blog

Vivir con hepatitis

Existen diversos tipos de hepatitis y en el mundo se estima que millones de personas sufren con estos virus, en especial con los llamados A, B y C. Solo estos suman más de 2.1 millardos de afectados, cifras impactantes que van en aumento, según la Organización Mundial de la Salud, OMS.

Existen diversos tipos de hepatitis y en el mundo se estima que millones de personas sufren con estos virus, en especial con los llamados A, B y C.  Solo estos suman más de 2.1 millardos de afectados, cifras impactantes que van en aumento, según la Organización Mundial de la Salud, OMS.

Guatemala no cuenta con registros de cuántas personas viven con hepatitis, pero el médico Carlos Mejía, jefe de la clínica de Enfermedades Infecciosas y del Departamento de Medicina Interna del Hospital Roosevelt, comenta que es una condición frecuente.  La mayor preocupación del profesional es la inexistencia de una estrategia integral de prevención, detección y tratamiento de manera sistemática, a pesar de tratarse de infecciones con un alto impacto social y económico para las familias.

No todo es negativo para el país.  Los profesionales entrevistados reconocen el avance en los sistemas de seguridad en la donación de sangre ya que con ello se evita esta vía de contagio.  “Sin embargo, quienes descubren ser portadores de virus durante la donación no tienen acceso a un programa de tratamiento temprano ni paliativo cuando se encuentran en fases demasiado avanzadas”, agrega Mejía.

Walter Zea Iriarte, gastroenterólogo y hepatólogo, refiere otro logro para prevenir el contagio y es la campaña mundial para administrar la vacuna contra la  hepatitis B.  La Organización Mundial de la Salud asegura que más del 91 por ciento de los Estados miembros cuentan con ello.

Después del diagnóstico

Este órgano es uno de los más grandes del cuerpo humano y tiene múltiples funciones como el almacenamiento y producción de energía y la desintoxicación.  Esta última se debe a su facultad de diferenciar y valorar qué es tóxico para el cuerpo y eliminarlo, la cual pierde al enfermarse.

Como parte del tratamiento se recomienda una vida más moderada, aprender hábitos sanos para recuperar la energía vital, un plan personalizado de alimentación, evitar del todo las bebidas alcohólicas y tomar precauciones en su actividad sexual para no ser fuente de contagio.

Denise Harnois, gastroenteróloga y hepatóloga del Departamento de Trasplante de la Clínica Mayo de Jacksonville, Florida, comenta que los nuevos tratamientos aumentan la curación de pacientes hasta en un 70 por ciento.  El trasplante de hígado también es una opción, aunque en la actualidad no está disponible en Guatemala.

Hepatitis-02

s