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Meryl Streep, la mejor

Es tan común relacionar el premio Oscar con Meryl Streep, por eso ya no sorprende a nadie cuando vuelve a convertirse en candidata para alguna categoría. Este año su talento vuelve a ser objeto de aplausos y premios.

Ninguna otra actriz de Hollywood ha llegado tan lejos en reconocimientos, pues Streep ya cuenta con 17 nominaciones. Pero pocos están enterados de que apenas ha logrado tres estatuillas: por Kramer vs. Kramer, Sophie’s Choice y la más reciente por The Iron Lady.

Hace poco la virtuosa actriz hablo de su carrera y algunos detalles de su interpretación de la famosa Primera Ministra del Reino Unido.

¿Cómo es que un nombre tan relacionado con Hollywood ni siquiera vive cerca de la glamorosa ciudad del cine?
No hay nada malo con Hollywood. Durante cinco años mandé a mis hijos a las escuelas de esa ciudad. Pero toda mi familia es de Nueva Jersey, en Connecticut, del área de Nueva York y volvimos porque mis padres ya eran bastante mayores y quería estar cerca de ellos. Mis dos hermanos también procuraron establecerse en los alrededores. No tuvo nada que ver con la capital del entretenimiento, al contrario me parece un lugar adorable.

¿Y con la mayor cantidad de nominaciones al Oscar que cualquier otro actor, admite que usted está entre los mejores de Hollywood?
Bueno, por lo general no suelen nominar gente que no esté entre los mejores de Hollywood, para el Oscar (risas). En el caso de The Iron Lady, fue interesante conocer a una mujer que creció durante la guerra, para luego seguir su historia en Gran Bretaña, en los tiempos de privación y reconstrucción, hasta ver cómo desarrollaba su propia filosofía y la ponía en práctica con soluciones para su país.

¿Resulta difícil encontrar personajes parecidos en Estados Unidos?
Bueno, tampoco existen esta clase de roles porque nunca tuvimos una primera ministra en el mundo occidental. Fue realmente generoso contar con un personaje tan inusual. A mi parecer la cinta permite dar un vistazo a lo que hay detrás del poder y desde la perspectiva de quien ya no goza de esa posición de dominio. Yo diría que no es una biografía ni un documental, en realidad es una mirada muy selectiva de ciertos desafíos que recuerda a una mujer como Margaret Thatcher.

¿Por qué cree que se merece el Oscar? ¿Qué fue lo más difícil de interpretar del personaje en la película?
Lo más difícil fue mostrar el poder que tenía. Ella se mantuvo en el Parlamento y tuvo éxito porque tenía los nervios suficientes como para convencer con un simple respiro. Yo pasé por escuelas dramáticas y me costó replicar la intensidad de sus discursos. Me quedaba sin aliento con el lenguaje de las oraciones y la complejidad de sus pensamientos por medio de los cuales siempre lograba encontrar el punto al que quería llegar.

¿Acaso la película no muestra el lado suave de Thatcher?
Es irónico, porque en muchas partes de la cinta, ella recuerda, pues la historia se narra desde las memorias de una mujer mayor, es decir, es un relato desde su imaginación y resulta bastante subjetiva. Irónicamente se convirtió en una mujer frágil al final de su vida.

¿A nivel personal admira a Thatcher, a pesar de la polémica guerra que sostuvo con Argentina por las Islas Malvinas?
Yo admiro a cualquiera que decida tomar un rol de liderazgo y para una mujer es mucho más difícil. Es un desafío. Admiro a la gente que decide dar un paso adelante, que decide tomar ese veneno especial que está reservado a quienes se sumergen en la política. Pero a nivel personal, yo tenía un punto de vista reducido sobre Margaret Thatcher. Y fue interesante ver al ser humano detrás de los titulares, imaginando cómo se ve una vida tan grande y controversial, tratando de lograr cierta compasión en alguien con quien no estoy de acuerdo. Tampoco hay muchos directores de cine que se interesan por investigar lo que significó semejante liderazgo para una mujer. Por eso me interesó tanto hacer la película.

¿Qué considera lo más destacado de la verdadera historia?
Ella generó un cambio. Demostró que una mujer puede ser líder. No tenía problemas en conducir al país. Y los hombres no tuvieron ningún problema en seguirla.

¿Cómo describiría la película, para quienes todavía no la vieron?
Considero que son impactantes los momentos importantes con mucha presión, toda la tensión de su vida política que al mismo tiempo tuvo peso en los momentos de su vida personal, pues también tenía grandes revelaciones como ser humano.

¿Sorprende el tono poco político de la película?
Es una decisión que nos preocupó bastante. ¿Qué pasa con un líder cuando el libro se detiene en un momento determinado? ¿Cómo transforma al ser humano? Para mí como actriz era una tarea demasiado intimidante, porque estaba rodeada de actores británicos maravillosos y yo era la única mujer en la sala. Pude entender lo que sentía Thatcher cuando entraba a un lugar donde los otros políticos eran todos hombres.

Por suerte, el elenco me dio la bienvenida en este territorio al cual yo no pertenezco. Y en cierta forma, tuve el coraje de interpretarla porque marchó por la política sin intimidarse. Eso me hizo pensar ‘Si ella pudo, yo también puedo’.

Si quisiera interpretar a otra figura femenina en particular de la historia mundial, ¿quién sería?
No es así como veo mi trabajo. Yo pienso en cada historia individualmente, y si es interesante. No importa si es una mesera o una reina. No discrimino en lo absoluto. Me pone feliz interpretar gente interesante que afronta toda clase de desafíos. La verdad estoy bastante agradecida de poder seguir trabajando en esta industria.

Por Fabián W. Waintal © Copyright 2012

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