En una relación sexual no todo tiene que ser perfecto, pero hay errores que deben evitarse para no matar la pasión.
NOSOTRAS
Fingir orgasmos
¡Error número uno! Esto solo lleva a la insatisfacción y frustración. Si en cada encuentro se finge, la pareja asumirá que todo va bien. Lo mejor es concentrarse y buscar alcanzar un orgasmo, si no se logra, hay que dialogar para juntos encontrar la solución.
Pensar que con la desnudez basta
Mostrar el cuerpo al desnudo no es suficiente, para despertar el deseo en la pareja hay que ser creativa, innovadora y preparar el terreno. ¡Lánzate a la aventura!
Asumir que él sabe
Si hay algo que disgusta hay que decirlo, y si algo encanta, también hay que comunicarlo. No conviene esperar a que la pareja sea un adivino. Si es tu caso oriéntalo hacia dónde quieres ir, claro, sin pasarte de exigente y poco complaciente. Busca el equilibrio.
No tener iniciativa
A ningún hombre le gusta tomar siempre las riendas del encuentro, ellos también esperan a que nosotras lo hagamos. Si un día tienes ganas de estar con tu pareja, díselo, seguro le encantará y realmente lo sorprenderás.
ELLOS
Ignorarnos después
Jamás deben darse la vuelta luego de terminar la acción. No es necesario entablar una gran conversación, pero tampoco ignorar que ella está allí. Abrazarla o hacer una leve caricia bastará para que ambos duerman bien.
No preparar el terreno
Dejar a un lado las caricias, los besos y el momento romántico no es aconsejable. Excitar a la pareja es importante para que el encuentro sea realmente placentero para los dos. Jamás vayan directo al grano y sin preámbulo.
Centrarse en el clítoris
Todo el cuerpo de la mujer es una zona erógena, por lo tanto para excitarla habrá que acariciar cada rincón y no solo el clítoris. Es cierto que esta parte tiene muchas terminaciones nerviosas, pero no hay que cometer el error de enfocarse solo en esa zona.
Preguntar si todo ha estado bien
Esto solo demuestra inseguridad y poca confianza. Si se percibe que algo falto, habrá que recuperarse en un segundo encuentro y listo, pero no preguntar porque la respuesta puede no ser grata.
Fuente: Alessandra Rampolla, Universo Alessandra, www.universoalessandra.com