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Cuando tu trabajo ya no es lo que era

Con el pasar del tiempo, hasta el más emocionante de los trabajos deja de producirte satisfacción.  Y aunque es un proceso considerado por algunos como normal y lo viven muchos empleados, la pregunta es si está en tus manos cambiar la sensación de no avanzar.

El trabajo está inmerso en lo emocional, personal y familiar.  Por ello sentirnos plenos en lo que hacemos en el ámbito laboral contribuye a tener una mejor relación en los distintos ámbitos de la vida, pues se logra un mejor estado emocional en general”.  Julio Zelaya, especialista en emprendimiento.

En cuanto a ese sentimiento de estancamiento e insatisfacción ¿cómo saber si te está pasando?  “La pregunta que debes hacerte es ¿para qué estoy en mi actual trabajo?  Cuando lo que haces encaja en un plan de vida, ya no tiene lugar sentirte detenida”, señala Julio Zelaya, doctor en administración de empresas y especialista en emprendimiento.

Muchas personas están en su trabajo únicamente por el dinero.  Si esto es una realidad en tu situación la respuesta es que sí estás detenida laboralmente.  “Al trabajo le dedicamos el 80 por ciento de nuestra vida, por ello debe ser gratificante y retador.  ¿Me siento retada?, ¿me siento generalmente motivada de ir al trabajo?  Esos son indicadores de avance”, agrega Zelaya.

“Las personas se equivocan usualmente porque esperan que algo de fuera los motive, cuando en realidad la motivación es interna y está dada al tener planes sólidos y exigentes con uno mismo.  Es ver la vida como un conjunto de roles y que todos son importantes”, indica Yesid Barrera, consultor empresarial.

Si te sientes estancada profesionalmente recurre a una medida sencilla: vacaciones recreacionales con propósito, es decir, tomarte un tiempo para replantearte la vida entera y establecer metas para los siguientes cinco años en aspectos como: tu vida personal, salud fìsica, mental o educacional, social, afectiva y espiritual.  “Siempre es importante tener metas claras.  Hacer ejercicio, mantener la mente en actividad leyendo y educándote.  Dedicarle tiempo a tu familia y la relación de pareja.  Esto le brinda sentido a tu trabajo”, indica Barrera.

Trabajo y emociones van juntos

En cuanto a la relación de la vida profesional con el aspecto personal, Zelaya agrega: “Los seres humanos no funcionamos en compartimentos separados.  El trabajo está inmerso en lo emocional, personal y familiar.  Por ello sentirnos plenos en lo que hacemos en el ámbito laboral contribuye a tener una mejor relación en los distintos ámbitos de la vida, pues se logra un mejor estado emocional en general”.

Para lograr un cambio empieza a revisar cuidadosamente tus expectativas.  El sentimiento de desmotivación tiene tanto que ver con tus esperanzas como con tus responsabilidades.  Por lo tanto, plantéate qué es lo que realmente quieres de tu trabajo, puede que sea reconocimiento, la oportunidad de aprender nuevas cosas o ejercer autoridad.

Si no has sido recompensada con el ascenso que deseabas es probable que haya llegado el momento de replantearte los objetivos de tu carrera.  En este sentido debes establecer nuevas metas y encontrar la forma de alcanzar las actuales, incluso fuera del trabajo con proyectos personales o trabajo de voluntariado.

Aquí es necesario que te examines a ti misma.  Algunas preguntas útiles para descubrir aspectos que influyen en cómo te sientes en tu trabajo son ¿qué es lo que en realidad no me gusta? y ¿qué he hecho para cambiarlo?  Ten presente que es más fácil buscar una excusa a tomar el control de lo que te molesta en la oficina o en el área en la cual te desenvuelves.

La motivación es intrínseca o sea lo que tú misma haces para motivarte, o extrínseca, es decir lo que el trabajo te da como retribución: dinero, capacitaciones o retroalimentación.  ¿Cuál estás privilegiando?, ¿la interna o la externa?  “Si dependes de situaciones externas más a menudo corres el riesgo de entregar tu felicidad o motivación a situaciones de las cuales no tienes control”, indica Zelaya.

Tú tienes parte activa

Si después de examinarte te das cuenta de que tus expectativas si son realistas debes preguntarte qué puedes hacer para mejorar las posibilidades de obtener lo que quieres desde tu puesto laboral.  Por ejemplo, si ya aprendiste todo lo que hay por aprender sobre tus responsabilidades, ¿podrías asumir tareas más desafiantes?

Inicia el cambio tú misma.  No esperes a que venga alguien con la respuesta para lograr lo que quieres.  Desarrolla tus propias soluciones y propuestas procurando que vayan en la misma dirección de las necesidades de la empresa y de las tuyas.

Acepta los riesgos que vienen con los cambios y aprende a manejarlos.  Eso quiere decir que busques compromisos que sí puedas cumplir, de preferencia que se alcancen en etapas.  Piensa que los cambios pequeños a veces hacen una gran diferencia.

¿Por qué no pasar el 80 por ciento de tu vida haciendo aquello que te apasiona?  Los sueños existen y está en nosotros vivir por ellos”.  .Julio Zelaya, especialista en emprendimiento.

¿Me quedo o me voy?

Medita en cómo podrías cambiar la realidad de tu trabajo.  Si eso no es suficiente investiga las áreas relacionadas, antes de llegar a la conclusión de que debes comenzar de cero en una nueva ocupación y en otro lugar.

Esta decisión radical de cambiarte de empresa depende de varios factores que vale la pena analices.  “Muchas veces el empleo en una empresa es el trampolín para planes futuros, pero simplemente cambiarse no es la solución, ya que tu problema puede ser interno.  Si no tienes un plan de vida, ningún trabajo funciona a largo plazo”, señala Barrera.

Si tu trabajo no te llena necesitas hacer algo al respecto.  Y si luego de hablar y negociar no hay alternativa planifica una salida.  Te es útil ser sincera contigo misma y tu empleador.  Lo que callas deteriora todo.  Si tu desempeño ha disminuido y no haces nada para remediarlo, le estás fallando a las personas que te confiaron el cargo y las responsabilidades que conlleva.  “Creo que aquí la responsabilidad es compartida, por un lado de parte de la empresa propiciar un buen ambiente y dar las herramientas, por el otro el del colaborador es pedirlos”, indica Zelaya.

Buscar otra alternativa de trabajo depende de tu plan de vida.  El puesto que tienes o deseas tener depende de cómo te visualizas en el futuro.  El trabajo no debe ser una cárcel.  “El 60 por ciento de las personas a nivel mundial odian su empleo, según estudios recientes.  ¿Por qué no pasar el 80 por ciento de tu vida haciendo aquello que te apasiona?  Los sueños existen y está en nosotros vivir por ellos”, concluye Zelaya.

Por Karla Rímola

Fuente: Julio Zelaya, posdoctorado en Administración de Empresas, President & Chief Learning Officer, The Learning Group y Fábrica de Sueños, teléfono (502) 2368-9101,          jzelaya@thelearningroup.com  Yesid Barrera, consultor empresarial de RyB Ideas, teléfono 2441-8918, yesid@rybsideas.com www.facebok.com/RYBSIDEAS             Enplenitud.com/estancado-en-el-trabajo  Libro: Cómo ser más feliz en el trabajo que a veces ya no soporto, de Ross West, Editorial Mundo Hispano.

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