Aunque lograr un equilibrio saludable en la economía no es tarea fácil, lo cierto es que poniendo en práctica algunos cambios puedes fortalecerla.

El ahorro es obligatorio

Como mínimo debes ahorrar el 10% de tu sueldo mensual, de esta forma estarás preparándote para cualquier emergencia, o bien por si te llegas a quedar sin trabajo. Procura depositar ese dinero en una cuenta de ahorro o en un fondo de inversión donde no tengas fácil acceso para retirarlo.

Si no lo necesitas, no lo compres

Es importante que destines un 5% de tus ingresos para comprar algo necesario, puede ser un par de zapatos, un vestido, pero debes tratar de no pasarte del presupuesto comprando cosas innecesarias.

Respeta tu presupuesto

Existen algunas aplicaciones que pueden ayudarte a cumplirlo de una forma fácil, sin embargo, una manera sencilla de hacerlo es: 50% de tu sueldo será para gastos de primera necesidad (casa, agua, luz, teléfono, transporte y comida); 30% para tus gustos personales (salir a comer, comprar esos zapatos que tanto quieres, irte de vacaciones) y 20% debería ser para inversión y ahorro.

¡Alerta roja! para tu tarjeta de crédito

Esta debe usarse únicamente como forma de pago en una emergencia, ya que pasados los 45 días de crédito el artículo que compraste puede llegar a costar hasta el triple. Asimismo, si no tienes el dinero para comprar algo simplemente no lo compres.

La regla de oro

Porque quieres vivir como millonario sino no lo eres. No gastes en cosas que no te alcanzan, no excedas el uso de tu tarjeta de crédito, trata de salir de tus deudas y ponte metas para lograrlo. Solo así encontrarás la estabilidad que tanto anhelas.