A veces se nos olvida que no es necesario gastar grandes sumas de dinero para consentirnos. Nuestra cocina es un tesoro escondido.
Todos los días nuestra piel está expuesta a bacterias, polvo, sol, humo y otros factores que la ensucian y deterioran. Si a esto sumamos los restos de maquillaje, que tapan los poros y pueden causar erupciones, realmente es necesario ponerle un poco más de atención a la piel para que luzca saludable y radiante.
Aunque tengamos una rutina de limpieza diaria, la piel se puede beneficiar de los cuidados extra. Una refrescante mascarilla natural puede ser la solución. Te dejamos cuatro recetas para hacer en casa, según tu tipo de piel.
Piel grasa
- ½ taza de avena cocida y fría
- 1 huevo
- 1 cucharada de jugo de limón
El jugo de limón te ayudará a remover el exceso de grasa que se acumula en tu rostro y las células muertas. La avena sirve para calmar y reponer la piel.
Piel seca
- ¼ de banano
- 1 cucharada de aceite de coco
- 2 cucharadas de miel
- ¼ taza de avena cruda
El aceite de coco es el elemento ideal para hidratar tu rostro. La miel ayudará a remover el exceso de grasa que puede haberse acumulado y la avena servirá como exfoliante.
Piel sensible
- 1 cucharada de yogur
- 1 cucharadita de miel
- 1 cucharadita de cacao en polvo
El yogur es perfecto para calmar la picazón de la piel. El cacao en polvo se encargará de exfoliar suavemente tu rostro y la miel dará la hidratación necesaria para que tu piel no se resienta. Si tu piel es bastante reactiva, te recomendamos probar un poco de la mascarilla antes de aplicarla en tu rostro para evitar reacciones negativas.
No olvides ponerte tu bata preferida y cortar dos rodajas de pepino, idealmente que estén frías, para ayudar a desinflamar tus ojos y relajarte.