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Que nada apague la pasión

El deseo, la pasión y la ternura se conjugan en una relación que comienza a germinar. Sin embargo, esos ingredientes suelen irse perdiendo con el tiempo, ante la llegada de los factores que debilitan la relación, como el estrés cotidiano y los problemas económicos.

La relación del noviazgo implica una convivencia llena de frutos y satisfacciones que prometen un buen augurio matrimonial. Pero muchas veces ese panorama se pierde cuando se establece la formalidad conyugal, ya que con el paso del tiempo ocurre una baja de pasión.

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Margarito Castro, ginecólogo y sexólogo, afirma que el cerebro produce una sustancia llamada feniletilamina, de la familia de las anfetaminas, que se encarga de inducir a la alegría, aumentar la energía mental y física. Esta sustancia tiene mayor acción durante los primeros dos o tres años de la unión matrimonial, luego las neuronas se habitúan a su acción, disminuyendo de forma ligera el impulso sexual, tanto en el hombre como en la mujer. A nivel médico, esta es la razón del porqué con el tiempo la intensidad y la frecuencia de las relaciones sexuales bajan.

Sin embargo, los problemas económicos también influyen en el trastorno del deseo sexual, sobre todo si se asocia con la pérdida de empleo, ya que disminuye la autoestima. El déficit monetario a largo plazo contribuye con la alteración en el estado anímico, lo que altera la producción de la serotonina, un neurotransmisor que se encuentra en varias regiones del sistema nervioso central y juega un papel importante en el deseo sexual tanto en el hombre como en la mujer, agrega Castro.

El estrés es otra causa que inhibe el impulso sexual, esto sucede cuando la persona está sometida a mucha presión, provocando la liberación de cortisol en forma sostenida, lo que hace disminuir la hormona oxitocina que participa en la activación del deseo y excitación sexual de ambos. El estrés también disminuye los niveles de tolerancia, aumentando los de frustración, lo que contribuye a una relación tensa, con peleas constantes.

Carmen Aceituno, psicóloga, explica que son muchas las causas que imposibilitan que una pareja sostenga el deseo sexual permanente. Es necesario comprender que el amor no es el único elemento que sostiene el deseo. Una fantasía puede intensificarlo, independientemente del amor. “Es decir que al deseo sexual le precede un sentimiento de atracción, así como en cualquier otra faceta la respuesta sexual humana suele no ser la misma en todos los seres humanos, ni siquiera en la misma persona durante el transcurso de su vida, ya que variaría entre la adolescencia, juventud y adultez”, comenta.

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La finalidad del deseo sexual radica en un impulso que busca el placer y aunque haya disminuido por diversas razones es posible encender esa llama de la pasión, los expertos te sugieren cinco claves para reavivar el erotismo en pareja.

1. Analizar las debilidades
Identifica las causas que no te han permitido nutrir la relación en tu intimidad. Toma en cuenta que la mente juega un papel importante en la sexualidad. Recurre al psicólogo o ginecólogo en caso consideres importante, ya que si existe algún problema la intimidad se verá afectada, agrega Ana Wever, psicóloga clínica.

2. Dile adiós al estrés
Cuando un hombre y una mujer llevan mucho tiempo viviendo juntos llegan a conocerse los típicos gestos, actitudes, formas de comportarse y gustos. Y en su intimidad mantienen la misma rutina, hasta establecen horarios o días para programar su relación sexual. Esto resulta sumamente aburrido y monótono. Si esto te ocurre, los expertos sugieren como se documenten más sobre el tema: nuevas posiciones, estimuladores sexuales, fantasías entre ambos. Son muchas las formas como pueden fomentar su creatividad en la relación, pero para ello ambos deben estar de acuerdo, lo mejor es que conversen sobre sus propios deseos para asegurar el placer y cultivar la armonía en pareja.

3. Aviva la imaginación
Castro explica que el amor, la pasión y el deseo sexual deben estar sumergidos en un dinamismo constante, deben ser estimulados y abonados con la imaginación, para avivar de manera sostenida el interés, atracción, estímulo y área sexual, siendo este el antídoto perfecto para evitar el aburrimiento y la rutina. Por su parte, Wever agrega que la sexualidad sin sensualidad no es nada. No olvides que los detalles, caricias, coqueteo y las palabras son fundamentales.

4. Ejercítate
El ejercicio físico hace brotar grandes cantidades de neurotransmisores y hormonas, las cuales se conjugan de manera armoniosa, aumentando las fantasías, el deseo y la excitación sexual. La dopamina, serotonina, noradrenalina, oxitocina y endorfinas se encargan de preparar el escenario para alcanzar el placer. Además, el organismo se ve beneficiado cuando se tiene una actividad física intensa, porque se genera el factor PGC1–alfa, cuando se estimulan las células musculares se libera la hormona irisina que ayuda a quemar calorías en lugar de almacenarlas en forma de grasa.

5. No dejes de lado el romanticismo
Luego de tres años de matrimonio la mayoría de mujeres extraña los detalles, las flores y las frases amorosas. En muchos casos pueden sentir la sensación de vivir con un amigo en lugar de una pareja. Atrás quedaron las veladas románticas, los besos apasionados y esas escapadas llenas de aventura. No obstante, tú puedes hacer el cambio si tomas la iniciativa, considera que no puedes exigir algo que tú no estés dispuesta a dar. Deja a un lado la resistencia a recomendar a los niños con otras personas y anímate a recordar esos tiempos de noviazgo, cena con tu pareja a solas, por lo menos una vez a la semana. Además escríbele una frase de amor y colócala en su refacción, prepara una noche de vino o salgan de picnic, toma en cuenta que la respuesta no será inmediata, pero los cambios ocurrirán.

Cuando dos personas llegan a conocerse bien, su intimidad pierde cada vez más su carácter milagroso, hasta que su antagonismo, sus desilusiones, su aburrimiento mutuo, terminan por matar lo que pueda quedar de la excitación inicial.” Erich Fromm (De El arte de amar)

Consejos prácticos

  • Diálogo. Si hay aburrimiento ambos deben expresarlo. Usen la fantasía para crear nuevas fórmulas de seducción.
  • Versatilidad. Pónganse de acuerdo en lo que piensan y cambien de lugar, practiquen posiciones y movimientos nuevos.
  • Seguridad. Confíen en lo que piensan, buscan, quieren, hacen y dicen.
  • Innoven. Inventen palabras y caricias nuevas, compren lencería nueva y llena de color.
  • Dedicación. Dediquen tiempo a los juegos amorosos de lo contrario el deseo sexual se esfumará.
  • Enemigos del deseo sexual. Drogas, alcohol en exceso, tabaco, mala alimentación, sedentarismo y pornografía.

Por Brenda Enríquez
Fuentes: Doctor Margarito Castro Rodríguez, psicólogo médico, experto en sexualidad y ginecólogo, teléfono 2448-2672, castrogine@yahoo.es Licenciada Carmen Aceituno, psicóloga, teléfono 4216-9969, carmen_aceituno1@hotmail.com Licenciada Ana Lucía Wever, psicóloga, teléfono 5800-4880, analuwever@hotmail.com Clínica de Psicología Grow.

 

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