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Yogur, un deleite natural

Cuando se desea disfrutar de una vida sana, es indispensable incluir el yogur entre los alimentos de la dieta diaria. Este producto es fuente de calcio, minerales y vitaminas de fácil digestión. además, es un potente antioxidante que ayuda a prevenir la aparición del cáncer de colon.

Quien no haya saboreado un refrescante plato de yogur, sin duda se ha perdido uno de los exquisitos manjares heredados por la naturaleza. Este alimento, derivado de la fermentación natural de la leche, es producido por microorganismos conocidos como lactobacillus bulgaricus y spreptococcus thermophillus. Aunque te parezca desagradable, éstos hacen que el producto sea rico en calcio, potasio y fósforo, vitaminas B6, B12, B3 (niacina y ácido fólico), explica Lilian Del Rosal, nutrióloga.

Incluirlo en la dieta diaria regenera la flora intestinal y reduce los niveles de colesterol en la sangre. El yogur sirve como sustituto de la leche cuando existe intolerancia a la lactosa. Estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud, OMS, indican que la ingesta de yogur estimula al sistema inmunológico y limita el riesgo de padecer cáncer de colon.
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Por eso en la actualidad el mercado de lácteos ofrece variedad de presentaciones que satisfacen las preferencias y necesidades de cada persona. Algunos yogures se elaboran a base de la fermentación casera o industrial de leche entera, especiales para estimular el crecimiento o fomentar el incremento de peso, los descremados o sin grasa complementan las dietas bajas en calorías, los adicionados con vitaminas y minerales mejoran la salud de los huesos y la sangre, y los que incluyen frutas mejoran el funcionamiento del sistema digestivo.

Para todos los gustos

Con las múltiples presentaciones y sabores existentes no hay pretextos para omitir la ingesta de yogur. Por ejemplo, si prefieres consumirlo con facilidad, como si fuera una bebida, puedes optar por el yogur líquido, de agradable sabor y con una textura suave.

Cuando te apetece uno más consistente, la alternativa es el yogur cremoso, el cual puede ser elaborado con diferentes tipos de leche: entera, descremada, de vaca, de cabra, de búfala, con frutas y sabores adicionales.

Por otra parte, están aquellos yogures cremosos o líquidos que contienen cepas especiales y son llamados probióticos. Éstos se caracterizan porque las bacterias están presentes de manera activa, es decir vivas, con el objetivo de regenerar la flora bacteriana.

No obstante, es necesario tener un control adecuado del aporte calórico de ciertos tipos de yogur. Según el Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá, INCAP, se ha comprobado que una taza de yogur natural proporciona unas 152 calorías, especialmente cuando está elaborado con leche entera, y unas 124 si es descremada. Mientras que aquellos saborizados tienden a duplicar el aporte de calorías, puesto que su composición incluye mermeladas o confituras azucaradas.
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Por tal razón, si no te gusta el yogur natural puedes aderezarlo tú misma con canela, nuez moscada, melazas sin sulfuros, miel o extractos puros de vainilla y almendra. O bien mézclalo con nueces, semillas de ajonjolí, germen de trigo o frutos secos.

Es conveniente que utilices el yogur fresco, de preferencia antes de que pase una semana después de su elaboración. Debes omitirlo en recetas calientes, pues al pasar los 40 grados centígrados pierde sus cualidades bactericidas. Por ello es mejor comerlo con fruta, en aliños para ensaladas, salsas, sopas frías, sorbetes y helados.

El bienestar que brinda cada porción

El yogur es un alimento que puede consumirse a cualquier hora del día, en especial durante el desayuno o en las meriendas. Su aporte nutricional es bien aceptado por el organismo, pues su origen natural facilita su digestión.

María José Basterrechea, nutrióloga, explica que este alimento proporciona varios beneficios para la salud. Uno de los más importantes es que las personas con intolerancia a la lactosa pueden obtener de esta manera las proteínas y nutrientes de la leche. Eso sucede porque las bacterias ácido lácteas, propias de la fórmula, contienen una enzima llamada lactasa, la cual digiere a la lactosa. También previene y mejora los síntomas de diarrea, ya que ayuda a reestablecer la flora bacteriana intestinal sana. Por otro lado, este alimento fortalece el sistema inmunológico, ayudando al organismo a defenderse de infecciones.

Como si eso fuera poco, diferentes estudios demuestran que el yogur reduce los valores de colesterol en la sangre. En consecuencia, este alimento debe formar parte de la dieta en aquellas personas que presentan riesgo cardiovascular, señala Basterrechea.

Mejora la salud dental combatiendo la halitosis, previene la aparición de caries y las enfermedades de las encías. De igual manera, evita las infecciones vaginales y uretrales, porque al excretarlo por la orina los bacilos buenos y su acidez ayudan a mantener el equilibrio del pH en esa parte del cuerpo.

Según un estudio del Centro Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, el consumo diario de yogur retrasa la reaparición de ciertos tumores. También ayuda a inhibir la aparición de algunas enfermedades y a tratar la anorexia. Los efectos beneficiosos del consumo de este derivado lácteo en enfermos de cáncer se explican, según ellos, porque ciertas cepas de bacterias presentes en los yogures son capaces de impedir la aparición de agentes químicos carcinogénicos (sustancias generadoras de tumores). Además aseguran que activa la producción de anticuerpos y de macrófagos (células defensivas), por lo que fortalece el sistema inmunológico, previene infecciones y si éstas aparecen lo hacen de una manera menos violenta.

Asimismo, el yogur ha sido ampliamente reconocido como una sustancia útil para el control de los síntomas gastrointestinales provocados por el uso de fármacos antibióticos. Se sabe que en estos casos, el yogur es beneficioso para la recuperación de la flora intestinal.

Ahora que conoces sus múltiples aportes nutricionales, no dudes en incluir este súper alimento en tu dieta diaria. Consúmelo como complemento de tus comidas o como el ingrediente principal en tus postres, aderezos, salsas y sopas frías.

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Para disfrutarlo a diario

Cada vez que consumes entre cuatro y ocho onzas de yogur al día le brindas a tu organismo los siguientes nutrientes:

Calcio
Este mineral está presente en el yogur al ser disuelto en el ácido láctico. Por esta razón es más fácilmente absorbido por el sistema digestivo y no provoca ningún malestar en todo su recorrido por el cuerpo.

Proteínas de alto valor biológico
Forman, mantienen y renuevan todos los tejidos del cuerpo porque la concentración proteica en este lácteo es superior a la presente en la leche. Esto se debe a la incorporación de extracto seco lácteo en su elaboración.

Calcio, fósforo y magnesio
Facilitan los procesos de mineralización de los huesos, junto con la vitamina D.

Riboflavina o vitamina B2
Mejora la utilización energética del cuerpo.

Vitamina B12 o Cobalamina
Nutriente esencial del tejido nervioso.

Cinc
Importante mineral para el sistema inmunológico, el cual también contribuye a la correcta utilización energética de los carbohidratos.

Vitamina C
Fundamental para cicatrizar heridas y mantener sanos los cartílagos, huesos y dientes.

Vitamina D
Antioxidante que bloquea los efectos de los radicales libres.

Por Yeni Leiva

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