Durante el evento pueden pasar muchas aventuras inesperadas, pero tu rostro debe estar siempre radiante. Recuerda, es un día especial, y las pequeñas vicisitudes de la boda son parte de la pimienta; así que mantén la calma y pide apoyo para activar el plan “B” cuando algo falle en los preparativos.
Durante el evento pueden pasar muchas aventuras inesperadas, pero tu rostro debe estar siempre radiante. Recuerda, es un día especial, y las pequeñas vicisitudes de la boda son parte de la pimienta; así que mantén la calma y pide apoyo para activar el plan “B” cuando algo falle en los preparativos.
Por Margarita Pacay
Las organizadoras de eventos están convencidas de la necesidad de tener un as bajo la manga en las celebraciones de bodas, porque las probabilidades de las emergencias son altas, al no tener totalmente el control del personal que ofrecerá el servicio de banquetes, maquillaje, peinado, incluso del clima. Lo mejor es prever esas situaciones y tener contemplado un plan “B”.
La coach Solange Dufourq, explica que todo puede pasar en una boda, pero es posible controlar la situación, sobre todo a través del control de las emociones. Eso significa mantener la calma en todo momento.
Definitivamente no es sencillo, pero por salud mental debes poner en práctica ejercicios que ayuden a lograr ese objetivo. “En mi caso tuve esa experiencia. Cuando me casé, dos días antes del evento, el maquillista me canceló la sesión, llegó otra persona que no conocía, no fue puntual y no quedé satisfecha de los resultados. Pero yo tenía conocimiento de cómo manejar mis emociones, así que todo marchó en orden”, añade Dufourq.
“Recuerda que estas cosas no son ‘accidentes’, no son ‘mala suerte’. Son parte del día y pasan por una razón. Después será el momento de encontrar el por qué y buscar el aprendizaje”, subraya la coach Solange.
Además, por salud mental es importante tener presente que la celebración se diseña para complacer a los novios y ellos son quienes deben disfrutarla al máximo. “Se tiene la idea ilusa de que los invitados se fijarán en todos los detalles de la boda. No es así. El conjunto, el producto de todos esos detalles será lo importante”, asegura Dufourq.
Manos a la obra
Pamela Morales Porres de Ramírez, organizadora de bodas de Crea Eventos, te sugiere poner en práctica este plan “B”, cuando te sorprendan estas emergencias:
Contrata a una organizadora de bodas para que los imprevistos sean controlados y/o solucionados en el mismo momento. La experiencia la hará tomar decisiones trascendentales para tu boda.
Si llueve en tu boda, procura haya un lugar cerrado o techado cerca del jardín o lugar del evento. En la temporada de invierno es mejor hacer las bodas en áreas cerradas.
Si la comida no llega, no te preocupes. Un servicio de comida rápida a domicilio puede solucionar parcialmente el problema. No es lo ideal, pero puede sacarte del apuro. Respira profundo y piensa, lo más importante es la ceremonia. Si se va la energía eléctrica, contempla en tu presupuesto una planta o generador eléctrico.
Si se te olvidan los anillos o argollas, diles a tus familiares que te presten unas para hacer el rito durante el matrimonio.
¿El pastel no llegó? No importa si hay postre en el bufé. De igual forma puedes mandar a traer uno similar para el momento del pastel de boda.
A veces los zapatos lindos y de tacón solo se aguantan un rato, así que considera llevar un par de zapatos cómodos para usarlos durante la recepción.
Si el vestido se te manchó, no trates de limpiarlo, generalmente se mancha más. Mejor utiliza un gancho o alfiler para sostener y esconder el defecto, haciendo un doblez sobre el mismo.
Si el grupo musical no llega, contrata a un Dj o discoteca rodante local o del área. Generalmente el montaje es práctico y ágil. Tus invitados podrán bailar sin parar.
Relájate y practica
Por salud mental ten claro que nadie arruinará tu boda, a no ser que lo permitas, pues solo tú puedes controlar tus emociones. Así que pon en práctica estos ejercicios antes y durante el evento.
En todo caso, lo mejor es respirar profundo y contar del 1 al 10, eso significa llevar el aire hasta el abdomen y de forma lenta, concentrándote en las sensaciones físicas (sonidos del ambiente, olores, sabores, sensaciones en la piel), de esa forma te ubicarás en el presente, en donde todo es perfecto.
También puedes sentarte en posición de cerebro integrado, es un ejercicio de gimnasia cerebral que consiste en cruzar los tobillos, uno sobre otro, y entrelazar las manos, palma con palma, permaneciendo así unos minutos, escuchando música relajante.
“Esta posición hace que se integren nuestros dos hemisferios y potenciemos nuestros recursos mentales y emocionales, para tener mayor claridad, paz y energía”, explica la coach Solange Dufourq.