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Vivencias en India

El ataque que ocurrió en diciembre del año pasado desató una ola de protestas masivas y violentas en Nueva Delhi, en las cuales mujeres y hasta escolares desafiaron los palos de la policía, los carros lanzaagua y los gases lacrimógenos. Hubo protestas más pacíficas en otras ciudades, pero igualmente concurridas.

Muchas manifestantes aseguraron tener miedo de sufrir agresiones sexuales cada vez que se aventuran fuera de sus hogares. Defensoras de los derechos femeninos sostienen que India carece de un sistema adecuado para disuadir a los agresores.

En un país con 1,200 millones de habitantes, en donde las estadísticas oficiales de delincuencia indican que cada 28 minutos es violada una mujer en alguna parte del territorio, las organizaciones femeninas sostienen que el desempeño de las fuerzas de seguridad y la actuación judicial son pésimos.

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“El país no tiene infraestructura para proteger a las mujeres o castigar a los agresores con investigaciones y juicios ágiles”, dijo Sukanya Gupta, coordinadora de Swayam, una organización defensora de los derechos femeninos con sede en Kolkata.

“Seis décadas después de la independencia no vamos a tolerar más estos delitos. Hay que romper la cadena del miedo”, sentenció Gupta.

Las mujeres se sienten inseguras en las grandes ciudades, mientras que en las zonas rurales proliferan las violaciones, y la propia víctima suele ser el blanco de las actuaciones judiciales.

Por Sujoy Dhar/IPS
Adaptado por Narcy Vásquez

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