¿Convives con la mentira?

Si bien mentir es algo negativo y bastante debatido, para algunos se convierte en parte de su estrategia de vida, mientras para otros es algo inaceptable. Lo cierto es que a casi nadie, sin importar su origen y cultura, le gusta sentirse engañado.  Por ejemplo convivir con una persona que tiene otra relación paralela, estar frente a un hijo que inventa una historia, un colega en la oficina que oculta información, llevar a cabo una negociación donde prometen entregar o dar un bien o servicio que posteriormente no se cumple, son aspectos que a veces nos toca enfrentar.

Sabemos que mentir es arriesgarnos a perder mucho más de lo que podemos obtener al embaucar a otros.  Y aunque quien engaña procura comunicar historias coherentes, nosotros podemos aprender a leer su expresión facial y su lenguaje no verbal.  Esto es útil porque decir mentiras va acompañado de emociones como el miedo, remordimiento, rabia y, por supuesto, nerviosismo del mentiroso en cuestión, pues no siempre es capaz de fingir.

Detectar la mentira es posible pues algunos movimientos musculares faciales asociados con emociones fuertes son casi involuntarios y por eso no pueden ser completamente inhibidos, esa es la clave para que descubramos o detectemos si alguien nos miente. 

Hasta la próxima.

Yesid Barrera

CONSULTOR EMPRESARIAL

www.rybsideas.com