Es normal que cuando se pierde inesperadamente una relación laboral sientas reacciones de desesperanza. Lee esto, pues necesitarás volver a cargar las baterías para continuar tu vida productiva.
Al perder inesperadamente un empleo, por lo general sientes como si alguien te empujara a una pendiente, las reacciones van desde el pánico a la negación y te afecta el equilibrio emocional. Sigue estos consejos que te comparte la psicóloga clínica Neicy Bailey.
Solo respira
No entres en pánico, solo respira y asúmelo como un proceso más de tu vida. Agradece la oportunidad de experiencia y piensa en las satisfacciones propias que ese trabajo te dejó, eso ayudará a sentirte mejor. Recuerda que el empleo es algo que se hace y no lo que se es; el hacer viene del saber y esa es la riqueza individual, nadie te la puede quitar.
Fortalece tu espiritualidad o practica algunos rituales que te ayuden a fortalecer tu autoestima y a tener una actitud positiva.
Verifica tu cheque
Aunque no estás emocionalmente preparada para pensar en el cálculo de tu indemnización es importante que te asesores para recibir la parte correcta que te corresponde.
Maneja bien el dinero
Rectifica tu presupuesto, economiza y distribuye tu dinero para asegurar algunos meses de subsistencia. Si tienes deudas trata de renegociarlas para disminuir las cuotas.
Alerta a las ofertas de trabajo
Es hora de renovar tu currículo y prepararlo según las ofertas de trabajo que se presentan, sin que te desesperes. Haz un programa de búsqueda diaria y asiste a las entrevistas que consideres que llenan tus expectativas, pero no te apresures en tus decisiones. En la medida que puedas, continúa capacitándote y si tienes en mente algún proyecto de emprendimiento aprovecha a definir tu plan.
Tus amigos son importantes en este proceso, no olvides comunicarles de tu situación así estarán atentos a recomendarte alguna propuesta laboral.
Fuente: psicóloga Neicy Bailey, clínica Psicología Moderna Aplicada, neicybailey@gmail.com
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