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La importancia de amar la vida

El acoso, las amenazas, la frustración, el miedo y la culpa pueden llevar a los jóvenes a tomar una decisión equivocada: suicidarse. Los expertos están promoviendo más comunicación y amor hacia los hijos y alumnos.

Cuando los jóvenes hablan de quitarse la vida hay que prestar atención a ese primer mensaje, pues está cargado de alguna preocupación que no han querido revelar. Pero también es necesario prestar atención cuando se manifiesten ciertos síntomas frecuentes como la tristeza o la falta de control de sus emociones.

La psicóloga Neicy Bailey explica que la decisión del suicidio proviene de la desesperación, la percepción de que no existe una salida para su problemática individual o que la vida no tiene ningún sentido.

Es una fase que sigue a la desesperación y a la angustia. La persona que toma la decisión de suicidarse se encuentra tan devastada que quitarse la vida es el único escape que encuentra, pues a su criterio ya agotó todas las demás alternativas para salir de su pena.
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Estudios recientes prueban que en nuestro país el suicidio se debe a las relaciones familiares deficientes, en las cuales es evidente la falta de atención de los padres, las condiciones precarias de vida, el poco acceso a los principales servicios, la violencia intrafamiliar, la mayoría producida por padres alcohólicos o incesto, lo que provoca una falta del sentido de la vida, explica la terapeuta emocional Brenda de Arocha.

En la actualidad se observa mayor frecuencia en la incidencia de este fenómeno en adolescentes e incluso niños. Estos grupos de por sí enfrentan una crisis existencial por encontrar su propia identidad, su sello distintivo y ser aceptados por un grupo. Pero si no encuentran su rumbo o son rechazados encaran serios problemas que les provocan crisis. Las decisiones que asuman para resolver conflictos dependen de la forma como fueron formados en las primeras etapas de su desarrollo.

Asimismo, el fenómeno del suicidio puede afectar a los adultos mayores que se creen abandonados, a la niñez que enfrenta violencia física o emocional y a los adultos de mediana edad que se sienten fracasados al no lograr solvencia económica, profesional o afectiva.

Hernán Conrado Ortiz Herrera, médico en salud mental, psiquiatría y presidente de la Red Mundial de Suicidiólogos, afirma: ‘En nuestro país se cumple con los datos estadísticos de otras partes del mundo, los cuales indican que se suicidan cuatro hombres por cada mujer, y en los intentos suicidas la relación es que las mujeres lo intentan de cuatro a cinco veces, mientras que los hombres una o dos. Con relación al tema, en el país el Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala, Inacif, ha diluido entre otras causas de muerte las ocurridas por suicidio, por lo que no es fácil acceder a una información exacta en cuanto a registros reales por suicidio’.

Atención en el colegio

En el contexto escolar el problema más frecuente que afecta a los alumnos es el acoso, como producto de la competencia que se da entre niños y las formas como han sido educados. Cabe acotar que el escenario escolar es el ambiente óptimo para identificar algunos rasgos de personalidad o algunos estados de ánimo en los niños y adolescentes, los cuales ayudan para alertar sobre el riesgo.

Por eso se hace indispensable que los profesionales de la educación se comprometan con una educación que refuerce los valores que desde la casa deben enseñarse e implementar medidas de vigilancia en el contexto escolar, para luego alertar a padres y madres por medio de la comunicación constante.Yi1126264102822

En busca de un tratamiento

El psiquiatra Ortiz, asegura que en Guatemala todos los días existen personas que buscan ayuda en las emergencias de hospitales y muchos son rechazados sin recibir la atención que su situación amerita. La primera norma para su tratamiento es escucharlos con respeto, sin aconsejarlos. Luego de eso establecer un adecuado vinculo y formular una alianza para pactar un programa de tratamiento en el que se aborden las situaciones de base. Las terapias que se proponen son las cognitivas o la logoterapia, cada una con técnicas específicas, y es fundamental saber cómo aplicarlas en cada caso de suicidio, agrega Ortiz.

Más propensos

Existen personalidades más susceptibles al suicidio, como las que tienen tendencia depresiva y personalidades limítrofes. El problema es que no siempre se detectan estas características y pasan inadvertidas.

Pero también debe tenerse en cuenta que la dinámica familiar o el entorno en donde se educan o crecen las personas son determinantes para la forma en que cada individuo interpreta los estímulos diarios. ‘Si tenemos un entorno familiar en donde existen controles muy rígidos y represivos, o bien el otro extremo, en donde hay pocos o ningún límite, se obtienen personalidades autoexigentes por un lado y con muy bajo control de las emociones, por el otro’, añade Bailey.
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‘Todo esto es fundamental para enfrentar los problemas personales, pues se han observado casos de niños y niñas que se suicidan porque perdieron una clase en el colegio, por ejemplo. Si existe una devaluación sistemática de la autoestima individual pueden doblegarse hasta las personalidades más estables’, señala Bailey.

En muchas ocasiones las personas suicidas no provocan sospechas y tienen conductas que parecen normales, por lo que sus amigos o familiares no sospechan nada de lo que está pasando en la mente del niño o joven suicida. Sin embargo, otros lo manifiestan abiertamente: ‘voy a matarme’, ‘para qué quiero vivir’, ‘quiero morir’, ‘no encuentro la razón de mi existencia si a nadie le importo’. ‘Todas estas expresiones no deben pasar inadvertidas para los padres y parientes cercanos, porque son una alerta para tomar precauciones’, agrega De Arocha.

A nivel fisiológico, el psiquiatra Ortiz explica que las personas suicidas muestran diferencias en el grosor de las neuronas, al ser comparadas con las de personas sin tendencia suicida, esto según estudios posmortem; así como endofenotipos, que los caracterizan como impulsividad-agresividad. Nueve de cada diez personas que mencionaron sus intenciones de muerte las han cumplido.

En este sentido los medios tecnológicos proveen información de fácil acceso para quienes desean quitarse la vida y con esto adquieren conocimientos de métodos para hacerlo. Debido a que no hay censura incluso hay videos disponibles que muestran crudamente como se han quitado la vida algunos jóvenes.

Medidas preventivas

  • No existe argumento que justifique la violencia. Establece límites consistentes y jamás agredas a tus hijos ni física ni verbalmente.
  • Premia el buen comportamiento y elogia las buenas conductas. El castigo es un reforzador efectivo, pero de corto plazo y no educa sino entrena. El elogio y el premio son efectivos para mostrar el camino a seguir y reforzar conductas a largo plazo, y para construir recuerdos positivos.
  • Elogia a tus hijos cuando tengan buenas actitudes y logros y evita subrayar su mal comportamiento o fracaso. Desarrolla en el círculo familiar la empatía.
  • Los padres y maestros deben educar a través del diálogo positivo. Al respecto, es importante que señalen al niño o joven sus fortalezas para que al desarrollarlas tengan herramientas para lidiar con sus desaciertos y corregir sus acciones.
  • ‘Los papás deben mantener siempre un acercamiento afectivo constante para comprender de qué forma afectan a los niños las diferentes etapas de su vida. Además expresar un interés genuino y constante de sus proyectos, ya que esto les dará indicios de hacia dónde van, la forma como ven la vida y cuáles son sus preferencias sociales, o sea, a quienes elige como pareja y amigos’, recomienda Bailey.
  • ‘En este tiempo en que la tecnología ha invadido los hogares y hay tantos distractores es cuando más tienen los adultos que estar pendientes de sus niños y adolescentes, porque existen algunos programas y juegos que aportan ideas erróneas a las mentes’, indica De Arocha.Yi1126264102916

Los niños necesitan ser amados y valorados

La psicóloga Lourdes Saravia explica que el ser humano desde su nacimiento lucha por encontrar la tan anhelada felicidad. El primer llanto del bebé es señal de esa búsqueda incansable que viven los seres humanos a lo largo de su vida.

Los niños al crecer descubren que existen las dificultades y los obstáculos y esto les va enseñando que no hay vida fácil para nadie; sin embargo, esa búsqueda es algo que anima su existencia humana, pues se sienten acompañados y amados, experiencias que les permiten descubrir que tienen un gran valor, son importantes para los demás y no se encuentran solos en el mundo.

No obstante, existen niños que llegaron al mundo sin ser amados y su vida transcurre de la misma manera. Empiezan a sentirse invisibles frente a las personas importantes en su vida, porque sienten que no tienen ningún valor, no existen y son un gran estorbo para sus seres queridos. Esta experiencia del desamor y la soledad a tan corta edad hace que los niños experimenten una gran tristeza, mucha soledad acompañada de un gran vacío y un frío profundo en el alma. ‘Piensan y sienten que más les hubiera valido no haber nacido jamás’, afirma Saravia.

Es así como esa tristeza aprendida poco a poco, con el pasar del tiempo se va convirtiendo en depresión. Los niños son vulnerables frente al mundo y cuando se sienten solos, desprotegidos y no amados experimentan dolor y ven la vida como una derrota. Cada desprecio y rechazo que reciben se convierte en una herida profunda, y se ven a sí mismos como los únicos culpables de no ser amados. A su criterio consideran que si sus seres queridos no han tomado su vida con seriedad es porque algo malo hay en ellos, y es así como nace en esos corazones la triste experiencia de la desesperanza acompañada del deseo de dejar de existir.

Saravia explica que a través de su experiencia clínica ha descubierto que un gran número de niños a partir de los cinco años han deseado morir al sentirse rechazados por sus seres queridos y han intentado quitarse la vida, otros, desgraciadamente lo han logrado.

Otra causa del suicidio a tan corta edad es cuando padecen de algún defecto físico, por ejemplo labio leporino, y cansados de soportar burlas de los demás intentan terminar con su pequeña vida al tratar de ahorcarse. Algunas veces esta tragedia se ha evitado por la pronta intervención de algún adulto que se encuentra cerca. Este riesgo también lo han tenido personas abusadas sexualmente en su infancia.

‘Algunos de los niños o niñas que intentaron infructuosamente cometer esa acción y ahora ya son adultos, expresaron el dolor que arrastraban por medio de dibujos que han hecho recientemente, y a partir de esta sencilla acción empezó su tratamiento de sanación’, agrega Saravia.

Por Margarita Pacay

Fuentes: Hernán Conrado Ortiz Herrera, médico en salud mental, psiquiatría y psicología médica, presidente de la Red Mundial de Suicidiólogos, teléfono (502) 5392-5953 y (502) 2338-2966. Hospital Santiago Apóstol, de La Antigua Guatemala, teléfono (502) 7832-0884. Neicy Bailey, psicóloga, teléfono (502) 4248-7344. Lourdes Sarabia, psicóloga, teléfono (502) 4944-8954. Brenda De León de Arocha, terapeuta emocional, teléfonos (502) 5874-6357 y (502) 2368-0861.

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