Mujeres armadas de valor, con historias personales, rostros de alegría y esperanza colmaron las calles de la Avenida La Reforma durante la Carrera Caminata Avon 2012.
El día llegó. Desde las seis de la mañana en las afueras del Centro de Convenciones de un conocido hotel capitalino, las filas de personas vestidas de rosado aguardaban en la entrada. Ávidas por competir alistaban sus implementos deportivos y se preparaban mentalmente, sonreían, se fotografiaban, compartían experiencias y se alentaban unas a otras. La atmósfera era una fiesta de energía. Cuando las puertas del salón se abrieron un torbellino rosa se enfiló para obtener su número.
Algunas de las participantes (quienes iban acompañadas de sus esposos, hijos y amigos) vivieron el momento como un triunfo personal. Incluso las mascotas tuvieron espacio para competir al lado de sus amas.
Las filas eran largas, pero la plática y compartir las historias personales de lucha hizo la espera más amena. En uno de los corredores esperaba Fernanda Sánchez, quien con su perro participaría una vez más y relataba que la muerte de su mamá a raíz de la enfermedad era su mayor impulso para correr. ‘Se trata de estar atenta a este mal, así como por lo que viví’, narró.
La solidaridad y el anhelo por contribuir a la causa fue el motor que la impulsó, así lo expresó Sandra Reyes ‘hay que participar para colaborar con la campaña contra el cáncer y para estar saludable’. Mientras Andrea Suárez opinó que su presencia era en solidaridad con todas las mujeres que han padecido el cáncer de mama y a manera de decir que ‘las mujeres estamos unidas contra esta enfermedad y en vigilancia de todas las medidas de prevención’.
Las historias de mujeres sobrevivientes se entrelazaron y así su deseo de luchar por la vida. ‘Me motiva a estar aquí porque padecí de cáncer y lo vencí’, expresó Judith Aqueche Bran y ‘gracias a Dios estoy todavía viva, por eso vine a brindar mi apoyo moral’.
Edna Soto sobreviviente 2012-2013 junto a Zoila López sobreviviente y representante de Avon 2011-2012.
Sobre la línea de salida
El reloj marcó las 7:55 y con esto empezó la cuenta regresiva. Más de 5 mil corredoras acompañadas de familiares coreaban en espera del momento de salida. Uno de los organizadores alzó la mano, levantó la bandera para indicar el momento de inicio. Las miles de participantes salieron como una ola que llevaba una marea de esperanza, vida y entusiasmo. Algunas corrieron y otras caminaron impulsadas por el propósito de vencer la enfermedad. Durante los minutos de espera las pantallas gigantes, bandas de guerra, conjuntos musicales y batonistas amenizaban la espera.
Bajo una tenue llovizna y con un tiempo de 32 minutos y 31 segundos llegó a la meta la ganadora de los 10 kilómetros Merlin Chalí, seguida de Elida de Xuyá y Kimberli Chalí. Poco a poco como en peregrinaje llegaban ‘vamos, éxitos, lo lograste’ se oía. Las gotas de sudor caían de la frente de las mujeres emocionadas por el logro de su participación, se felicitaban y descansaban portando su medalla. Cada una ganadora de su batalla personal.
El momento del galardón
Al compás musical del intermedio las participantes corearon y bailaron mientras llegaba el momento de la premiación. Greys Robles, cantante mexicana entonó el himno oficial de la Carrera Caminata Avon. Luego llegó el momento del traspaso del listón que portaba Zoila López, quien con voz quebrantada agradeció el apoyo brindado y se lo entregó a Edna Soto, designada como sobreviviente 2012. ‘Usamos este listón como un símbolo de nuestra conexión entre sobrevivientes como yo’, comentó Edna Soto.
Ante la algarabía del público las ganadoras de la competición subieron a la tarima, al centro Merlin Chalí, quien representaba el triunfo que cada mujer logró con su esfuerzo, incentivó la práctica del ejercicio y dio el punto final a esta carrera.
Guatemala es uno de los más de 50 países en el mundo que realizaron la Carrera Caminata Mundial este año, cada competencia se planificó con la finalidad de crear conciencia y recaudar fondos para la prevención y erradicación del cáncer de mama.
Por Narcy Vásquez
Fotos: Paul Devaux