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El Reino Fungi

En un hermoso paisaje de Santiago Sacatepéquez, alejada del ruido de la ciudad, está la planta productora de hongos comestibles Granja Ocox.

En un hermoso paisaje de Santiago Sacatepéquez, alejada del ruido de la ciudad, está la planta productora de hongos comestibles Granja Ocox.  En su interior, una pequeña cabaña de madera alberga a Ruth, una emprendedora que dirige este proyecto desde hace 28 años.   

Por Raquel Müller    

Ruth De León es conocida por ser la pionera del cultivo de hongos cuando en el país solo vendían champiñones.  Recién graduada de química bióloga de la Universidad de San Carlos, y con solo 26 años en aquel entonces, decidió comenzar con este negocio ante la falta de oportunidades laborales.

La iniciativa surgió en un congreso de microbiología en 1983 impartido por el investigador mexicano Gastón Guzmán, quien ofreció una conferencia acerca de la micología (ciencia que estudia los hongos).  A Ruth le llamó la atención y se comunicó con Guzmán para especializarse en el tema; tres años después fundó la planta de hongos, con el apoyo económico de sus padres.  Luego continuó en México una maestría de biología, experiencia científica que le dio impulso a su proyecto. 

El éxito de su cultivo le abrió puertas para participar en varias exposiciones de hongos que organizó la Universidad de San Carlos.  En una ocasión, dos extranjeros residentes en el país y dueños de restaurantes italianos y franceses se interesaron por los hongos ostra, convirtiéndose en los primeros clientes de la planta de hongos.   

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El sueño de Ruth poco a poco fue cosechando frutos y su visión como empresaria la llevó a trabajar con el doctor Ricardo Bressani, famoso por dedicarse al tema de nutrición a nivel mundial, en el Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP).  Tuvo la oportunidad de ocuparse un año en el área de investigación y se dio cuenta de que los hongos no solo se podían comer, sino también aprovechar como desechos agrícolas.  Esta experiencia la implementó en su negocio obteniendo buenos resultados.   El entusiasmo y dedicación de Ruth fueron muy apreciados por el doctor Bressani, quien le aconsejó seguir especializándose.  Fue así como emprendió una vez más el viaje, pero hacia Bélgica, donde se dedicaría a una maestría en cultivo de hongos.  El país europeo le sirvió para afianzar sus conocimientos para luego tomar una beca en Alemania por dos años en un instituto de biología del suelo.  “Siempre seguí esa línea y estos dos últimos países fueron la base para impulsarme a cultivar otros hongos, ya no solo el ostra”, recuerda Ruth.

Dispuesta a abrir más el mercado de hongos a nivel nacional, empezó a cultivar el hongo Shiitake, un espécimen que muchos productores de champiñones habían intentado cultivar años atrás, sin éxito.  A raíz de su emprendimiento, actualmente la Granja Ocox produce cuatro especies diferentes de este alimento, el cual se comercializa en supermercados y restaurantes reconocidos del país.  Además, Ruth ha otorgado asesoría sobre el cultivo de hongos a grupos de campesinos en Totonicapán, convirtiendo el mundo de los hongos en un emprendimiento abierto para todos y transformando la planta productora con las diversas experiencias obtenidas. 

El sueño de Ruth poco a poco fue cosechando frutos y su visión como empresaria la llevó a trabajar con el doctor Ricardo Bressani, famoso por dedicarse al tema de nutrición a nivel mundial, en el Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP).  Tuvo la oportunidad de ocuparse un año en el área de investigación y se dio cuenta de que los hongos no solo se podían comer, sino también aprovechar como desechos agrícolas.  Esta experiencia la implementó en su negocio obteniendo buenos resultados.   El entusiasmo y dedicación de Ruth fueron muy apreciados por el doctor Bressani, quien le aconsejó seguir especializándose.  Fue así como emprendió una vez más el viaje, pero hacia Bélgica, donde se dedicaría a una maestría en cultivo de hongos.  El país europeo le sirvió para afianzar sus conocimientos para luego tomar una beca en Alemania por dos años en un instituto de biología del suelo.  “Siempre seguí esa línea y estos dos últimos países fueron la base para impulsarme a cultivar otros hongos, ya no solo el ostra”, recuerda Ruth.

Dispuesta a abrir más el mercado de hongos a nivel nacional, empezó a cultivar el hongo Shiitake, un espécimen que muchos productores de champiñones habían intentado cultivar años atrás, sin éxito.  A raíz de su emprendimiento, actualmente la Granja Ocox produce cuatro especies diferentes de este alimento, el cual se comercializa en supermercados y restaurantes reconocidos del país.  Además, Ruth ha otorgado asesoría sobre el cultivo de hongos a grupos de campesinos en Totonicapán, convirtiendo el mundo de los hongos en un emprendimiento abierto para todos y transformando la planta productora con las diversas experiencias obtenidas. 

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Visión comprometida

Con tres publicaciones científicas esta empresaria fue electa, entre colegas de México y Estados Unidos, para participar como catedrática en el Instituto de Investigación de Costa Rica e impartir clases sobre el cultivo de hongos comestibles.

Siendo exbecada de la Oficina de Intercambio Académico Alemán (DAAD), organización que más becas concede a nivel mundial, decidió involucrarse de manera voluntaria para fomentar la participación de estudiantes guatemaltecos a continuar sus estudios con becas en el extranjero.

Desde su posición como presidenta de la Asociación Guatemalteca de Ex Becarios del DAAD, fomentó la primera Feria de Becas para estudio de posgrado en el 2003 en la planta baja de la rectoría de la Universidad de San Carlos.

En mayo de este año participaron alrededor de mil 200 personas interesadas en aplicar a una beca en ocho embajadas que se hicieron presentes, entre ellas las de México, Estados Unidos, Japón y Alemania.

Para Ruth De León, las oportunidades no se dan gratuitamente y siempre debe cumplirse con un grado de exigencia para lograr ser el mejor en su campo de trabajo.   A pocos meses del fallecimiento de su padre, quien fuera uno de los impulsores principales en la realización de esta planta de hongos, esta química bióloga mira hacia atrás y recuerda con mucho cariño sus inicios sintiéndose satisfecha por ser una soñadora que logró poner en la tierra sus ideas y planes.

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