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Conoce el encanto del Cráter Azul

Atrévete a vivir la aventura y disfrutar del paraíso inmerso en sus aguas cristalinas.

Sus majestuosos paisajes envolverán tus sentidos en una atmósfera multicolor, lejos del bullicio de la ciudad.

El Cráter Azul es el destino, pero la aventura comienza desde tu arribo al aeropuerto Mundo Maya. Con equipaje en mano y con las intenciones bien puestas de pasártela bien, ¡aprovecha los minutos para disfrutar cada paisaje a tu alrededor!

Empieza recargando tus energías en La Hacienda San Vicente; solo te tomará unos 20 minutos de recorrido en automóvil. Allí podrás degustar la gastronomía de la región, además de visitar el maravilloso jardín de girasoles, un escenario perfecto para tomarte muchísimas selfies que incrementarán tus seguidores en las redes sociales.

Con la temperatura del ambiente, cada vez más cálida, desplázate rumbo a Sayaxché y embárcate hacia el río La Pasión. En este punto, el recorrido en lancha dura una hora y media, pero si lo haces desde la isla de Flores te llevarás tres horas y media. Ya en marcha, el tiempo es lo de menos, el calor disminuye al sentir una brisa ligera y deliciosa mientras recorres la selva petenera, sobre las tranquilas aguas verde esmeralda.

Durante el trayecto sentirás cómo la biósfera envuelve tus sentidos; posiblemente hasta te encuentres con una competencia de vuelo entre gaviotas o escuches el rugir de los monos aulladores colgados en los árboles. Cuando falten unos 25 minutos para llegar al cráter, navegarás sobre el arroyo Pucté; allí las aguas se tornan tan cristalinas que logras apreciar la variedad de rocas y plantas acuáticas que evocan una ciudad inmersa.

En un solo parpadeo estarás frente a la Laguna Petexbatún, mejor conocida como Cráter Azul. Se trata de un hermoso lugar repleto de agua, que inexplicablemente tiene un color azul intenso. Si bien las fotografías reflejan su encanto, te aseguro que las imágenes que capturan tus ojos les duplican la belleza.

Esta laguna tiene en el centro una profundidad de 5 a 7 metros. Si sumerges tu rostro en las aguas de este cráter, y con ayuda de una careta de esnórquel o unos lentes para ver bajo el agua, lograrás apreciar un hermoso jardín subacuático y coloridos bancos de peces. El encanto del paisaje te transportará a la experiencia de nadar en un acuario gigante.

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Practica esnórquel

Esta será una manera divertida y relajante de ver el fascinante y multicolor mundo que habita debajo del agua. Flotar y estar inmersa dentro del paisaje subacuático te hará escapar de la rutina.

Observación de flora y fauna

Acá podrás practicar el avistamiento de aves y reconocer las distintas especies que habitan en el sector. El águila caracolera es una de las más características de este lugar. Asimismo, hasta puede que logres ver algunas nutrias nadando en la orilla.

 

Caminata

Ponte tus zapatos cómodos y anímate a hacer un recorrido por las orillas del cráter azul, solo aplícate suficiente protección solar y repelente para los insectos. Eso sí, asegúrate de utilizar fórmulas naturales amigables con la naturaleza, porque las convencionales suelen alterar el pH del agua cristalina.

Es recomendable visitar este lugar con el apoyo de guías turísticos certificados, que conocen cómo llegar sin inconvenientes.

 

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