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8 secretos efectivos para ser una mamá feliz

Ejercer la maternidad no es solo desvelarse, cambiar pañales, preparar biberones, organizar loncheras, recoger juguetes y hacer otro sinfín de tareas. También requiere atenderte, porque en la medida que estés feliz contigo misma, así podrás transmitirles a tus hijos ese sentimiento. Estas claves te ayudarán a lograrlo.

1. Sé imperfecta

Deja de intentar parecer la madre perfecta.  Todas estamos aquí para aprender y disfrutar la vida, y sabemos que aun buscando el mayor esmero, siempre nos queda la frase: “Pude haberlo hecho mejor”. La clave es evitar el dejarte llevar por  comentarios negativos, en especial si vienen de alguien que ni siquiera ha vivido esta experiencia.  Además, no te compares con otras mamás, sé auténtica y disfrútate tal como eres.

  • Jamás renuncies a ti como persona, no te anules como mujer teniendo el rol de madre.  Sigue con tus proyectos y sueños, la maternidad no debe cortarte las alas.
  • Abandona esa idea de ser la mamá perfecta, si eres muy consentidora, rígida o flexible, de igual manera te lo reprocharán.  Mejor busca un balance entre todas y rompe con la ansiedad.
  • Atrévete a jugar con tus hijos y ponte a su nivel.  Eres capaz de volver a ser como una niña y disfrutar ese mundo de tus hijos.

 

2. Dedícate tiempo

Los minutos de una madre son extremadamente preciados, y más aún si eres de las que también tiene que salir a trabajar. Por eso, es imprescindible que dediques un espacio para compartir contigo misma –da un paseo, haz deporte, lee un libro, pinta un cuadro, escribe en tu blog- lo que sea, pero hazlo.

  • Nunca descuides tu esencia femenina, tu ser, lo que eres, lo que te motiva a ser feliz.
  • Busca tu centro y espacio. Es normal y sano que a veces necesites “jubilarte de la maternidad” para compartir con amigas o simplemente disfrutar del silencio.
  • No te sientas mal por desear dormir la siesta, ponerte una mascarilla o leer un libro. Permítete hacerlo y comprobarás que después tienes más energía para dedicarte a tus hijos. Si te esfuerzas en encontrar tiempo para ti, serás una mamá más relajada y feliz.

 

3. No seas tan crítica contigo misma

Cuida tu lenguaje interior, porque si no te hablas bien a ti misma, tarde o temprano, se manifestará en el exterior, y puede que sea con tus hijos o tu pareja, ¡Valórate!

  • Cuídate y duerme más. Olvídate que entre más horas del día te mantengas despierta, más labores podrás cumplir, recuerda que un sueño reparador te ayuda a sentirte mejor.
  • Administra tu tiempo. Puede parecer un consejo complejo, pero no lo es, y además te ayudará a sentirte más productiva en tus actividades.
  • Organiza tus prioridades, evita dejar todo para mañana o para última hora.

4. Sé tú misma

Haz lo que de verdad sientas en el corazón, no esperes la opinión de los demás para decidir, ni tengas expectativas en lo que pienses o hagas. Déjate sentir: cierra los ojos y observa tu cuerpo según el pensamiento que estás teniendo, lo mismo tienes un escalofrío, una palpitación, una sonrisa, ahí está la respuesta de tu corazón, ¡síguela!

  • Es vital detenerte aunque sea 15 minutos al día y conectarte con tu interior,  pregúntate qué sientes, cuáles son tus pensamientos predominantes, que te está molestando, entre otras interrogantes.
  • No permitas que tus quehaceres y el cansancio hagan que te distancies de tu pareja. Procura ser cariñosa, tener buena comunicación y pasar tiempo de calidad juntos.
  • No te sientas mal por desear salir a caminar a diario, ir a ver una película o leer un libro. Permítete hacerlo y comprobarás que después tendrás más energía para dedicarte a tus hijos.

5. Aprende de los errores y olvida la culpa

No te machaques pensando que eres culpable de algo, en todo caso, eres responsable y como tal, para la próxima lo harás y sentirás de manera distinta. No lo hagas, ni permitas que lo hagan contigo.

  • Aunque a veces no lo creas, qué haces y cómo te comportas frente a tus hijos sirve de ejemplo para ellos, así que aléjate del espíritu de derrota.
  • Practica la escucha activa, esto significa que no solamente debes prestar atención a tus niños intentando comprender lo que te dicen, sino también lo que sienten.
  • Para el mundo eres una madre, pero para tu familia eres el mundo, así que cuídate y valórate.

6. Tu tiempo dedícalo a lo que realmente importa

Dedica espacio para  tus amigas, familiares y sobre todo para la pareja.  Una vez a la semana o al mes, comparte con las personas, que sabes que te aportarán un sentir diferente fuera del entorno de  los niños. Si tú no estás bien con tu pareja, tus pequeños van a notarlo o percibir, y por supuesto, sentirlo.

  • Organiza tu tiempo para compartir actividades divertidas con tus hijos.  Por simple que sea transfórmala en algo especial para que quede grabada en sus corazones.
  • Enseña a tu pareja a que participe en todas las actividades de la casa.  Así todos tendrán más tiempo para compartir.
  • Establece metas específicas y realistas para que no te frustres.

 

7. Rompe los estereotipos

Si las enseñanzas de tu casa fueron heredadas por generaciones bien sabrás que los tiempos modernos son distintos y querrás poner en práctica tus propias normas.  Recuerda que eres autónoma e independiente, la forma de educar y criar a tus hijos estará basada en tus propios valores, no te olvides que eres una mujer empoderada, valiente y fuerte.

  • Enseña a tus hijos a participar en el orden de la casa.  Las tareas domésticas no son solo trabajo de mujeres.
  • Si trabajas en casa, encuentra el punto medio de equilibrio para no descuidar tu espacio personal, familiar y laboral.
  • Persigue tus sueños,  cree en lo que eres y vales.  Ambiciona lo mejor y trabaja en tus archivos mentales de soñar en grande.

 

 

8. Comunica y expresa lo que sientes

No te cortes a la hora de expresar tus sentimientos. Abraza, ríe, habla con la mirada, acaricia.  Vivir en la energía del amor continuamente, hará que lo recibas para revertirlo nuevamente, en las personas que te rodean y te quieren. Las emociones se contagian, por lo tanto, aléjate del miedo o de lo contrario, también lo transmitirás.  Recuerda: los niños no necesitan madres perfectas, sino madre felices.

  • Recuerda que el amor que inviertes en tus hijos es lo que hace la diferencia, incluso si no ves los frutos en un principio.
  • Apoya siempre a tus hijos y nunca te burles de sus intereses, pasatiempos y amigos. En lugar de eso, ayúdalos a alcanzar sus sueños dándoles el apoyo y el valor para que lo hagan.
  • Asegúrate de estar siempre abierta al diálogo, da lo mejor de ti para ser siempre una buena oyente y comprensiva.  No tener alguien con quien hablar promueve un hijo que no habla con mamá.

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