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Cómo sobreviví al cáncer de lengua

Carolina González abre su corazón para expresar cómo sobrellevó el cáncer de lengua, uno de los menos frecuentes, pero más doloroso.

Cada vez que comía tenía dolor en una pequeña lesión en el borde derecho de la lengua y era más molesto con alimentos salados.  Consulté a varios dentistas, quienes me indicaron que probablemente se trataba de un rozamiento con la muela, así que decidieron pulir la pieza.

Con el paso del tiempo la herida no mejoraba y molestaba cada vez más,  a pesar de tomar varios medicamentos para aliviarme. En la temporada navideña de 2015 decidí consultar nuevamente a un dentista, quien me sugirió hacerme una biopsia urgente.  Hice todo ese proceso y en el 2016, el patólogo me dio el diagnóstico: carcinoma escamoso invasivo estadio II.

Los médicos que me han tratado han sido ángeles en mi vida, me han acompañado y levantado el ánimo para no bajar la guardia, en especial porque el proceso de la enfermedad es doloroso.

Me hicieron una cirugía llamada glosectomía parcial de lengua (de 1/3) y me quitaron 25 ganglios del cuello, de los cuales solo uno estaba infectado.  Luego recibí 8 quimioterapias y 33 radioterapias, al ser un tipo de cáncer muy invasivo.

Hasta la fecha aún sufro algunos efectos del tratamiento, ya que he dejado de producir saliva, tengo dificultad para tragar e insensibilidad a algunos sabores, en especial los dulces, por lo que mi estilo de vida para degustar los alimentos cambió.   Tengo problemas en las encías y huesos de la mandíbula por las radioterapias, lo que me dificulta mucho poder comer y por lo mismo, solo me alimento con dieta blanda o licuados, sopas y atoles nutritivos.  Los médicos dicen que tal vez con el tiempo pueda ir comiendo algunos alimentos sólidos y aunque me he ido adaptando a esos cambios, al final solo Dios es quien guía todo mi proceso.

Me costó mucho aceptar el diagnóstico, en especial porque es un tipo de cáncer que suelen padecer las personas fumadoras, y yo no tuve esa adicción. En mi mente pasaron tantas interrogantes, en especial cómo se lo explicaría a mis hijos y familiares, pero es ahí donde sientes más la presencia de Dios, pues te manda a muchos ángeles para superar cada etapa que implica la enfermedad.

Estoy muy agradecida de poder tener una nueva oportunidad de vivir y por lo mismo, ahora veo todo de diferente manera, sin tantas complicaciones como antes que me diagnosticaran.

Creí que no iba a aguantar el tratamiento porque era bastante fuerte y con efectos secundarios muy severos, pero con la ayuda de Dios, mi familia, amigos y médicos, pude superar  el proceso de la enfermedad.

Estoy muy agradecida de poder tener una nueva oportunidad de vivir y por lo mismo, ahora veo todo de diferente manera, sin tantas complicaciones como antes que me diagnosticaran.

Aprendí que es importante consultar de inmediato al médico especialista ante cualquier molestia o lesión, por muy sencillos que sean los síntomas, así como tener una buena actitud, ver hacia adelante y saber que Dios siempre está con nosotros y nos da fuerzas para superar cualquier prueba, como lo es este cáncer de lengua. Además es de gran ayuda participar en los grupos de sobrevivientes, pues juntas es posible salir adelante y encontrarle un nuevo sentido a la vida.

 

 

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