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¿Se pueden hacer vacaciones “normales” en tiempos de coronavirus?

Usar tapabocas, mantener distancia, someterse a pruebas de coronavirus: para muchos turistas, las cosas se ven bastante distintas este verano en Europa.

Quienes llegan en avión desde países en riesgo deben someterse a tests de coronavirus al regresar, en lo posible en el mismo aeropuerto. La pregunta es: ¿nos acostumbraremos alguna vez a esta nueva normalidad a la hora de viajar?

De acuerdo con los psicólogos, es muy probable que no, pero que terminemos aceptándola. También es posible que, dependiendo de la evolución de la pandemia, en algún momento se pueda volver a viajar como se hacía en la vieja normalidad.

Aceptación, pero no acostumbramiento

Cambiar los hábitos requiere siempre de mucha fuerza de voluntad. Por eso, es mejor hablar de aceptación de las medidas de higiene para viajar que de acostumbramiento.

De a poco, la gente se va dando cuenta de que, mediante pequeñas concesiones, como usar tapabocas o someterse a un test de coronavirus, pueden ir recuperando algunas libertades.

Muchas personas renegaron con la obligación de usar mascarillas, pero lo cierto es que la mayoría las usa para poder protegerse a sí mismo y a los demás.

Para que las vacaciones puedan tener un final relajado, incluso aunque el viajero deba someterse a un test de coronavirus, lo mejor es crear una estructura de comunicación clara y preventiva.

Quienes vuelven de viaje, por ejemplo, tienen que tener bien claro dónde pueden hacerse la prueba de coronavirus. Las informaciones también deberían ser claras de modo de que puedan ser procesadas de forma simple.

También debería quedar bien en claro cómo se abordarán los problemas que puedan surgir si los tests dan positivo. “¿Cómo funciona el aislamiento en familia? ¿Quién hará las compras? ¿Qué pasa con el trabajo?”, son todas preguntas lógicas para las que los viajeros deberían recibir respuestas.

Todo lleva más tiempo

Los psicólogos creen que para que las reglas sean consideradas razonables, los turistas tienen que aceptar que momentáneamente todo lleva más tiempo y que hay que cumplir con las medidas de higiene.

De acuerdo con los especialistas, si se comprenden las medidas y la importancia de su implementación, cumplirlas no es desestabilizador para el equilibrio psíquico, sino hasta deseable.

Que la sensación de vacaciones se vea afectada dependerá naturalmente del destino turístico elegido. Si se tiene la expectativa de salir de fiesta todas las noches y beber rodeado de mucha gente, probablemente este no sea el momento para lograrlo.

Las inseguridades son subjetivas

Los especialistas afirman que la sensación de que las vacaciones fueron más o menos normales no depende sólo del destino turístico elegido, sino también de que los turistas puedan aceptar los riesgos. La diferencia entre cada persona radicará en cuán bien puede lidiar con las inseguridades e imprecisiones.

Antes del coronavirus, los viajes también tenían su cuota de imprevistos: podía haber una huelga en la línea aérea que retrasara el regreso, o mal tiempo en el destino elegido.

Por supuesto, cómo transcurrirá la pandemia sigue siendo un enorme factor de inseguridad. Así y todo, no todo es pesimismo: muchos especialistas creen que en algún momento, la normalidad volverá también a los viajes y al turismo.

dpa

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