controlen la transpiración, humecten la axila, eviten la pigmentación y controlen la aparición del vello.
Por Yeni Leiva
Fuentes: Philippe Humbert, PhD jefe del Departamento de Dermatología del Hospital de la Universidad de Besacon, Francia, y científico de Belcorp. Johana Plocharski, esteticista experta en cuidados de la piel. Heidy Cáceres, esteticista y depiladora profesional de Social Statement, hair salon & Stunner center, teléfono (502) 2334-2372. Laura Salguero, gerente de marca, Dove, Unilever.
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