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Déficit de atención también en adultos

En la actualidad se ha demostrado que no solo los niños sufren de déficit de atención, también los adultos manifiestan ese problema, en especial los hombres. Las repercusiones en sus vidas son significativas en el aspecto emocional, familiar, laboral y conductual.

El estrés por trabajo o estudio, la falta de empleo, los conflictos laborales o de pareja, las pérdidas humanas o materiales, son algunas de las razones por las cuales el nivel de concentración disminuye en su máxima potencia, afectando la productividad. Pero esa inatención es temporal y puede solventarse en la medida en que cada fase llegue a ser resuelta con satisfacción. Sin embargo, si esa falta de atención continúa sin tener alguna causa aparente que la genere, es importante que se consulte al médico, porque puede deberse a un trastorno genético y neurofisiológico, por un funcionamiento deficiente de los neurotransmisores del cerebro, especialmente la dopamina.

Además, la debilidad en el funcionamiento del lóbulo frontal, que es el área que trabaja la atención; el desequilibro en la hormona tiroidea o desbalance hormonal, y una mala alimentación, pueden hacer que se dispare ese déficit de atención, el cual se hace también acompañar de irritabilidad, intranquilidad o desaliento. Se estima que del 5 a 12 por ciento de los adultos entre 30 a 45 años presentan ese trastorno, explica el psiquiatra César Octavio Reyes, del Hospital San Juan de Dios.

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Dieta y parásitos

Cuando este problema se relaciona con la dieta es porque hay déficit de nutrientes, en especial cuando existe carencia de hierro, porque puede provocar anemia, presentando ese desgano y falta de atención, pero también eso puede ocurrir con la falta de cinc y el cobre, ya que no permiten que los glóbulos rojos transporten el oxígeno necesario al cerebro. Similares síntomas pueden también presentar quienes tienen parásitos (hematófagos), ya que estos se alimentan de sangre a través del intestino delgado, por lo que esa pérdida puede generar un tipo de anemia que altera todo el metabolismo, asegura el médico Luis Alfredo Méndez.

Déficit con hiperactividad

Los adultos con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDA-H) pueden manifestar dificultad para seguir instrucciones, recordar información, concentrarse, organizar tareas o completar su trabajo dentro de un límite de tiempo. Se estima que un 60 por ciento de los adultos que lo presentan también lo manifestaron en su infancia, y no fueron tratados oportunamente, en algunos casos porque hace algunas décadas no existían los métodos para determinar esta condición, explica Natalia Méndez-Ruiz, psicóloga clínica.

La psicóloga Ana María Andreu de Rosito explica que el déficit de atención es más común en hombres, posiblemente se deba a que ellos también presentan hiperactividad, y esa sea la razón por la cual se les identifique con más precisión. Muchas mujeres presentan el trastorno y no son diagnosticadas porque solo se asume o se identifica como una actitud y no como un problema de salud.

Al paciente se le diagnostica por su historial clínico, el cual lo elabora un profesional. En ocasiones requiere de algunas pruebas neuropsicológicas para confirmar el diagnóstico y a veces debe ser referido a un neurólogo para ser medicado. Además, este trastorno puede confundirse con otros problemas de salud mental, ya que tienden a presentarse signos similares como depresión y ansiedad, y en esos casos es necesario que se haga un diagnóstico integral en donde se incluya la opinión del psicólogo, psiquiatra y neurólogo, añade Andreu.

En la actualidad existen más y mejores métodos para determinar y tratar el trastorno en adultos, entre los cuales se encuentran los enfoques neurológicos, psicológicos y psicopedagógicos. Nunca es tarde para iniciar un proceso de tratamiento y así manejar las distintas situaciones que se derivan de esta condición, que muchas veces son malinterpretadas e incomprendidas por los demás e incluso por la persona que las padece, agrega Méndez-Ruiz.

Terapias saludables

La psicóloga Andreu opina que en adultos también pueden aplicarse las técnicas que se trabajan con niños, como el programa cognitivo de Pathways o Neuronet, pero con diferente enfoque. Además, es de gran ayuda que la familia intervenga en este proceso, porque en la medida que reconozca la deficiencia como tal, comprenderá y apoyará mejor al ser querido.

Asimismo, el ejercicio es uno de los mejores aliados para mejorar la calidad de vida, porque no solo ayuda a regular el peso, baja la presión, tonifica los músculos y ayuda a elevar la autoestima, sino que además estimula los químicos del cerebro que hacen mejorar el estado de humor, reducir el nivel de estrés y fatiga, bajar la ansiedad e incluso fortalecer la inteligencia. Aunque esta es buena noticia para todos es aún mejor para las personas que presentan el TDA-H, depresión, ansiedad y otras condiciones neurobiológicas.

El doctor John Ratey, profesor de psiquiatría de la escuela médica de Harvard y coautor de los libros Driven to Distraction y Shadow Syndromes, y The Users Guide to the Brain, explica cómo el ejercicio altera los niveles de dopamina, serotonina y norepinefina en el cerebro. Estos son los mismos químicos responsables de gobernar el estado de humor, controlar los patrones de sueño y afinar la memoria. Son también los neuroquímicos involucrados en la inquietud y la hiperactividad sobre los cuales actúan los medicamentos para tratar condiciones de TDA-H, depresión y ansiedad. Con simples prácticas de cualquier ejercicio como caminar, correr o saltar cuerda, durante 10 minutos, el resultado es gratificante. Esta práctica debe ir acoplada al tratamiento integral que asigne el profesional en salud mental en cada paciente.

Todos los juegos de mesa de agilidad mental son de gran importancia, así como las actividades grupales que permitan ejercitar las conexiones cerebrales, en especial las que tengan que ver con la creatividad. Por ejemplo, actividades que generen sorpresa, en donde se les den instrucciones a las personas para que ejecuten algo, de inmediato obligarlas a que cambien a una segunda actividad y luego a una tercera. La idea es ir generando sorpresa, que obliga a los participantes a estar atentos y mantener un buen flujo de concentración. Se ha demostrado que cuando se practica con frecuencia y por largos períodos, se mantiene un nivel de atención importante, surge más creatividad y hay una mejor productividad, asegura, Diego Parra Duque, director de la firma colombiana Katharsis.

Yi1123275104110Así los describen

Los pacientes con trastorno de déficit de atención tienden a presentar algunas de estas manifestaciones, las cuales pueden variar en algunos: impuntuales, olvidadizos, ansiosos, impulsivos, desorganizados o deprimidos.

En algunos casos pueden manifestarse las siguientes características: baja autoestima, dificultad para sostener un trabajo, abuso de sustancias psicotrópicas, baja tolerancia a la frustración, dificultad para controlar la ira, aburrimiento crónico, conductas de alto riesgo y dificultades en la relación de pareja.

Estas cuestiones pueden encontrarse en un rango de leves a graves, y pueden ser variables o constantes, según el interés de la persona en las actividades, o según la gravedad (algunos no pueden concentrarse bajo ninguna circunstancia). Otros buscan adrenalina y estímulos sensoriales, y otros las evitan debido a la sobrecarga que ocurre por la hipersensibilidad a los estímulos externos, afirma Méndez-Ruiz.

En términos generales, esta hipersensibilidad produce una dificultad para bloquear la información innecesaria, tras lo cual suele decirse ‘se distrae hasta cuando pasa una mosca’. El TDA, en otras palabras, se basa en una dificultad para filtrar la información y enfocar la atención voluntariamente.

Recomendaciones

  • Algunas de las estrategias que han demostrado efectividad para mejorar la conducta y convivencia de personas con este padecimiento son:
  • Cuando sea necesario pedir al maestro o jefe que repita las instrucciones en lugar de adivinarlas.
  • Dividir tareas largas o trabajos en partes pequeñas para hacerlas más manejables. Al respecto es útil establecer una fecha límite para cada parte y hacerse un regalo o darse recompensa cada vez que se concluya una tarea.
  • Realizar una lista de lo que se necesita hacer en el día y jerarquizar las actividades de acuerdo a su importancia. Es útil recurrir a un horario o emplear una agenda.
  • Trabajar en áreas tranquilas y libres de distracción, es decir, lejos de ventanas, puertas y zonas de mucho tránsito.
  • Hacer una sola cosa a la vez y manejar descansos entre una actividad y otra.
  • Escribir y ordenar lo que se necesite recordar en una libreta que siempre esté a la mano.
  • Utilizar hojas autoadheribles en zonas visibles como la puerta del refrigerador, espejos, armario o tablero del automóvil, para recordar actividades importantes.
  • Guardar los objetos de acuerdo a sus usos, por ejemplo, almacenar en un lugar los discos de música y en otro los de la computadora; la chequera y recibos pueden tener un sitio común, en tanto que las hojas para usar en el trabajo pueden permanecer en un solo lugar, para que no estén dispersas.
  • Identificar qué situaciones aumentan la ansiedad y descubrir de qué manera puede calmarse uno mismo.
  • Hablar con la pareja y familiares de los sentimientos, en lugar de actuarlos.
  • Crear una rutina, fijar metas y repetirlas con frecuencia.
  • Practicar ejercicios y actividades recreativas que ofrezcan adecuado desahogo para la energía y ansiedad.
  • Dormir al menos ocho horas y seguir una dieta balanceada, rica en frutas, verduras y cereales, sin descuidar la aportación de proteínas animales y grasas, a fin de mantener en condiciones óptimas el sistema nervioso y, por tanto, la concentración mental.

Por Margarita Pacay

Fuentes: Ana María Andreu de Rosito, psicóloga clínica, directora del Centro del Pensamiento Iluminado. César Octavio Reyes, psiquiatra del Hospital San Juan de Dios. Natalia Méndez-Ruiz, psicóloga clínica. Diego Paraduque, director de la firma colombiana Katharsis, www.katharsis.com.co Luis Alfredo Méndez, médico internista.

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