blog

El Hermitage

En Holanda la cultura se encuentra en cada esquina. Por eso, quizás, no debería sorprender que el Museo del Hermitage de San Petersburgo escogiera a la ciudad de Ámsterdam para instalar en ella un nuevo museo El Hermitage, y exhibir en él de manera permanente parte de su extraordinaria colección.

El Hermitage original

Este museo, uno de los más extraordinarios del mundo y cuya colección rebasa los 3 millones de obras de arte, está compuesto por una serie de palacios edificados a orillas del río Neva, en la ciudad rusa de San Petersburgo.  Entre estos edificios se encuentra el Palacio de Invierno de los zares, en donde Catalina la Grande instaló su residencia.  Una de las actividades favoritas de la realeza rusa y muy especialmente de esta emperatriz fue coleccionar obras de arte del mundo entero.  Durante siglos la realeza rusa fue acumulando una colección espectacular de toda clase de piezas de excepcional calidad.

De ahí surge el actual museo del Hermitage.  Fue precisamente durante la época de Catalina cuando se reunió la mayor cantidad de obras, entre ellas 38 mil libros, 10 mil dibujos y grabados y más de 10 mil esculturas.

Uno de los aspectos más notables es la permanencia y conservación prácticamente intacta de una colección que estuvo a merced de los avatares de la revolución rusa y de dos guerras mundiales, sufriendo traslados y amenazas de todo tipo.  En la actualidad el museo del Hermitage continúa siendo el más rico del mundo, albergando entre otras obras más de 350 mil piezas de la cultura rusa en la cual hay desde vajillas, joyas, vestuario, muebles y otros objetos de las dinastías reales, hasta íconos religiosos, sin contar con las inmensas colecciones de arte flamenco, chino y de todos los rincones imaginables del planeta.

El Hermitage en los Países Bajos

Pero ahí no termina su historia, ya que dadas las dimensiones de su colección y su interés por ofrecer a los ojos del mundo un aspecto más amplio de sus tesoros, la dirección del Museo del Hermitage en San Petersburgo decidió aliarse con museos de otros países con ese objetivo en mente: exhibir sus obras y compartir con otras culturas su valiosa colección.

De ahí que se haya escogido a uno de los edificios más emblemáticos de Ámsterdam, inaugurado en 1682 como una casa de retiro para mujeres, como sede del Hermitage en Holanda.  Adaptado para sus funciones museísticas por el estudio de arquitectos Hans Van Heeswijk, cuya labor consistió en habilitar el antiguo edificio convirtiendo sus espacios en uno de los museos más agradables y modernos de Europa, esta edificación alberga actualmente parte de la colección de Catalina la Grande para ofrecerla a visitantes de todo el mundo.  El concepto arquitectónico respetó la estructura original, abriendo accesos entre salones para dar a la circulación la fluidez requerida.  En los extremos del edificio se colocaron gradas de cristal inundadas de luz natural, cuyo contraste rompe totalmente la severidad del entorno.  Este museo es actualmente uno de los puntos de atracción nuevos de Europa y, sin duda, una importante adición a la lista de los mejores museos del mundo.

Por Carolina Vásquez Araya

s