Cada vez más parejas se suman a la cultura dinki, se trata de un estilo de vida que nació en los años de 1980, y en la actualidad ha cobrado importancia en las parejas de 25 a 39 años, quienes buscan llevar un estilo de vida diferente.
Cada vez más parejas se suman a la cultura dinki, se trata de un estilo de vida que nació en los años de 1980, y en la actualidad ha cobrado importancia en las parejas de 25 a 39 años, quienes buscan llevar un estilo de vida diferente.
El término dinki o dinks nace en los años de 1980, una de las épocas más revolucionarias de la historia. Sus siglas en inglés significan (double income, no kids) doble salario, no hijos. Estas parejas jóvenes viven principalmente en áreas urbanas y renuncian a la paternidad por cumplir intereses particulares, tanto profesionales como personales, explica Eric Quesada, director comercial de Card ManpowerGroup.
Al no tener compromisos familiares mantienen una solvencia económica estable, pertenecen a la clase media alta, son profesionales, aman los viajes, la tecnología, la gastronomía y todo lo relacionado con el tiempo de ocio. Su apetito de crecimiento los lleva a perfeccionarse, por ello las carreras superiores y los diplomados son importantes para complementar su
profesión.
Se caracterizan por no adaptarse a modelos socioculturales, así que casarse no es prioridad, pero sí vivir a plenitud su relación de pareja. Los dinki tienen un alto sentido de la moda, su gusto culinario es refinado y aman la tecnología. Su estilo de vida lo logran gracias a que no tienen que invertir en la sobrevivencia de hijos -vestuario, estudios, alimentación, recreación, medicina-, agrega Quesada.
De acuerdo con Carmen Aceituno, psicóloga clínica y terapeuta de parejas, el nuevo estilo de familia centra su vida afectiva en el cónyuge, se dedican uno al otro y no buscan la realización por medio de los hijos. Sus planes se centran en aspiraciones económicas, proyectos en común, disfrutar de la buena vida y viajar a otros países hasta dos veces al año. “Además, otro fenómeno que está sucediendo en el ámbito femenino es la transformación del llamado ‘instinto maternal’, al convertirlo en deseo propio. Esto significa que las mujeres defienden su derecho a no optar por la maternidad aunque tengan la capacidad de hacerlo”, agrega la especialista.
Las familias tradicionales consideran a los dinks egoístas por negarse a ser padres, incluso por promover los lugares libre de niños, por ejemplo en las grandes ciudades ya existen restaurantes y espacios con letreros “kidsfree o kidless”, donde no se permite el acceso con niños.
No obstante, aunque las familias con hijos puedan considerar aburrida la vida de los dinks, ellos realmente llevan una vida agitada en el trabajo, en su agenda de compromisos sociales y en sus estudios, puntualiza Quesada.
Fuentes: Eric Quesada, gerente regional de Manpower. Carmen María Aceituno, de Clínica de Psicología Grow, teléfono 4216-9969.