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El derecho a la protección

No todos los guatemaltecos tenemos una cultura de prevención, figuras como el ahorro o la adquisición de un seguro se ven casi imposibles para la mayoría de la población económicamente activa, pues los recursos familiares apenas cubren las necesidades mínimas, o bien no se tiene la suficiente información sobre cómo y en qué momento prestan su ayuda.

Como apuntan los especialistas, menos del 15 por ciento de las personas del territorio nacional cuentan con una protección financiera preventiva, situación que contribuye al encarecimiento de las pólizas, haciéndolas más difíciles de adquirir.

A nivel país, y aunque no parece tener relación, la adquisición de seguros ayuda a fortalecer el sistema financiero nacional, incluso ayudaría a desfogar un precario sistema de salud estatal, pues de esta forma se estaría cambiando la asistencia en hospitales nacionales por atención médica privada.

Es necesario poner énfasis en la educación y explicación de este tipo de servicios para cambiar la percepción de que no se gana nada al contratarlo.  Cambiar la idea de que otros se beneficiarán con su cobertura, pero lo más importante es que se trata de un sistema de protección financiera disponible para todos.

Los seguros no son exclusivos de determinada clase o sector de la sociedad, todos tienen el derecho de obtener uno con la premisa de cumplir a cabalidad con los requisitos y obligaciones que exige este contrato legal, para de esta forma gozar de todos sus beneficios.

Es importante hacer una reflexión y visualizar los posibles escenarios en que se podría ver la familia y tener siempre presente el dicho que “una desgracia nunca viene sola”, y que tiene el derecho a protegerse económicamente y de la mejor forma posible, pues la suerte no tiene por qué ser su única protección del día a día.

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