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El Caribe Diferente

Amatique Bay busca ser el resort ecológico más importante de la región centroamericana. En las piscinas, aunque los sectores familiares y para adultos están alejados, se conectan por un canal acuático.

No es necesario salir de Guatemala para encontrar destinos caribeños y paradisíacos.

La costa este ofrece playas de arena blanca, ríos entre montañas y maravillas naturales para el encanto visual y saciar la necesidad de aventura.

Si te interesa el contacto directo con la naturaleza, para tus vacaciones te recomendamos la costa este del país, distinguida por el intenso cuidado ecológico y las coloridas tradiciones de la región.

Se le ha comenzado a conocer como ‘El Caribe diferente’, porque esta región mezcla el mar, las playas y montañas, así como la convivencia en un mismo lugar de dos culturas distintas: la maya y la garífuna.

Es fácil pasar una inolvidable experiencia en esta región paradisíaca, porque si buscas ya sea aventura y tranquilidad las obtendrás bajo los paisajes combinados de todas las tonalidades de verde y azul.

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Una bahía de lujo

Es difícil encontrar un lugar en el continente americano donde el viajero disfrute de 14 caballerías de flora y fauna, en un ambiente relajado y seguro. El Hotel Amatique Bay Resort & Marina lo tiene. Además cuenta con 61 habitaciones y un servicio hotelero de cinco estrellas. Con más de 12 años de haberse estrenado, este resort es el único en la región con estas características, donde además de la sección de piscinas y la playa de arena blanca, ofrece giras a caballo por toda la propiedad y viajes en kayak por el río Pichilingo.

También cuenta con las opciones de acceso por tierra o por mar. Gracias a sus servicios de marina, el visitante puede arribar en lancha y pasar el día en las instalaciones, así como anclarse por semana o por mes. A las lanchas se les da el servicio de anclaje, agua y limpieza. También existe la opción de utilizar el hotel como punto base para dirigirse a otros destinos, por ejemplo Livingston o las playas cercanas como Punta de Palma, Playa Blanca y los cayos del sur en Belice.

Un servicio que ha ido ganando popularidad es la organización de eventos y bodas en la playa. El sector se acomoda para la ceremonia y la pareja contrae matrimonio con el sol y el océano atlántico como paisaje de fondo.

‘Entre los planes para este año están mejorar los servicios de la marina para incrementar las embarcaciones de veleros, yates y cruceros. También pondremos énfasis en lo ecológico y buscaremos conseguir la certificación Great Green Deal, avalada por Green Forest Alliance, la cual premia hoteles construidos con base en un diseño que prioriza a la naturaleza’, comenta Augustín Estrada, gerente general del hotel ubicado en la Finca Pichilingo Puerto Barrios.

1. Se aconseja llevar traje de baño a Siete Altares para sumergirse con comodidad en las pozas de agua cristalina. 2. El contacto directo con la fauna y flora en Siete Altares, es su característica más atractiva. 3. La etnia garífuna es orgullosa de su cultura. Este altar situado en la entrada de Siete Altares lo demuestra. 4. En Livingston es común encontrarse con una caminata cívica o de ocio, la cual se transforma con facilidad en una fiesta ambulante.

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Flor Martínez, del restaurante Bahía Azul en Livingston, recomienda probar el Coco Loco y el Gifiti, ambas bebidas de la región.

Jungla y aventura

Es común llegar a Puerto Barrios o al municipio de Livingston, Izabal, y no saber a dónde dirigirse al tener muchas opciones. Una de las mejores recomendaciones es el conocido Jungle Tour, el cual se inicia en Livingston llegando en lancha a un precio de Q50 por persona y en ferry a Q25.
En este municipio se visitarán los sitios más atractivos e interesantes, como el mirador cuya vista del pueblo y el mar es de no perdérsela. Los visitantes además pasan algunos minutos en un caserío garífuna para conocer de cerca las manifestaciones de esta cultura de origen africano, como el idioma de la familia arawak, su comida, sus bailes y su forma de vida.

Después se camina en medio de la montaña hasta llegar al río Quehueche para admirar los manglares y las aves, además de los peces en el agua cristalina. También existe la opción de bañarse en sus aguas, las cuales desembocan en el mar Caribe.

En el río los aventureros son recogidos por una lancha y llevados hasta Siete Altares, una belleza natural escondida entre el bosque y formada por siete pozas de agua dulce. El precio de la entrada a estas pozas es de Q15 y se aconseja utilizar zapatos tenis o zapatos para escalar, pues se camina por rocas húmedas o con musgo, muy resbaladizas.

La última de las pozas es la más profunda, ideal para realizar clavados. Al ser un área protegida, es posible encontrar cangrejos, mariposas, peces y otras especies exóticas de la vida silvestre.

‘El éxito de esta gira es la combinación de la aventura en las montañas y el río, con el conocimiento en directo de la cultura garífuna. Visitar la comunidad y hablar con las personas, así como llegar a Siete Altares y bañarse en sus aguas limpias tiene un gran atractivo’, explica David España, guía turístico de Exotic Travel Agency.

La duración es de dos horas y media, y el precio aproximado es de Q75 con almuerzo incluido.

La ensalada Arrecife, especialidad de Amatique Bay, cuenta con camarones jumbo, palmito con aceite de oliva y albahaca, montado sobre aguacate.

Dale gusto al paladar

Las comidas y bebidas en la región caribeña son tan clásicas como su propia cultura. ‘Llegar a estas tierras es la excusa perfecta para almorzar un tapado de mariscos o cenar rice and beans. Y luego terminar la velada turística con un gifiti o coco loco’, explica Flor Martínez, administradora del restaurante Bahía Azul en Livingston.

Para saciar los gustos más exigentes, los platillos y bebidas han ido evolucionando para darle variedad a la comida. ‘Muchos clientes nos piden tapado de mariscos para la cena, pero nosotros consideramos que es una comida muy pesada para la noche, así que hemos fusionado todos los ingredientes y lo convertimos en una salsa y una crema.

Así nace el filete de pescado con Salsa Amatique y la ensalada Arrecife, consistente en camarones tamaño jumbo con palmito, aceite de oliva y albahaca, montado sobre aguacate’, comparte Carlos Cordón, encargado de alimentos y bebidas de Amatique Bay.

Las instalaciones Amatique Bay y la reserva ecológica Siete Altares, fueron las locaciones escogidas para la sesión de fotos de verano, en la cual trabajaron 15 personas. Las imágenes se encuentran en la presente edición.

Por David Lepe.

Fotos: David Lepe, Carlos Salguero, Norvin Mendoza y Donaldo Chiquitó.

Fuentes: Augustín Estrada, gerente general de Amatique Bay Resort & Marina, y Carlos Cordón, encargado de alimentos y bebidas de Amatique Bay Resort & Marina. David España, guía turístico de Exotic Travel Agency. Flor Martínez, administradora del restaurante Bahía Azul en Livingston. Transporte: Donaldo Chiquitó, asistente del departamento de Relaciones Públicas, y Marlon Las, guía de turismo, del Instituto Guatemalteco de Turismo, INGUAT.

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