Atentados a la salud

Las personas adoptan malos hábitos y al practicarlos actúan contra el bienestar de su organismo.

Por Yeni Leiva

Comer sin control

Los excesos en las comidas conllevan al sobrepeso y la obesidad. Lo adecuado es mantener una alimentación balanceada y con porciones moderadas, así se optimizan las funciones del tracto intestinal y se nivelan en la sangre la glucosa, colesterol y triglicéridos, recomienda Regina Barillas, nutricionista.

Dormir mal

Tener un horario descontrolado de sueño, ya sea menos de ocho horas o más de ese tiempo, deteriora el organismo. El síntoma más común es la alteración del metabolismo y eso promueve un incremento en el peso corporal y, a largo plazo, origina daños cardiovasculares, indica el médico cardiólogo Daniel Bustos.

Fumar

Se vincula con cualquier tipo de cáncer. Además, causa enfermedades pulmonares como la bronquitis crónica y empeora los síntomas del asma en adultos y niños.

Beber alcohol

Altera gravemente las funciones cerebrales y los nervios periféricos. También produce trastornos del sueño, aumenta la presión arterial, provoca úlceras y hemorragias internas.

Sedentarismo

Llevar un estilo de vida sin actividad física y limitado solo al movimiento que exige ir de la casa al trabajo, potencia las enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial y diabetes. Lo recomendable es ponerse en movimiento y una idea es intentar el conteo de los pasos que das durante el día; para eso utiliza un podómetro o las aplicaciones de tu teléfono inteligente.

Omitir chequeos médicos

Descartar el papanicolau anual y desatender el estado de las mamas trae como consecuencia pasar inadvertidos ciertas malformaciones o hasta el cáncer. Sara Ortiz, ginecóloga, recomienda hacerse un chequeo ginecológico anual y realizar el autoexamen mamario cada mes. La médica menciona que el mejor momento para evaluar los senos es de tres a cinco días después del comienzo del período menstrual y si ya se llegó a la menopausia, hay que realizar el examen el mismo día cada mes.

Exponerse al sol sin protección

Muchos cambios cutáneos, como el cáncer de piel o las manchas que aparecen con la edad, son causadas por la exposición prolongada al sol. Para disminuir el riesgo usa bloqueadores solares y filtros protectores.

Beber poca agua

La ingesta insuficiente de agua conlleva a síntomas como boca seca y pegajosa, sed, poca o falta de lágrimas al llorar y de poca a nada de orina. La nutricionista recomienda beber dos litros de agua pura al día, además de hidratarse con sopas y refrescos, pero libres de azúcares refinados.

Vivir con estrés

Cuando el cuerpo permanentemente enfrenta situaciones estresantes, acumula energía y trabaja innecesariamente, y eso provoca tensión, ansiedad y preocupación. Lo mejor es buscar terapias alternativas que ayuden a recuperar la tranquilidad.

Fuentes: Regina Barillas, nutricionista. Daniel Bustos, médico cardiólogo. Sara Ortiz, médica y ginecóloga.