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El volumen y la forma por Jorge Enrique Jiménez

Jorge Enrique Jiménez Martínez, mejor conocido como Jiménez Deredia (Heredia, Costa Rica, 1954) tiene desde los 13 años una infatigable pasión por la escultura, que lo llevó incluso a emigrar a Italia en donde completó sus estudios sobre el tema y se graduó en arquitectura.

Hay una gran imagen materna que mora en cada uno de nosotros y un modo de entender el sentido arcaico de esta imagen es precisamente representarla”.  Jiménez Deredia, citado en la entrevista Génesis Puente de Luz, publicada por Geppe Inserra.

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Jorge Enrique Jiménez Martínez, mejor conocido como Jiménez Deredia (Heredia, Costa Rica, 1954) tiene desde los 13 años una infatigable pasión por la escultura, que lo llevó incluso a emigrar a Italia en donde completó sus estudios sobre el tema y se graduó en arquitectura.  En 2000 se convirtió en el primer escultor latinoamericano en colocar una obra en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano.  La develación tuvo lugar con la presencia del Papa Juan Pablo II.  Más adelante la Santa Sede le concedió su prestigioso galardón Beato Angélico.  En 2009 también fue el primer nativo del hemisferio en exponer en el Foro Romano.  Su obra se caracteriza por una constante exploración del gran volumen, las formas orgánicas y el acabado y pulidos casi perfectos que recuerdan, con un lenguaje moderno, a los maestros del Renacimiento, cuyo trabajo fuera una de sus primeras inspiraciones mezclado con un fuerte influjo de las culturas originarias de América.  Uno de sus temas favoritos es la maternidad figurada con frecuencia en bultos redondeados.  Aparte del mármol -estudió en la Academia de Bellas Artes de Carrara- es maestro del bronce y otros materiales en los cuales plasma figuras que intervienen monumentalmente espacios públicos en varias partes del mundo.

Por León Aguilera Radford

Fotos: Cortesía Galería Ana Lucía Gómez
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