Encontrar su propósito de vida les dio plenitud en todos los aspectos de su vida. Conoce las historias de madres guatemaltecas que han superado obstáculos de todo tipo y han impactado positivamente su entorno.
No existen límites
Ana Floridalma de Pérez y su pareja son personas no oyentes. Ana es una modista profesional y atleta que deseaba ser madre, y lo logró. Ahora está por terminar la fase de lactancia exclusiva y está agradecida con Dios por tener un hijo sano.
De Pérez no temió que el hecho de no escuchar fuera un impedimento, al contrario, afirma que muchas veces es una misma quien se pone los límites. Ella invita a todas las mujeres a reflexionar sobre sus sueños, a que luchen por ellos y a que fortalezcan su espiritualidad porque eso les ayudará a que sus pasos sean firmes.
El éxito de una madre inmigrante
La situación de pobreza en que vivía Maritza Furlán la obligó a buscar el sueño americano. El recorrido que afrontó fue difícil e intenso, pero esos sinsabores quedaron en el recuerdo porque su decisión dio frutos. Hoy es una exitosa empresaria, casada con un estadounidense y madre de seis hijos.
Maritza es administradora de la compañía Holt Cleaning Services, además promueve productos para el cuidado de la piel y se mantiene activa en sus redes sociales transmitiendo mensajes positivos para incrementar la autoestima.
Un ángel en casa
Cinthia Monzón tiene una empresa de relaciones públicas, es voluntaria de AFI y Operación Sonrisa Guatemala. Cuando tuvo a su primera hija, Luciana, sintió un amor tan grande y difícil de explicar, sin imaginar que la pequeña requeriría cuidados especiales al ser diagnosticada con cáncer.
Desde ese momento, la pequeña Luciana ha estado bajo una dieta libre de gluten, azúcar, lácteos, carnes rojas, baja en sodio y toma 43 medicamentos al día, supervisada por uno de los mejores médicos de España. Cada día es un milagro de vida para ella y muchos son los ángeles que mantienen la esperanza junto al amor de Cinthia.
Empoderada a través de su fe y el deporte
Karla Lou dejó de ser la esposa “de”, la hija “de”, la mamá presencial “de”, ya que se divorció, sus dos hijos viven fuera del país y su madre falleció; pero ninguna de estas situaciones hizo que la depresión se apoderara de ella, convencida que su fortaleza en Dios y el amor al deporte la llevarían a convertirse en una mujer empoderada.
Karla, administradora de empresas con una maestría en asesoramiento familiar, participa actualmente en el Movimiento “Poderosas”, organización formada para brindar ayuda a las mujeres que desean superarse.
Meditando aprendía superar el duelo
Para Marina Rodríguez no fue fácil afrontar la pérdida de su pareja, quien sufrió la amputación de una pierna en medio de las complicaciones renales, producto de una diabetes. Sin embargo, tuvo que fortalecer su fe y luchar arduamente para sacar adelante a sus dos hijas.
Tuvo tiempo para reflexionar y ahora encontró una nueva forma de ver la vida al reencontrarse con ella misma a través de la meditación. Es una madre comprometida, vegetariana y administradora de una clínica de medicina biológica, miembro de la Universidad Espiritual Brahama Kumaris.
Emprendedora que rompe paradigmas
Lorena Guillén Santizo de Luna tiene una empresa familiar de exportación de plantas ornamentales y algunas endémicas. Es madre y sabe lo que significa trabajar duro para sacar adelante a los hijos y autorrealizarse.
Es muy trabajadora y persistente, le gusta estar actualizada, innovar y trabajar en favor del medio ambiente y los proyectos comunitarios. En su planilla es prioridad incluir la mano de obra calificada de las mujeres porque conoce la problemática que las aqueja y por ello también ha impulsado otro proyecto que las ayudará a lograr sus sueños.
Fuentes: Ana Floridalma de Pérez, teléfono 4921-9094; Maritza Furlán, Facebook: Maritza P. Furlan. Cinthia Monzón, ciny@prevolucion.com Marina Rodríguez, teléfono 4214-0212; Karla Lou, teléfono 5200-8585; Lorena Guillén Santizo de Luna, teléfono 2204-7800.
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