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La maternidad a contra reloj

Postergar la maternidad ha sido una tendencia progresiva en países europeos.  En Guatemala es un fenómeno que comenzó a darse por el mayor acceso de las mujeres a la educación, independencia económica y protagonismo en la vida laboral.

Pero eso no significa estar en desventaja frente a una mujer más joven.  Tan apta para un embarazo es quien tiene 25, como quien con diez años más sigue el rumbo de la actualidad y se cuida a diario.  Eso sí, lo que una madre mayor pierde en ímpetu y potencial físico, lo gana en estabilidad económica y emocional, porque ha tenido tiempo para madurar y comprender el mundo, cuenta con mayor seguridad económica y está más afianzada en el plano profesional. 

Frente a esta situación es probable que empezar la búsqueda de un bebé no sea sencillo, pero tampoco se pierde la esperanza, aún cuando se sabe que la edad fértil declina como consecuencia del paso natural de los años.  Sin duda, el éxito del embarazo dependerá de las condiciones de salud y la orientación médica adecuada: antes, durante y después.  De esta manera será una gravidez sin complicaciones, o bien habrá preparación si se presentan dificultades.

Aunque pasados los 35 no es la edad más aconsejable para procrear, el deseo de concebir en ese momento va en aumento, al igual que el número de mujeres que tiene su primer embarazo apoyadas por distintos métodos de concepción.  Al final de cuentas, todo dependerá de la elección personal.

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