[‘Al hablar de nutrición debes pensar en dos pilares: la calidad y la cantidad. La segunda puede estar relacionada a las porciones o a la cantidad de calorías’. Karol Sanchinelli, nutricionista]
La prisa de las actividades diarias te ha llevado a comprar alitas de pollo, tacos, panqueques o tortitas de carne, todos alimentos listos para calentar y servir. ¿Son estas opciones, además de prácticas, sanas? Para saber si estas alternativas son adecuadas para tu familia los expertos te hablan a detalle de su valor nutritivo.
La comida preparada resulta una gran compañera en la cocina porque te ahorra tiempo, pero no te confíes de la rapidez y sabor de estos alimentos. Al respecto, la médico nutricionista Karol Sanchinelli sugiere revisar primero el etiquetado nutricional. Verificar cuánto tiene de sodio, calorías, grasas, azúcares, colorantes y cuál es su aporte nutricional por porción. Pero para analizar estos datos primero aprende a leer las etiquetas para comparar las cantidades con las porciones que necesitas a diario. Lo recomendable es que te asesores con un especialista.
Como dice la autora María José Rosello, en su libro Comida Amiga, es importante estar consciente que desde cuando llegas al mundo la comida es algo bueno, imprescindible y básico para asegurar la vida. Por ello trata de verla como una buena compañera de viaje que te permite desarrollarte, conservar la salud y vitalidad, mantener un óptimo rendimiento intelectual e incluso prevenir, superar o aliviarte de diversas enfermedades.
Enfócate en el contenido
La facilidad con que abres y sirves al instante ahorra esfuerzo, pero te has preguntado ¿qué es en realidad lo que consumes? Sanchinelli explica que la comida preparada congelada contiene sustancias artificiales, preservantes, aditivos como el glutamato monosódico, todos antioxidantes usados para evitar el deterioro de los alimentos.
Por ello, ‘comer en exceso estos alimentos podría tener serias consecuencias para el bienestar del organismo, incluso algunos profesionales los asocian con el desarrollo de cáncer, enfermedades degenerativas y alergias’, afirma la especialista.
Por otro lado, Vanessa Gómez, nutricionista, señala que debe tenerse cuidado con las personas que padecen alguna enfermedad, ya que la mayoría de estas presentaciones tienen alto contenido de grasas saturadas, sodio o azúcares, que en exceso resultan perjudiciales para la salud y contribuyen a desarrollar obesidad.
La nutricionista Gabriela Castro menciona que uno de los aditivos que se le agregan a la carne y embutidos son los nitritos, sales que ayudan a mantener su color. Al consumir mucho este tipo de producto estos alimentos forman nitrosaminas, sustancias que han sido relacionadas con la incidencia de cáncer. Por ello, mientras más preservantes contenga una presentación de comida preparada más carga tóxica aporta al cuerpo, explica Castro.
De consecuencias graves
Algunos estudios citan que basar un alto porcentaje de la nutrición en comida rápida y procesada promueve la acumulación de radicales libres, los cuales a su vez atacan el ADN, el material genético de las células, causando mutaciones, que equivale al primer paso hacia el cáncer, describe Jean Carper en su texto Los alimentos: medicina milagrosa. Lo que hace es desestabilizar el funcionamiento celular. ‘Conforme pasa el tiempo la capacidad del cuerpo para eliminar toxinas disminuye y por eso empezamos a enfermar y se deteriora nuestro organismo’, dice Castro.
Hecho en casa
Manos a la obra para programar durante la semana qué cocinarás para que sea lo más sano y natural, solo es cuestión de planificar el menú diario. Los especialistas recomiendan preparar diversidad de comidas para no recurrir a la tentación de esta clase de alimentos. ‘El consumo de comida preparada no es recomendable porque la mayoría es poco saludable debido a que son altos en calorías comparados con los elaborados en casa’, explica Gómez. Añade que es mejor la preparación casera porque se sabe qué ingredientes se utilizan.
‘Visita a un nutricionista para que te ayude a planear tus comidas. Ten en cuenta que a los niños no les conviene la comida comercial para su desarrollo ni memoria. Existen estudios que señalan los efectos secundarios por las sustancias adheridas a los alimentos para preservarlos’, puntualiza Sanchinelli.
[‘Mientras más sea procesado un alimento para consumirlo es menos beneficioso’, Gabriela Castro, nutricionista.]
Siempre en mente
Elige alimentos bajos en calorías, grasas y azúcar.
Limita la ingesta calórica total diaria.
Disminuye el tamaño de la porción que habitualmente consumes.
Términos como: libre, bajo, reducido y liviano en colesterol, pierden validez cuando el alimento contiene más de dos gramos de grasa saturada o más del 4 por ciento de ácidos grasos trans.
La frase ‘libre de azúcar’ debe leerse con precaución, puesto que en ciertos casos significa que es libre de sacarosa y no libre de azúcares simples. Para asegurarte de esta información toma un momento para leer detalles en el listado de ingredientes y en la información nutricional.
Cuidado con el sodio
Este componente se encuentra en los alimentos procesados. Proviene de los ingredientes que se presentan a continuación:
Sal.
Polvo para hornear (baking powder).
Bicarbonato de sodio (baking soda).
Glutamato monosódico (MSG).
Benzoato de sodio (sodium benzoate).
Nitrato de sodio (sodium nitrate).
Levadura en polvo.
Y cualquier ingrediente que incluya la palabra sodio.
Los alimentos altos en sodio son por ejemplo jamón, tocino, sopas en sobres, queso, productos de queso procesados, comidas congeladas y condimentos como: salsa de tomate, mostaza y salsa de soya. Una cucharada de salsa de soya contiene 1,030 miligramos de sodio, mientras un cubo de consomé de pollo 1,152. Estos valores son distintos a los de condimentos naturales: una cucharada de perejil contiene seis miligramos de sodio, y una de tomillo un miligramo. Una persona sana requiere 2,400 miligramos de sodio al día. Esto equivale a seis gramos o una cucharada de té o sal común.
Los profesionales de la nutrición coinciden en que todo tiene un valor nutritivo, pero en ocasiones se da el exagerado consumo de alimentos con elevado contenido de grasas y azúcares, los cuales suelen estar en exceso en alimentos en presentaciones preparadas. Para cuidar tu salud debes incluirlos de manera limitada en tu menú. Por ello tu objetivo será buscar el equilibrio. Para lograrlo los nutricionistas recomiendan comer este tipo de comida lo menos posible.
Infografía: Sergio Espada
Por Narcy Vásquez
Fuentes: Karol Sanchinelli, médica nutricionista. Gabriela Castro Muñoz, doctora nutricionista, capacitadora interna de GNC. Vanessa Gómez, médica nutricionista. Comida Amiga, de María José Rosselló, Plaza & Janés Editores, S.A. Los alimentos: medicina milagrosa, qué comer y qué no comer para prevenir y curar más de 100 dolencias y problemas, de Jean Carper.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR
s