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El matrimonio ya no es prioridad para las mujeres

El término solterona ha quedado atrás, la elección de la soltería por convicción es más común de lo que piensas, cada mujer tiene sus propias razones pero existen algunos casos muy marcados ante la sociedad.

Las mujeres libres de compromisos matrimoniales se proyectan como más activas en puestos laborales, lo que demuestra que el rol de la mujer se ha transformado de forma paulatina en cuanto a sus metas y perspectiva de vida, explica Carmen María Aceituno, psicóloga

Casarse y procrear ya no es una meta primordial para muchas que prefieren ser exitosas a nivel profesional, con ello no estamos diciendo que no puedan tener éxito casadas, sino nos referimos a este grupo de mujeres  que prefieren proyectarse de forma profesional, que convivir con una pareja estable y engendrar hijos.

Sin embargo, a lo anterior también se suma la fobia al compromiso que de acuerdo con Aceituno en muchas ocasiones surge porque han sido heridas o engañadas en relaciones pasadas, lo cual las lleva perder la confianza ante el compromiso con alguien más, ¿Las causas? Múltiples miedos como por ejemplo al fracaso, rechazo y la pérdida.

Asimismo, el mundo actualizado y demandante de hoy exige mayor certeza al momento de tomar decisiones, por ello muchas mujeres no desean descartar ninguna opción hasta estar seguras de que están tomando el camino correcto.

Pérdida de libertad otra razón más

Las personas necesitan libertad para realizarse como seres independientes. Las mujeres muchas veces ya casadas pierden su identidad, libertad e independencia por complacer a la pareja.  El limitarse a realizar simples actividades como compartir con amigos, ir a salón de belleza, tomar un café a solas e incluso salir de viaje puede, crear confusión en mujeres excesivamente independientes,  hasta el punto de preferir la soltería lejos de tomar un compromiso conyugal, afirma Margarito Castro, psicólogo clínico.

En la actualidad la renuncia a uno mismo dejó de ser un ideal, el deber conyugal ha sido reemplazado por el querer conyugal y el amor propio ya no es incompatible con amar a otro.  Precisamente, quererse a sí mismo es una de las principales vacunas contra la dependencia, el maltrato y las relaciones dominadoras.  La máxima no es: “Te amo, luego existo”, sino: “Me quiero a mí mismo, luego puedo amarte”, cita la frase Walter Riso en su libro Los límites del amor.

¿Hijos? Ahora NO

Existen algunas mujeres que ya tienen vida conyugal pero entre sus planes no está la procreación de  niños, ellos como pareja tienen proyectos en común que incluyen viajes o aspiraciones económicas,  prioridades que postergan  la maternidad.  Además agregan que el hecho de ser mujer no implica ser madre, tampoco lo utilizan como realización personal.

El desapego cuenta

Es importante encontrar un balance en la vida.  No podemos vivir sin afecto, nadie puede hacerlo, pero sí podemos amar sin esclavizarnos. Una cosa es defender el lazo afectivo y otra muy distinta ahorcarse con él.  El desapego no es más que una elección que dice a gritos: el amor es ausencia de miedo, explica Walter Risso en su libro Amar sin depender.  Esta es la recomendación del escritor para todas aquellas mujeres que toman como pretexto la libertad para quedarse solas

Fuentes: Carmen Aceituno Mazaríegos, teléfono 2261-8870. Dr. Margarito Castro Rodríguez, ginecólogo experto en psico-sexualidad, teléfono 2448-2672.Libro Amar y depender  y Los límites del amor de Walter Riso, Grupo editorial norma.

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