blog

María Paz nos cuenta cómo su vida cambió al ser mochilera

María Paz Maldonado es una periodista que un día decidió dejar el confort de todo lo conocido y lo cambió por paisajes divinos y una mochila en la espalda. Conoce su historia.

¿Por qué resulta increíble la experiencia de viajar sola?

Me lo dijeron la primera vez que viajé sola y lo reafirmo cada vez que emprendo otra aventura en modo “solitario”: cuando viajas contigo misma jamás estás sola, sino que permaneces con gente que no conocías antes. Eso es algo de lo fascinante que es viajar sin un compañero(a) o en grupo, porque al vernos expuestas a la soledad voluntaria estamos mucho más dispuestas a compartir con extraños y a su vez, ellos se acercan con mayor naturalidad pues no estamos “blindadas” por amigos ni por un novio.

 

Es como si sacáramos a relucir una personalidad sociable que en nuestra zona de confort la tuviésemos dormida, probablemente porque no la necesitamos. Otro aspecto positivo de viajar sola y que personalmente veo como el principal desafío es aprender a convivir con esa soledad y a sentirnos cómodas con ella. De hecho, la primera vez que viajé sola fue esa mi gran motivación: averiguar cómo soy alejada de todo lo que me da seguridad, como mi casa, mi familia, mis amigos. No es tarea fácil, pero un viaje te lo enseña de la mejor manera mientras te maravillas con el mundo.

Es tan rico tomar decisiones porque YO quiero, comer en tal lugar porque es lo que se me antoja; pasar todo el día tumbada en la playa, o por el contrario, caminando por una ciudad sin parar y quedarte en un pueblo más tiempo de lo programado, o perder un ticket de bus solo porque sí. El itinerario depende 100% de ti, ¡y eso es fascinante! Es una especie de atractivo egoísmo que hace que un viaje sola sea una extensión perfecta de tus gustos, sin conciliar decisiones, sin complacer a nadie, solo a ti.

 

Es importante antes de emprender el viaje averiguar un poco del destino. Personalmente no soy muy estresada con el estudio previo, me gusta más que los lugares me sorprendan en la marcha, pero sí es importante manejar ciertos aspectos básicos y adelantarse a cualquier contratiempo que pueda surgir. Con esa información podrás decir qué tipo de equipaje llevar (mochila, maleta con rueditas, etc.); qué es importante comprar antes o qué puedes comprar allá, tipo de moneda de cambio (si sacamos dinero antes o allá), si piden ciertas vacunas, etc., aunque personalmente nunca he tenido malas experiencias viajando sola.

He tenido la fortuna de conocer muchos países por trabajo y por placer. Pero ‘en solitario’ comencé a viajar bastante mayor, de hecho la primera vez fue a los 27 años, cuando pude pagármelo sola. En esa oportunidad fui al Sudeste Asiático (Filipinas, Singapur, Tailandia, Myanmar, Laos, Cambodia y Vietnam) y desde entonces lo he vuelto a hacer por Europa Occidental, del Sur y más recientemente Este, en los Balcanes (Serbia, Rumania y Bulgaria). De cada viaje me he quedado con incontables anécdotas, recuerdos y amigos, pero uno de los más memorable fue en abril del año pasado en El Camino de Santiago de Compostela, una caminata/peregrinación que hice durante 2 semanas mochileando por el norte de España. En total caminé 330 kilómetros sola con mi mochila y un palo de madera que hizo de bastón y compañero. Fue una experiencia inolvidable, un desafío físico y sobre todo mental del que aprendí muchísimo. Hice amigos increíbles con los que sigo en contacto, conocí un país desde una perspectiva que jamás lo había hecho y me demostré de lo que soy capaz. Definitivamente es una experiencia que recomiendo 100%.

Entre las experiencias malas que he tenido fue cuando me enterré un clavo en el pie y se me infectó horrible mientras estaba mochileando en Vietnam,  por eso es importante tener un seguro de viajes ya que a mí eso me salvó la vida.

Además es necesario ir con un ‘back up’ de dinero, por si una tarjeta no funciona, te la ‘traga’ el cajero o te llegan a robar. Los dólares americanos o euros son las monedas más aceptadas en todo el mundo, así que contar con un dinero escondido por ahí en ese cambio puede ser muy buena salvación en caso de emergencias. Otras cosas que personalmente no faltan en mis viajes son una libreta de notas para llevar una mini bitácora, música en mi iPod y un buen libro.

Y mi consejo más importante (y que he aprendido con sufrimiento): VIAJA LIGERA! Lleva lo indispensable, todos los ‘por si acaso’ elimínalos, al final te darás cuenta que mientras más liviana vayas, será mejor. Además, tómalo como un buen ejercicio para ‘desprenderte’ de lo material y te sorprenderás de cómo es posible pasar tantas semanas con tan poco, sin necesitar nada más.

 

En los hostales debes tomar en cuenta estas recomendaciones:

  • Respeta los espacios, sobre todo si vas a dormitorios compartidos -y si viajas sola es lo que te recomiendo, porque es ahí donde conocerás más gente-. Es importante mantener tus cosas ordenadas y siempre en tu espacio.
  • Respeta los horarios. Cada hostal tiene sus propias reglas, pero en general evita hacer ruido o encender las luces en horarios donde el resto de los viajeros estén descansando.
  • Lleva siempre: un candado (muchos hostales tienes lockers, pero no siempre vienen con llave); sandalias para la ducha: tapones para las oídos si eres sensible con el ruido, ¡los necesitarás!; antifaz para dormir porque no son lugares para flojear hasta tarde, así que la iluminación no es un ítem en que pongan demasiado cuidado.
  • Oblígate a sociabilizar. A veces da pereza, es cierto, pero una vez que rompes el hielo con alguien todo fluye. En esas conversaciones encontrarás posibles compañeros de actividades o incluso amigos para toda la vida, como afortunadamente me pasó más de una vez.
s